martes, 18 de noviembre de 2008

Demandas fisiológicas del juego y valoración de la condición física del jugador de fútbol(Mario Ibáñez Mancebo, PF Rayo Majadahonda Juvenil Nacional)

1). Práctica de observación y registro de un indicador, a elegir, de la carga física externa, de un futbolista en un partido de competición; descripción de la metodología utilizada y discusión de los resultados obtenidos.

Comienzo la introducción, comentando el método que he seguido. Para realizar esta actividad, he seguido el procedimiento expuesto en los apuntes. He hecho un seguimiento durante los 90’ de partido a un jugador del equipo donde actualmente me encuentro desempeñando las labores de preparador físico. Se trata del C.F. Boadilla de la Preferente madrileña, en su partido contra Ciudad los Ángeles, disputado en el Municipal de Boadilla, actuando como equipo local. En el desarrollo y análisis del objeto de estudio he de estimar imposibles a mi alcance algunos de los procedimientos expuestos en clase, por tanto opté por coger mi cámara, grabar en todo momento al mismo jugador, para luego ver el partido con más detenimiento en el DVD de casa. El trabajo consistió en medir la duración de los distintos tipos de esfuerzo que hemos seleccionado y contar el número de acciones explosivas que se le presentaron al jugador durante el partido. Tanto los tipos de carreras y como las acciones explosivas seleccionadas para ser medidas, las he escogido de forma libre y a partir de una reflexión propia basándome en otros estudios sobre estos contenidos citados en los apuntes.

El jugador que tenía pensado jugar lo escogí primeramente porque tenía la certeza de que iba a jugar los 90 minutos, sgundamente porque es el capitán, y se trata de un jugador carismático, y por último porque actuaba de mediocentro, que era la posición que quería analizar, atendiendo a las premisas de las que partimos en los apuntes de que dependiendo de cada posición del jugador, hará unos metros, tras ver las comparativas de diversos estudios. Lo peor, es que en el calentamiento, un central de nuestro equipo que arrastraba molestias, se lesionó, y éste actuó de central. Aún así, decidí seguirlo a él.

Seguidamente, muestro las cargas explosivas que realiza el sujeto seleccionado tras la recogida de datos, una vez analizado el partido detenidamente. (Diferencio entre primera y segunda parte en todas las clasificaciones, para obtener más conclusiones).

Jugadas explosivas:
- Tiros a puerta: 1ªP: 0 2ª P: 2
- Pases realizados: 1ªP: 19 2ª P: 13
- Deslizamientos: 1ªP: 5 2ª P: 2
- Uno contra uno (tanto defendiendo como atacando): 1ªP: 9 2ª P: 9
- Giros: 1ªP: 12 2ª P: 14
- Disputas de cabeza (con salto): 1ªP: 14 2ª P: 8

Mientras que ahora, presento otra clasificación, teniendo en cuenta la clase de desplazamiento que mi sujeto seleccionado hacía:

Clases de desplazamiento:

- Estático: 1ªP: 27’51”(61%) 2ª P:29’17”(61%)TT(1ªP.)= 46’
- Trote medio: 1ªP: 15’ 5” (34%) 2ª P: 16’ 06” (33%)
- Sprint (jugada máxima intensidad): 1ªP: 2’ 34” (5%) 2ª P: 3’ 37” (6%) TT (2ªP.)= 49’
Dirección del desplazamiento:

- Lateralmente: 1ªP: 4’ 04” (8,78 %) 2ª P: 5’ 10” (10,41%)
- Hacia delante: 1ªP: 32’ 46” (70,56%) 2ª P: 34’ 21” (69,81%)
- Hacia atrás: 1ªP: 9’10” (19,78%) 2ª P: 9’ 29” (18,95%)


Tras llevar a cabo la recogida de datos, me dispongo a sacar las conclusiones a las que me ha llevado el estudio. Tal y como hemos visto en clase y en los apuntes, es un debate muy amplio, pero en el que tengo que señalar que realizar esta práctica me ha servido para acercarme a la realidad de lo que se da (en un marco puramente físico) en un partido para uno de mis jugadores en nuestra competición. Hay libros, estudios, investigaciones (como las que están plasmadas en los apuntes por ejemplo) que nos delimitan y nos especifican las acciones de los jugadores de fútbol durante un partido, pero ni son todos los partidos iguales ni es lo mismo un partido en una categoría profesional que en una categoría amateur o semiprofesional ni tampoco son todos los campos iguales (tierra, césped natural, artificial, dimensiones, etc.).

Y esto, sin comentar la dificultad que presenta el hecho de establecer los criterios de evaluación, porque lo que para un investigador puede ser carrera a trote medio, para otro lo toma como sprint. En cualquier caso, ésta es la clasificación que yo he notado más justa.

Al hilo de lo que estoy comentando, y como nos encontramos en el momento de conclusiones, me gustaría resaltar lo que dijo Asier Zubillaga en la última presencial de Febrero, en la que nos animó para que fuésemos nosotros desde nuestra posición de preparadores físicos, los que investigásemos, y no les dejásemos esta papeleta a externos, provocando un intrusismo laboral.

Mientras que extrapolando el trabajo a mi contexto particular, me gustaría diferir primeramente entre los objetivos que presenta al equipo al que perteneces. En estos momentos, a parte de entrenar al preferente, también entreno a niños desde prebenjamines a infantiles, a los cuáles he de dotar de un componente más educativo. Con los grandes, aunque sea un nivel semiprofesional y todos tengan aparte un trabajo para vivir, y esto sólo lo usamos como sobresueldo, pues se nos exigen resultados, entonces es complicado hacer “experimentos”. Si nos centramos más en los resultados del análisis, vamos a comparar los resultados obtenidos en cada apartado con estudios del fútbol profesional, donde se dan otras características y circunstancias. Son datos de varios estudios de jugadores de diferentes posiciones, que aunque incluyan jugadores de distintas demarcaciones a la de nuestro jugador, nos puede servir para hacernos una idea.

Si nos centramos en las jugadas explosivas, respeto al fútbol profesional observamos algunas diferencias: giros (20-40 partido profesional / 25 partido no profesional), 1 contra 1 (38 partido profesional / 37 partido no profesional), tiros a puerta (4-8 partido profesional- 5-6 partido no profesional), pases realizados (48-81 partido profesional – 10-20 partido no profesional), deslizamientos (12-16 partido profesional / 2-4 partido no profesional), y disputas de cabeza -saltando- (5-14 partido profesional- 28 partido no profesional).

Señalar que los datos que expongo, son de los diferentes estudios que he revisado, y los intervalos que pongo, por ejemplo: pasesà 10-20, es sencillamente, porque no he hecho diferenciación de la demarcación que juega el sujeto expuesto. Por eso, suele haber oscilaciones tan grandes. Señalar también, que no veo ninguna diferencia significativa, en cuanto al rendimiento del jugador, debido a la posible presencia de la fatiga entre la primera y segunda mitad del encuentro. Por lo observado en el video, las acciones del jugador son muy cortas y explosivas (como máximo 6-7´´ que dura un srint o una situación de 1x1), donde no vuelve a intervenir hasta dentro de un largo periodo de tiempo, debido a una interrupción en el juego (habitualmente falta, balón fuera…) y por consecuencia le da tiempo a recuperarse completamente de esa acción. Esto puede venir causado, a que el resultado no se definió hasta el final. Quizás en un partido definido en el 60’, el jugador los últimos 30’ no son igual de intensos que la primera hora de partido.

En cualquier caso, y más en particular en mi trabajo, observo que radican algunas diferencias. Por ejemplo, mi sujeto, realizó en total 2 tiros a puerta, por los 4 a 8 que oscila en los estudios (aunque mi sujeto era defensa central, aspecto que influye directamente). Otro aspecto a resaltar, es la diferencia entre los estudios de pases realizados en un partido no profesional, y en un partido profesional. Vemos que la diferencia es abismal. Esto en mi equipo (categoría semiprofesional), ocurre en una medida intermedia. Vemos que mi sujeto realiza 31 pases en total. Aquí podemos señalar como hipótesis, que a mayor nivel profesional, mayor número de pases realizados hay. Esto viene relacionado, que a mayor categoría, más se elaboran las jugadas, porque hay mayor calidad técnico-táctica, y lo del “patadón pálante” se ve menos. En este sentido, mi equipo, presenta carencias, que he querido limar desde que entré en el equipo. Meter en la cabeza a los futbolistas, que con una mayor elaboración, se llega con más claridad a posiciones de finalización. Por ejemplo, en unos contra uno, veo una diferencia significativa, que puede ser causa de unos diferentes criterios de evaluación, y es que al igual que nos hizo ver Asier Zubillaga en la clase presencial, lo primero que hay que hacer, es definir bien los criterios (por ejemplo en este caso concreto: definir bien lo que es el 1 contra 1 para que no haya discrepancias entre los investigadores). En las demás jugadas explosivas, no encuentro diferencias significativas como para resaltar entre los estudios revisados y el mío.

En cuanto a clases de desplazamiento, en los tres tipos de desplazamiento se está cerca de los límites que señalaban distintos autores en el glosario de apuntes: estático (57% partido profesional / 66% partido no profesional), Trote medio (40% partido profesional / 32% partido no profesional), Sprint-jugada intensidad máxima- (3,5% partido profesional / 2,5 % partido no profesional).

Observo ciertas diferencias primeramente entre el fútbol profesional y el no profesional, y opino estas diferencias pueden deberse a lo que citábamos anteriormente, el nivel técnico de los jugadores es menor que los estudios realizados por los autores del texto (ya que sus estudios los han hecho con jugadores profesionales), es un juego más parado, brusco (donde hay muchas faltas, perdidas de tiempo, salidas del balón…), las características del terreno, estilo de juego que es más directo, y teniendo en cuenta que la demarcación que ocupa el jugador analizado. Y más en particular, comparándolo con mi estudio (equipo semirpofesional), curiosamente, los valores porcentuales se encuentran en un punto intermedio, como ocurría en las jugadas explosivas, siempre yo en mi estudio presentando más tiempo en sprint de mi sujeto que los estudios observados, debido a la diferencia en definición de los criterios de observación.

Para finalizar, comparamos nuestro estudio, en cuanto a dirección de desplazamiento, con el de los estudios expuestos. Se observan pequeñas diferencias en comparación con estudios de jugadores y competiciones profesionales: hacia delante (69% partido profesional/72% partido no profesional), hacia atrás (17% partido profesional/19% partido no profesional) lateralmente (12% partido profesional/8% partido no profesional. Estas pequeñas diferencias se deben a las mismas causas que anteriormente mencionábamos. En el partido que se analizó había mucha tensión, ambos equipos se jugaban mucho, pues eran rivales directos, y además en estas categorías muy pocos equipos juegan al toque, raseando y con transiciones rápidas de balón de una banda a otra, si no mas bien buscan un juego directo, brusco y con muchas interrupciones. De ahí podemos sacar la conclusión de que se dan tan pocos desplazamientos laterales, y también que aumenten los desplazamientos hacia atrás, debido al “pelotazo” y el hecho de colgar balones, que obliga al jugador a recular y achicar espacios.


CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:

· Hemos corroborado el hecho de que hay que tener bien definidos los criterios de observación, para que la recogida de datos no salga muy dispar.
· Por lo visto en otros estudios de fútbol profesional y fútbol no profesional, y lo deducido de mi estudio (categoría semiprofesional), vemos que a mayor categoría más jugadas explosivas hay. Es normal, porque hay más intereses económicos y deportivos. Por ejemplo, aparecen más número de pases a medida que hay más nivel. También se muestran más tiros a portería, pero la gran diferencia radica en la posesión de balón. Los jugadores con más calidad técnico-táctica, en mayor categoría, en mayor nivel/división, dotan a los equipos de más elaboración de la jugada, mientras que los equipos que no disponen de esos recursos, optan más por el juego directo, por lo que no realizan tanto número de pases, y van más a la disputa (por eso se observan también más saltos de cabeza en fútbol amateur que en el profesional).
· La demarcación del futbolista, va a concluir en diferentes resultados a nivel de jugadas explosivos y clases y dirección de desplazamientos. Así, no hará los mismos sprintes un central que un mediocentro, ni los mismos saltos de cabeza un jugador de banda que un delanterocentro.
· Estos estudios son muy válidos, para después poder extrapolar las adaptaciones producidas en el entrenamiento, a una transferencia lo más cercana posible al día de competición.


2). Administración parte de un alumno de un test físico para la evaluación de una cualidad en un equipo de fútbol y valoración de los resultados.

Para la introducción de la actividad a realizar es medir una capacidad física a un equipo de fútbol siguiendo alguno de los procedimientos que nos señalan en los apuntes o que nos señalaron en la ponencia presencial los profesores del módulo. En el club en el cuál me encuentro desempeñando las labores de Preparador físico, así como 1 día a la semana (1 hora cada semana en total), para los equipos de la cantera, se les hace una sesión diseñada por mí. Se trata del C. F. Boadilla, y hasta este año, nunca habían realizado tests físicos. Para el equipo con el que trabajo a diario (el 2º equipo), y en relación con el preparador físico del 1º equipo, hemos realizado las pruebas en Agosto, Navidad, y tenemos previsto pasarlas en Junio, una vez finalizada la temporada. El año próximo, tenemos pensado comenzar también con la cantera (al menos, cadetes y juveniles). La causa de por qué realizamos las pruebas en estos momentos de la temporada, se debe a que lo que nos interesa medir en nuestros jugadores es con el nivel físico que empiezan y con el nivel que llevan en Diciembre, y a su vez compararlo con el nivel que terminan para ver cuál ha sido su progreso, más que para obtener datos para el preparador físico que le revelen el resultado del trabajo realizado.

El desarrollo, ejecución de la prueba y exposición de resultados, lo voy a hacer sobre una prueba extraordinaria que hice de “la coursse navette” para este trabajo (y ya en Navidad no la tuve que repetir. Esos datos mismos me valieron para compararlos con el nivel inicial de Agosto de los sujetos). Con esta prueba queremos obtener el VO2 máx aproximado de cada jugador. La prueba consiste en recorrer la distancia de 20 metros, que está señalada en la instalación, al ritmo que marca una grabación que se escucha en los altavoces del pabellón (tenemos unos altavoces conectados al ordenador que reproduce la grabación de esta prueba y que marca el ritmo de carrera). El ritmo va creciendo progresivamente. En el ordenador tenemos un programa en el que metemos los datos obtenidos y nos da la frecuencia cardiaca máxima (FCM), la frecuencia cardiaca media (FCX), el VO2 máx, la velocidad media en kilómetros/hora y el tiempo que tardan en correr un kilómetro (Tº1km). Además nos señala los minutos que ha durado el jugador realizando la prueba, según en el periodo que se haya retirado (P) y la recuperación a los treinta segundos (30”), al minuto (60´´) y a los dos minutos (2´), aunque estos datos se los metemos nosotros con la ayuda de los pulsómetros. Los jugadores realizan solamente una vez esta prueba. La quise realizar en miércoles, tras un día de descanso absoluto, y un entrenamiento muy suave de recuperación para los titulares del domingo, y un entrenamiento algo más intenso, pero sin llegar a mucha carga para los que no jugaron de inicio. Ya que este test es de desgaste máximo. El jueves lo planteé entero con balón (fútbol-tenis, rondos), finalizando con un partido de 20’, y viernes lo dedicamos a disposición táctica y a ensayar unas jugadas a balón parado. Sábado descanso, y domingo de nuevo partido. Expongo esta información, para resaltar, que la carga que supone esta prueba, sugiere que no se haga en periodo de competición (aprovechar los periodos de descanso para hacerla). Y yo, al haberla hecho entre un partido y otro, propuse una semana de entrenamientos más suaves de lo normal.

Comparando los resultados de esta prueba, con las de Agosto, noté bastantes mejoras en cuanto al nivel que presentaba el sujeto en VO2 máx. Se trata de un 100% de sujetos que mejoran. Todos obtuvieron mejores resultados que en Agosto. Algunos mejoraron notablemente, y otros menos, pero quedé muy satisfecho de que todos se superaran.
La causa de esta mejoría viene dada, a que esta prueba se la hice exactamente el 4º día de entrenamiento de pretemporada, tras las 3 primeras sesiones de acondicionamiento físico general. Los jugadores, y encima en una categoría preferente como la nuestra, venían “rotos” de verano. Aparte, en la anterior campaña no había preparador físico, y no tenían ningún plan de entrenamiento, ni siquiera para las 2 semanas anteriores de inicio de temporada. Los que venían de otros clubes, les pasaba similar. “Entre unos y otros la casa sin barrer”. Por consecuente, ha sido tarea ligeramente sencilla el que los chicos mejoren su FCX (frecuencia cardiaca media), FCM (máxima) y su VO2 máx. (consumo de oxígeno), al efectuar esta prueba. Mi reto es que estos valores, se mejoren también en el 100% de los componentes para Junio, en mayor o menor medida, fruto de buenos entrenamientos y de la competición, que harán que el sujeto tenga a medida que avanza la temporada mayores depósitos. También destaco sobre “la coursse navette”, que muchos sujetos no sabían ni lo que era, y era la primera vez que la hacían, factor éste, que también influye a la hora de conseguir mejores resultados (el hecho de conocer la mecánica de la prueba), aunque les quedó bien explicada, y se les expuso un ejemplo práctico de la dinámica de la misma, para que no hubiese dudas de ejecución, así que todos obtuvieron la suficiente información para realizarla al máximo nivel cognitivo y de esfuerzo.

Lo peor, es que no pueda comparar los datos recogidos, con los de otras temporadas, al ser éste el primer año que se realizaba la prueba, pero sí comparé los datos en cuanto a demarcación del futbolista, entre los componentes del equipo (2º equipo C.F. Boadilla) y el primer equipo (que hizo las pruebas la misma semana que yo).

En la comparativa de mi lateral derecho (Genaro-32 años, raza negra-) sacamos algunas conclusiones como que es un jugador muy rápido y explosivo, mientras que en acciones de larga duración tiene carencias.

En la comparativa de mi centrocampista (Jaime-21 años-) observé en los resultados, que posee un gran potencial físico, ya que durante años anteriores ha trabajado bien. Solo en velocidad es inferior a jugador tipo juvenil. Este jugador es a su vez estudiante de INEF, por lo que presenta una condición física general mejor que el resto, y esto se transmite en los partidos (es el que más km hace), y es que aparte de lo que entrenamos, tiene muchas sesiones prácticas en su día a día.

También he observado, que mi delantero (Marcos, paraguayo) no ha presentado muchas mejoras, pero lleva entrenando y jugando con el grupo 2 semanas, tras un parón por una lesión muscular de mes y medio.

CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:

· Es importante obtener datos de mis jugadores y sus capacidades físicas básicas para poder enfocar mi entrenamiento, e individualizarlo más, compensando las carencias presentadas.
· En un deporte tan acíclico y complejo como el fútbol, hemos de tener claro, que la preparación física es de vital importancia, pero no es “la panacea”. Un equilibrio entre lo técnico-táctico y psicológico también es importante, y aún así a veces falla el sistema. Por tanto, no es directamente relacionable una mejora en estas pruebas con una mejora en la clasificación, ya que juegan su papel gran número de factores aquí no evaluados.
3). Consulta bibliográfica, vaciado y confrontación de la información proveniente de un artículo relacionado con uno o varios apartados del índice de contenidos.

Comienzo esta tercera y última actividad para el trabajo fin de módulo, haciendo una introducción sobre el artículo que voy a analizar. Se trata de la revista Abfútbol en su nº 21, de Mayo 2006. El artículo en particular que está relacionado con alguno de los apartados del índice de contenidos, es “Perfil condicional del futbolista y su transferencia al entrenamiento” (comienza en Pág. 31 de la revista), cuyo autor es Romá Cunillera.

En el artículo, Romá nos muestra que la única capacidad que puede ser medida de forma minuciosa, es la resistencia. Ni la velocidad, medida en m/s, ni la fuerza (N) requerida para un partido, pueden ser medidas con exactitud. Sin embargo, la resistencia expresada en valores de FC que el sujeto presenta durante el partido, sí puede ser medida.

Muestra diferentes estudios: por ejemplo, en el de Nogués Martínez, R. (1997), es de futbolistas no profesionales. En este estudio, vemos que la F.C. de éstos varía entre 130 y 188ppm, obtenidas gracias a la utilización de pulsómetros. Así mismo, nos muestra que los sujetos están casi el 50% del partido en valores inferiores al 80% de su FCM, el 35% entre el 80 y el 90%, y sólo el 15% por encima del 90% de la FCM.

En otro estudio, Smodlaka (1978) concluyó, que en 2/3 partes del partido, el sujeto se encontraba en torno al 85% de su FCM.

Y en otro estudio, de Bangsbo, J. sobre jugadores daneses profesionales, expuso que los jugadores oscilaban todo el partido entre 150 y 190ppm.

Por lo comparado en otros estudios, y lo leído hasta el momento, estoy en disposición de definir el fútbol, como: un deporte acíclico, con movimientos cortos y de gran intensidad, realizados intermitentemente.

Teniendo vista esta definición, es posible plantear las tareas de entrenamiento, a partir de movimientos cortos y explosivos, para que tenga similitud al día de competición.

En este sentido, de entrenamientos, en cuanto a resistencia, el sujeto sobre todo ha de tener trabajadas la potencia aeróbica (como base, para poder realizar esfuerzos durante mucho tiempo sin fatiga), la potencia anaeróbica láctica y aláctica (para que el sujeto muestre depósitos, y en momentos de ausencia de oxígeno, no se vea deteriorado su rendimiento).

Aparte, de la resistencia, en el apartado físico, también deberemos trabajar la flexibilidad (como método de prevención de lesiones), y otras 2 que sí, presenta Romá en su estudio: la velocidad y la fuerza.

La fuerza, se manifiesta en fútbol como fuerza explosiva. Apoyándonos en Bosco, vemos cómo los saltos, son de gran aporte a la base que el sujeto debe tener de fuerza para resistir los constantes cambios de ritmo y dirección que hay, así como las disputas de cabeza, o los deslizamientos. También se puede trabajar en un gimnasio de forma más analítica, la fuerza en el tren inferior.
Según Domínguez, el incremento de fuerza máxima va a repercutir en el incremento de la fuerza explosiva, así como el incremento de fuerza explosiva, hará mejorar nuestra fuerza máxima. En esto estoy de acuerdo, por lo que es otro componente que deberemos entrenar en el sujeto (máxima fuerza que pueda soportar en 2 ó 3 repeticiones, y así acabar en agotamiento).

Por último, en el apartado de fuerza, trabajaremos la fuerza resistencia, entendida como el desarrollo muscular general en periodos preparatorios y de mantenimiento o compensatorio en periodos competitivos.

En cuanto, a la velocidad, el trabajo de coordinación, sobre todo en etapas de iniciación, será de vital importancia, para mejorar la técnica de carrera. Y Romá, apoyado en Cometti, G., aboga por 4 niveles de entrenamiento y mejora de la velocidad.

- Velocidad simple: trabajo en cuestas.
- Aceleración sobre 10 metros: (velocidad de reacción, partiendo de diferentes posiciones, realizar una salida de 10 metros. Desde sentado, tumbado, etc).
- Inicio con skipping: técnica de carrera, realizando skipping, en diferentes direcciones: lateralmente, hacia atrás, hacia delante…
- Frecuencia: por ejemplo, elevando rodillas, sin apenas avanzar en amplitud. Muchos apoyos, muy intensos en poco espacio.

A estas 4, yo les añadiría la amplitud, ya que en mis entrenamientos, acompañando con un movimiento coordinado de brazos, me gusta entrenar frecuencia y amplitud, por las diversas situaciones de juego que se dan durante el partido.

Para finalizar, algo que resalta Romá, y que también entreno yo, y más con jugadores lesionados, los ejercicios de propiocepción, para fortalecer las articulaciones de las extremidades inferiores, para evitar lesiones ligamentosas, tan abundantes en esta modalidad deportiva.

CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:

· Es importante no descuidar ninguna capacidad física básica. Por ejemplo, descompensar en exceso el trabajo de fuerza, nos hará ser menos ágiles. Así, realizaremos movimientos más lentos. Y si sólo entrenásemos resistencia, haríamos a los jugadores demasiado débiles para las jugadas de choque.
· La preparación física es muy importante en nuestros equipos. Pero no nos debemos confundir, porque no es la panacea. Como preparadores físicos nos tenemos que centrar en nuestra función, que obviamente, ayudará a optimizar el rendimiento de nuestros sujetos. Pero no nos debemos obsesionar si los resultados no salen. Ya que, aparte del apartado físico, juegan muchos factores (psicológicos, técnico-tácticos, etc). Por tanto, no relacionar de forma directa mejores condiciones físicas del sujeto, con mejor puesto en la clasificación.

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