martes, 25 de noviembre de 2008

Entrenamientos a la medida de la sangre

La práctica de un buen entrenamiento, adecuado a las características físicas de cada jugador de fútbol, es una de las claves para que su respuesta en el terreno de juego sea óptima. Roberto Sassi, preparador físico del Chelsea inglés, ha participado en el Congreso Científico Internacional de Fútbol. El organismo de cada futbolista responde de una forma distinta al entrenamiento físico, de manera que se deben individualizar los ejercicios en función de los resultados de los análisis de sangre y no únicamente según los test de campo. Esta es la teoría que ha defendido el italiano Roberto Sassi, preparador físico del Chelsea inglés, durante el Congreso Científico Internacional de Fútbol celebrado en Salamanca. Sassi, que entre otros grandes del fútbol europeo ha trabajado con Claudio Ranieri en el Valencia y en el Atlético de Madrid, ha asegurado que "las variables hematológicas expresan la adaptación de cada jugador a los ejercicios físicos".Partiendo de esta premisa, el preparador italiano considera que no basta con la información que aportan los análisis de frecuencia cardíaca, ácido láctico, electroestimulación o velocidad en carrera, sino que es necesario someter a los jugadores de alta competición a unos controles hematológicos periódicos, y en función de sus resultados establecer un entrenamiento personalizado. Se sustituye por tanto el concepto de entrenamiento largo e intenso por una serie de ejercicios adaptados a la respuesta que el organismo tiene ante el trabajo físico, ya que "el mismo trabajo afecta de manera distinta a cada jugador".Con esta fórmula, según ha dicho Sassi, no sólo se consigue evitar la fatiga física, sino que se pueden prevenir otras complicaciones de tipo más subjetivo asociadas al agotamiento, como el nerviosismo o el insomnio.Este modelo de preparación física aplicado por Roberto Sassi desde que coincidió en España con Jorge Candel, jefe de los servicios médicos del Valencia, define la carga de entrenamiento que precisa cada futbolista en función de los niveles en sangre de urea, amonio, leucocitos, CPK, hierro, ferritina, glóbulos rojos, magnesio, ácido úrico, cortisona, testosterona, hematocrito, hemoglobina, LDH, triglicéridos, colesterol total, y de la relación testosterona/cortisona. Así se define el perfil fisiológico que resulta de la asimilación del entrenamiento y se indivualiza la preparación.Tres gruposEl preparador físico italiano divide todas esas variables en tres grupos que determinan la anemia, el volumen y la intensidad.En el primero se incluyen todos aquellos niveles que indican una modificación de la anemia: hierro, ferritina, glóbulos rojos, hematocrito, hemoglobina, transferrina, MCHC, CHCM, VCM.En el segundo, los que indican variaciones en la absorción del volumen del entrenamiento: urea, amonio, leucocitos, magnesio, hematocrito, hierro, ferritina, CPK, triglicéridos y colesterol total.En el tercero están los que indican la adaptación a la intensidad del entrenamiento: amonio, ácido úrico, CPK, cortisona, testosterona, testosterona/cortisona, noradrenalina, hemoglobina, glóbulos rojos y LDH.Cinco análisisRoberto Sassi, preparador físico del Chelsea inglés, propone realizar un total de cinco análisis de sangre a lo largo de la temporada, uno cada dos meses. Así lo ha aplicado durante los últimos cinco años en los equipos en los que ha estado y, los resultados han sido muy positivos: "Permite tener un control más exhaustivo de cada jugador". A pesar de sus beneficios, Sassi considera que este "modo racional de trabajo se está utilizando en pocos equipos".Según los resultados, los jugadores se dividen en tres grupos: los que presentan algún problema de anemia, los que precisan una reducción del volumen, y los que tengan problemas de intensidad. A cada grupo se le marcan ejercicios distintos y adaptados: a los del primer grupo se les reduce el trabajo de carrera larga, a los que presenten deficiencias de hierro se les reduce la intensidad del trabajo y, a los del tercer grupo se les disminuye el trabajo de sprint.






La toma de hierro es una buena medida profiláctica en deportistas
La administración de hierro por vía oral, junto con la toma de antioxidantes y vitaminas, es una buena medida profiláctica contra la anemia en deportistas de alto nivel. Así ha aconsejado José Calabuig, consultor del Departamento de Cardiología de la Clínica niversitaria de Navarra, que ha participado en el XIX Curso de la Asociación Navarra de Medicina del Deporte, que se ha celebrado en Pamplona. Administrar hierro por vía oral para conseguir un aumento de la hemoglobina, hematocrito y de los hematíes, tiene su efecto a los cuatro meses; por esta razón, José Calabuig, consultor del Departamento de Cardiología de la Clínica Universitaria de Navarra, recomienda la administración de hierro por vía endovenosa, junto con vitamina C, ácido fólico y complejo B1, B6 y B12. En general, aconseja a todos los deportistas de alto nivel que practican ejercicio intenso la toma de antioxidantes. Así lo ha afirmado en una conferencia sobre la anemia en el deporte en el XIX Curso Anamede (Asociación Navarra de Medicina del Deporte) que se ha celebrado en Pamplona.Menos hemoglobina La anemia se ha definido como la disminución de la cantidad total de hemoglobina, que en varones estaría por debajo de 12 gr y en mujeres por debajo de 11. Además de la hemoglobina, es importante tener en cuenta las cifras de hierro en sangre (transferrina ferritina) y de hematocrito -volumen corpuscular medio y hemoglobina corpuscular.- "Los hematólogos no se suelen sentirse sensibilizados ante este tipo de alteraciones hasta que no aparecen hemogramas con hemoglobinas de 9 o de 8". Para el experto, "los especialistas no suelen tener ningún cuidado especial por las personas que practican deporte.En estos casos el único tratamiento que recomiendan es la administración de hierro por vía oral".Según ha afirmado Calabuig, "para valorar cambios en los deportistas es interesante monitorizar desde edades tempranas todos los parámetros relacionados con el hierro -hemogramas, ferritinas, hierros, volúmenes corpusculares medios-, cada dos meses, porque cada deportista va a responder de una manera diferente al ejercicio".Es importante tratar los valores bajos de ferritina, aunque no haya síntomas de anemia. "El hierro se utiliza para, a largo plazo, sintetizar hematíes y a corto plazo, para realizar un esfuerzo físico potente. De hecho, los ciclistas se ponen hierro endovenoso diariamente en etapas muy duras.PseudoanemiaExisten autores que no creen en la existencia de la anemia del deportista y describen el fenómeno de la pseudoanemia. "El ejercicio físico regular provoca un incremento del volumen sanguíneo, es decir un aumento del volumen plasmático entre un 10 y 20 por ciento, y un aumento del volumen de glóbulos rojos. Los dos cambios suponen una mejoría en la capacidad funcional aeróbica máxima.También se ha visto que exposiciones repetidas al calor incrementan el volumen plasmático; en contraposición, la deshidratación reduce el volumen plasmático y la resistencia física"."La pseudoanemia conlleva descensos de la hemoglobina por debajo de los valores normales porque se diluye, pero con niveles de ferritina normales, mientras que la deficiencia de hierro moderada se produce con una ferritina descendida y, sin embargo, la hemoglobina se mantiene normal. Si el volumen sanguíneo permanece constante, se produce una reducción de hemoglobina -lo que sería la anemia-, que provocaría una reducción del rendimiento. Si manteniendo el volumen sanguíneo constante se produce un aumento de la hemoglobina -por ejemplo mediante el doping- También se origina un incremento del consumo de oxígeno y de la potencia aeróbica"."La pseudoanemia -según los autores-, es más frecuente que la pérdida de sangre y se normaliza entre tres y cincos días después de cesar el ejercicio. Además, es importante diferenciarla de la hemólisis mecánica, de los déficits de hierro, de pérdidas gastrointestinales y de pérdidas debidas al sudor o a una pobre absorción del hierro. De cualquier forma, es difícil diagnosticar la anemia y evaluar el tratamiento más adecuado".

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