Contractura
Muscular
El músculo se contrae de manera
involuntaria. La palpación nos hace ver que
el músculo está duro y doloroso. Se produce
debido a una acción refleja, secundaria a una
lesión muscular o a un traumatismo articular,
una sobrecarga debida al trabajo excesivo, al
cansancio o también a motivos posturales.
Contusión
Hace referencia a un músculo que ha sido
golpeado violentamente durante la
contracción, pudiendo llegar a producir la
rotura de algunos capilares, dejando a la
vista hematomas. Dependiendo de la
magnitud del golpe, la lesión tendrá un grado
variable de afectación, pudiendo provocar
una impotencia funcional al músculo,
motivado por la ruptura de algunas fibras.
Hernia
Muscular
Es la rotura aponeurótica (membrana de tejido conjuntivo fibroso que
envuelve a los músculos) bajo la acción de un traumatismo violento. La
contracción se detecta mediante la palpación de un bulto doloroso, que
difícilmente se puede reducir.
Sobrecarga
Muscular
Es la expresión de un esfuerzo exagerado que limita el movimiento. El
futbolista se encuentra endurecido, poco flexible y con dolor generalizado
sobre todo las zonas más sobrecargadas. Una sobrecarga mal tratada
puede derivar en una contractura.
Calambre
Es la contracción tetánica involuntaria, dolorosa y pasajera de ciertos
fascículos musculares de un músculo o de ciertas fibras. Se produce
espasmo de un fascículo y fatiga acumulada por un déficit circulatorio.
Provoca la impotencia funcional inmediata del músculo afectado. El dolor
permanece también durante el reposo, el estiramiento o la palpación.
domingo, 30 de noviembre de 2008
LESIONES MUSCULARES
Son las lesiones que afectan a los músculos. En el fútbol las causas
pueden ser diversas, pero, normalmente, están motivadas por una
actividad física intensa o excesiva.
Tipos
¿Qué es?
Agujetas
Durante mucho tiempo se pensó que eran cristales de ácido láctico
ubicados en el músculo. Sin embargo, hoy se sabe que son microlesiones
fisiológicas a nivel de las células musculares y del tejido conjuntivo que se
producen en las estructuras de unión de los elementos actínicos (en la
línea z del músculo), es decir, micro-roturas fibrilares. Las agujetas (micro
roturas fibrilares) se producen por un esfuerzo intenso y poco habitual, más
si el trabajo es excéntrico. Aparecen a las 24-48 horas después de haber
realizado la actividad. Pueden tardar en desaparecer de 5 a 7 días, pero
esta cifra es muy variable. El tener agujetas supone para el músculo,
aproximadamente, un 10% menos de fuerza máxima.
Distensión o
Elongación
Muscular
Es una lesión de carácter leve, pero
comparable a una contractura o a una
contusión. Se produce cuando el cuerpo
solicita las fibras musculares por encima de
su umbral de elasticidad.
pueden ser diversas, pero, normalmente, están motivadas por una
actividad física intensa o excesiva.
Tipos
¿Qué es?
Agujetas
Durante mucho tiempo se pensó que eran cristales de ácido láctico
ubicados en el músculo. Sin embargo, hoy se sabe que son microlesiones
fisiológicas a nivel de las células musculares y del tejido conjuntivo que se
producen en las estructuras de unión de los elementos actínicos (en la
línea z del músculo), es decir, micro-roturas fibrilares. Las agujetas (micro
roturas fibrilares) se producen por un esfuerzo intenso y poco habitual, más
si el trabajo es excéntrico. Aparecen a las 24-48 horas después de haber
realizado la actividad. Pueden tardar en desaparecer de 5 a 7 días, pero
esta cifra es muy variable. El tener agujetas supone para el músculo,
aproximadamente, un 10% menos de fuerza máxima.
Distensión o
Elongación
Muscular
Es una lesión de carácter leve, pero
comparable a una contractura o a una
contusión. Se produce cuando el cuerpo
solicita las fibras musculares por encima de
su umbral de elasticidad.
LA INTERVENCIÓN PREHOSPITALARIA URGENTE EN EL CAMPO DE FÚTBOL
En el fútbol podemos encontrar diversos tipos de lesiones, que en
función de su gravedad pueden comprometer más o menos el estado del
deportista. En este trabajo profundizaremos en los tipos de lesiones y
accidentes que pueden llegar a desenlaces graves o muy graves, y, aunque
citaremos las lesiones más frecuentes (óseas, musculares y tendinosas), no
profundizaremos en ellas y dejaremos su tratamiento más completo (síntomas
y primera intervención) para otro trabajo.
función de su gravedad pueden comprometer más o menos el estado del
deportista. En este trabajo profundizaremos en los tipos de lesiones y
accidentes que pueden llegar a desenlaces graves o muy graves, y, aunque
citaremos las lesiones más frecuentes (óseas, musculares y tendinosas), no
profundizaremos en ellas y dejaremos su tratamiento más completo (síntomas
y primera intervención) para otro trabajo.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
ALTERACIONES HORMONALES EN EL SOBRENTRENAMIENTO
Barron y colaboradores (1) reportaron una respuesta disminuida de la ACTH (adrenocorticotrofina), cortisol, hormona del crecimiento y prolactina a la hipoglicemia inducida por insulina en atletas sobrentrenados.
Kereszty (12) reportó bajos niveles de glucosa y una baja curva de tolerancia a la glucosa en el tipo de sobrentrenamiento parasimpático. Estos hallazgos demuestran un metabolismo glúcido alterado en deportistas sobrentrenados.
El sobrentrenamiento prolongado también se ha relacionado con hipofunción adrenocortical (27). La actividad simpatoadrenal disminuye por debajo de los niveles normales, mientras que la actividad del sistema colinérgico permanece disminuida (27).
En el tipo de sobrentrenamiento simpático la tasa metabólica basal está aumentada y existe un balance nitrogenado negativo, lo que se refleja en un estado catabólico.
Estos hallazgos indican que el sobrentrenamiento se asocia con una disfunción del sistema endocrino y del sistema nervioso autónomo (SNA).
Se ha sugerido que en el sobrentrenamiento, el desorden neuroendocrino es producto de una disfunción hipotalámica más que una mal función primaria de las glándulas hormonales periféricas (1). Sin embargo, Persson y colaboradores (25), reportaron una respuesta adrenal disminuida a la ACTH en caballos con sobrentrenamiento. Se atribuyó el sobrentrenamiento en caballos, a un estado de fatiga de glándulas adrenales. Sin embargo, en un estudio prospectivo realizado también en caballos, se encontró una respuesta adrenal normal en relación a la ACTH, en un estado avanzado de sobrentrenamiento (15).
Kereszty (12) reportó bajos niveles de glucosa y una baja curva de tolerancia a la glucosa en el tipo de sobrentrenamiento parasimpático. Estos hallazgos demuestran un metabolismo glúcido alterado en deportistas sobrentrenados.
El sobrentrenamiento prolongado también se ha relacionado con hipofunción adrenocortical (27). La actividad simpatoadrenal disminuye por debajo de los niveles normales, mientras que la actividad del sistema colinérgico permanece disminuida (27).
En el tipo de sobrentrenamiento simpático la tasa metabólica basal está aumentada y existe un balance nitrogenado negativo, lo que se refleja en un estado catabólico.
Estos hallazgos indican que el sobrentrenamiento se asocia con una disfunción del sistema endocrino y del sistema nervioso autónomo (SNA).
Se ha sugerido que en el sobrentrenamiento, el desorden neuroendocrino es producto de una disfunción hipotalámica más que una mal función primaria de las glándulas hormonales periféricas (1). Sin embargo, Persson y colaboradores (25), reportaron una respuesta adrenal disminuida a la ACTH en caballos con sobrentrenamiento. Se atribuyó el sobrentrenamiento en caballos, a un estado de fatiga de glándulas adrenales. Sin embargo, en un estudio prospectivo realizado también en caballos, se encontró una respuesta adrenal normal en relación a la ACTH, en un estado avanzado de sobrentrenamiento (15).
SARCOPENIA, AMBIENTE BIOQUIMICO-METABOLICO Y FUERZA
Para comprender un poco mejor el fenómeno de la sarcopenia, analicemos cuales son y como se manifiestan los cambios que se perciben en las fibras musculares. Si bien durante mucho tiempo se ha informado que la síntesis de proteínas era normal durante el envejecimiento, los estudios más recientes indican que la misma está francamente deteriorada en el músculo esquelético de los ancianos. La velocidad de síntesis fraccional (VSF) de las proteínas del tejido muscular desciende gradualmente en los sujetos mayores (Fukagawa, Minaker, Young, 1989- Yarasheski, Zachwieja, Bier, 1993- Balagopal, Rooyackers, Adey, 1997- Rooyackers, Adey, Ades, Fair 1996). Pero algo no menos importante y de consideración elevada por las consecuencias a futuro, es que dicho descenso ya es evidente en sujetos de mediana edad (alrededor de los 50 años) al compararlos con individuos de 20 años de edad.
Las proteínas del tejido muscular incluyen, básicamente, las estructurales o sarcoplásmicas, y las contráctiles miosina de cadena pesada (MCP) y actina. Las más importantes del músculo que participan en la contracción son la MCP y la actina. Estudios revelaron que la VSF de la miosina de cadena pesada era más baja en individuos mayores, mientras que la VSF de las proteínas sarcoplásmicas no estaba deteriorada (Balagopal P, Rooyackers OE, Adey DB, et al., 1996). Además, se encontró un descenso en la fuerza del músculo con la edad y se correlacionaba con un descenso en VSF de las proteínas del tejido muscular (Balagopal P, Rooyackers OE, Adey DB, et al., 1996). Este descenso en la VSF de la miosina de cadena pesada estaba relacionado con la edad, es decir, disminuía progresivamente desde alrededor de los 20 años para los 50 y agravábase de allí para los 80.
Como podemos apreciar, la sarcopenia tiene una manifestación tardía por sus repercusiones sistémicas, pero sus inicios son bastante más tempranos. Es por ello que la atención de la fuerza en los jóvenes, con ejercicios adecuados y adaptados, resulta en una inversión en salud también a futuro. No es nuevo ni desconocido que justamente los entrenamientos de fuerza a intensidades elevadas son los únicos métodos que actúan sobre la síntesis de las diferentes formas de miosina. Pues con una ajustada estrategia evolutiva de planificación de dicha cualidad bien podemos estar resguardando al organismo de aquellos deterioros propios de la edad, pero no exclusivos ni mucho menos excluyentes.
Tanto el tejido conjuntivo de sostén como la grasa aumentan con los años, por lo que la sarcopenia solo se puede definir como un proceso de reducción en el número o las dimensiones de las fibras. En cuanto al número, según Lexell y col, la disminución de las miofibrillas comienza alrededor de los 25 años de suerte tal que al llegar a los 80 años de edad, la merma está en torno al 40%, con una media de un 8 a 10% por año. Un simple análisis permite advertir que alrededor de los 50 años la pérdida ya ronda el 20%. Merecería aquí considerarse que justamente entre los 30 y los 50 años de vida, las personas procuran alcanzar sus máximos rendimientos profesionales, sociales y económicos, algo que por lo general los compromete con un nivel de vida bastante más cercano al sedentarismo por el consumo de tiempo que implican ese tipo de conquistas. Muchas horas de trabajo y escasa o nula dedicación al cuerpo, tanto en lo inherente a actividad física como con el control nutricional, son las dominantes (a veces por propia elección) en estas dos décadas de nuestra vida. Es quizás en esta fase etaria donde se aproximan con mayor peligro la sarcopenia y el exceso de peso graso. Basta observar las figuras siguientes en lo que respecta a la evolución del peso corporal así como el incremento en las comidas con alto tenor graso en los últimos decenios, para dimensionar la problemática. Allí apreciamos como el exceso de peso graso va de menor a mayor desde los países menos desarrollados a los más ricos (Figura 1) y también se observa (Figura 2) que el contenido de grasas en la alimentación aumenta con los ingresos económicos, aun en los países pobres.
Las proteínas del tejido muscular incluyen, básicamente, las estructurales o sarcoplásmicas, y las contráctiles miosina de cadena pesada (MCP) y actina. Las más importantes del músculo que participan en la contracción son la MCP y la actina. Estudios revelaron que la VSF de la miosina de cadena pesada era más baja en individuos mayores, mientras que la VSF de las proteínas sarcoplásmicas no estaba deteriorada (Balagopal P, Rooyackers OE, Adey DB, et al., 1996). Además, se encontró un descenso en la fuerza del músculo con la edad y se correlacionaba con un descenso en VSF de las proteínas del tejido muscular (Balagopal P, Rooyackers OE, Adey DB, et al., 1996). Este descenso en la VSF de la miosina de cadena pesada estaba relacionado con la edad, es decir, disminuía progresivamente desde alrededor de los 20 años para los 50 y agravábase de allí para los 80.
Como podemos apreciar, la sarcopenia tiene una manifestación tardía por sus repercusiones sistémicas, pero sus inicios son bastante más tempranos. Es por ello que la atención de la fuerza en los jóvenes, con ejercicios adecuados y adaptados, resulta en una inversión en salud también a futuro. No es nuevo ni desconocido que justamente los entrenamientos de fuerza a intensidades elevadas son los únicos métodos que actúan sobre la síntesis de las diferentes formas de miosina. Pues con una ajustada estrategia evolutiva de planificación de dicha cualidad bien podemos estar resguardando al organismo de aquellos deterioros propios de la edad, pero no exclusivos ni mucho menos excluyentes.
Tanto el tejido conjuntivo de sostén como la grasa aumentan con los años, por lo que la sarcopenia solo se puede definir como un proceso de reducción en el número o las dimensiones de las fibras. En cuanto al número, según Lexell y col, la disminución de las miofibrillas comienza alrededor de los 25 años de suerte tal que al llegar a los 80 años de edad, la merma está en torno al 40%, con una media de un 8 a 10% por año. Un simple análisis permite advertir que alrededor de los 50 años la pérdida ya ronda el 20%. Merecería aquí considerarse que justamente entre los 30 y los 50 años de vida, las personas procuran alcanzar sus máximos rendimientos profesionales, sociales y económicos, algo que por lo general los compromete con un nivel de vida bastante más cercano al sedentarismo por el consumo de tiempo que implican ese tipo de conquistas. Muchas horas de trabajo y escasa o nula dedicación al cuerpo, tanto en lo inherente a actividad física como con el control nutricional, son las dominantes (a veces por propia elección) en estas dos décadas de nuestra vida. Es quizás en esta fase etaria donde se aproximan con mayor peligro la sarcopenia y el exceso de peso graso. Basta observar las figuras siguientes en lo que respecta a la evolución del peso corporal así como el incremento en las comidas con alto tenor graso en los últimos decenios, para dimensionar la problemática. Allí apreciamos como el exceso de peso graso va de menor a mayor desde los países menos desarrollados a los más ricos (Figura 1) y también se observa (Figura 2) que el contenido de grasas en la alimentación aumenta con los ingresos económicos, aun en los países pobres.
NIVELES DE EXIGENCIA EN EL AMBITO DE LA FUERZA
En el análisis de la actividad física conveniente para el abordaje de la sarcopenia, los ejercicios de elección que están formulados deben caracterizarse por su alta intensidad y corta duración. Las tradicionales propuestas como por ejemplo la natación, la marcha o la bicicleta están desaconsejadas sencillamente por no poder alcanzar a través de ellas el umbral mínimo de exigencia capaz de estimular la biosíntesis proteica, requisito indispensable para contrarrestarla Resulta hasta obvio recordar a esta altura sobre la prudencia que deberá tenerse cuando se pretende dosificar las cargas de trabajo físico en las personas que padecen esta problemática por cuanto en un principio no estarán aptas para tolerar ciertos esfuerzos. La lenta progresión tanto en volumen como en intensidad deberá regir nuestro proceso y planificar, si se quiere, un mesociclo de al menos tres meses dentro de esfuerzos que no superen el 30% a 40% de 1MR (fase adaptativa) para luego sí aspirar (también con cautela y graduación acorde a las posibilidades) a los niveles de exigencias aconsejados, los que deben ubicarse alrededor del 70% de 1MR.
NUTRICIÓN Y RESPUESTAS HORMONALES
Las hormonas regulan casi cada proceso fisiológico en el cuerpo. Metabólicamente, las hormonas regulan la síntesis y la interrupción de proteínas, carbohidratos y lípidos. Así, las hormonas juegan un papel integral en la regulación de genes, coordinación de la selección de combustible y la división de sustancias nutritivas, que con el tiempo se convierten en tejido magro y adiposo. El impacto de hormonas en el mediar de los efectos de nutrición sobre respuestas agudas y crónicas al ejercicio de fuerza mal es entendido y requiere la remota investigación en el nivel celular donde la señal en el receptor y el nivel génico inicia la cascada de acontecimientos que conducen al aumento de proteína. Un primer punto de entendimiento es como la entrada alimenticia afecta en general y en particular la resistencia hormonas inducidas por ejercicio como la insulina, la hormona de crecimiento (GH), el factor-I de crecimiento parecido a una insulina (IGF-I), testosterona, y cortisol porque estas hormonas tienen papeles principales en la regulación de proteína, carbohidratos y en el metabolismo de los lípidos.
LOS EFECTOS AGUDOS DE PROTEÍNA Y ENTRADA DE HIDRATO DE CARBONO SOBRE METABOLISMO DE HIDRATO DE CARBONO
Varios estudios han mostrado que el glucógeno muscular para ser agotado se debe trabajar en el 30-40 % después del ejercicio de fuerza (43,49,51), sobre todo en las fibras de tipo II. En las fibras de tipo II, el agotamiento de glucógeno puede limitar el funcionamiento durante el volumen grande y/o entrenamientos de intensidad o cuando múltiples entrenamientos son realizados en un día solo. La nueva síntesis de glucógeno es lenta a no ser que se proporcionen hidratos de carbono después del ejercicio. Sujeta quien recibió un suplemento de hidrato de carbono (1.5 g·kg 1 masa de cuerpo) inmediatamente y 1 h después de un entreno fuerza tenía las tasas considerablemente mayores de nueva síntesis de glucógeno durante la inicial 2 h de recuperación comparada con el placebo (el agua). Después de 6 h, el glucógeno muscular fue restaurado al 91 % y el 75 % de preejercicio con el hidrato de carbono y pruebas de agua, respectivamente (43).
Nada más lejos, la tasa de nueva síntesis de glucógeno después del ejercicio de fuerza era similar cuando eran consumidos hidratos de carbono o una bebida surtida (hidrato de carbono, la proteína, y la grasa). Así, la proteína y la grasa no aparecen interferir con la nueva síntesis glucogénica y pueden ayudar en otros procesos como el suministro de aminoácidos necesarios para la incorporación en proteínas de músculo o realzar el balance hormonal.
Comparado con el placebo (agua), la ingesta de hidratos de carbono (1 g·kg 1 masa de cuerpo) antes y cada 10 minutos durante el ejercicio de fuerza atenuó la disminución en el glucógeno muscular. Haff et al. (23) examinó los efectos de suplementación de hidratos de carbono (0.3 g·kg 1 masa de cuerpo) o el placebo sobre la capacidad de realizar múltiples series de sentadilla durante una segunda sesión de entrenamiento en un mismo día. Una sesión de ejercicio de fuerza de glycogen-agotamiento (15 repeticiones de varias series de sentadilla) fue realizada por la mañana y luego 4 h más tarde se requirió a los sujetos realizar sentadillas hasta el agotamiento (las series de 10 repeticiones en el 55 % de 1RM con la recuperación de 3 minutos entre series).
Comparado con el placebo, la suplementación de carbohidratos mejoró considerablemente el número de series (18.7± 4.8 contra 11.3±2.7), el número de repeticiones (199±47 contra 131±27), y la duración (78±19 contra 46±9 minutos). En resumen, la suplementación de carbohidratos (antes, durante, y después de un entreno de fuerza) pueda retrasar la tasa de agotamiento del glucógeno muscular durante el ejercicio (22) y apresurar la tasa de resíntesis de glucógeno después del ejercicio (43,51), que puede acrecentar la ejecución.
Esta afectación sobre el glucógeno es alcanzado probablemente por el aumento de la disponibilidad de glucosa y por la afectación a hormonas como la insulina, que puede apresurar procesos importantes relacionados con al resíntesis de glucógeno (p. ej., glycogen synthase).
Nada más lejos, la tasa de nueva síntesis de glucógeno después del ejercicio de fuerza era similar cuando eran consumidos hidratos de carbono o una bebida surtida (hidrato de carbono, la proteína, y la grasa). Así, la proteína y la grasa no aparecen interferir con la nueva síntesis glucogénica y pueden ayudar en otros procesos como el suministro de aminoácidos necesarios para la incorporación en proteínas de músculo o realzar el balance hormonal.
Comparado con el placebo (agua), la ingesta de hidratos de carbono (1 g·kg 1 masa de cuerpo) antes y cada 10 minutos durante el ejercicio de fuerza atenuó la disminución en el glucógeno muscular. Haff et al. (23) examinó los efectos de suplementación de hidratos de carbono (0.3 g·kg 1 masa de cuerpo) o el placebo sobre la capacidad de realizar múltiples series de sentadilla durante una segunda sesión de entrenamiento en un mismo día. Una sesión de ejercicio de fuerza de glycogen-agotamiento (15 repeticiones de varias series de sentadilla) fue realizada por la mañana y luego 4 h más tarde se requirió a los sujetos realizar sentadillas hasta el agotamiento (las series de 10 repeticiones en el 55 % de 1RM con la recuperación de 3 minutos entre series).
Comparado con el placebo, la suplementación de carbohidratos mejoró considerablemente el número de series (18.7± 4.8 contra 11.3±2.7), el número de repeticiones (199±47 contra 131±27), y la duración (78±19 contra 46±9 minutos). En resumen, la suplementación de carbohidratos (antes, durante, y después de un entreno de fuerza) pueda retrasar la tasa de agotamiento del glucógeno muscular durante el ejercicio (22) y apresurar la tasa de resíntesis de glucógeno después del ejercicio (43,51), que puede acrecentar la ejecución.
Esta afectación sobre el glucógeno es alcanzado probablemente por el aumento de la disponibilidad de glucosa y por la afectación a hormonas como la insulina, que puede apresurar procesos importantes relacionados con al resíntesis de glucógeno (p. ej., glycogen synthase).
LOS EFECTOS AGUDOS DE LA INGESTA DE CARBOHIDRATOS Y PROTEÍNA SOBRE EL METABOLISMO DE LAS PROTEÍNAS
El ejercicio de fuerza estimula el anabolismo y catabolismo de las proteínas, el equilibrio que determina la respuesta anabólica de músculo al ejercicio de fuerza. Se ha demostrado que la alimentación pasa a ser un método simple y eficaz para cambiar las tasas de síntesis de proteína (55). La ingesta de aminoácidos o la administración exógena de aminoácidos con o sin el carbohidrato estimuló la síntesis de proteína después del ejercicio (2,4,45,59). Comparado con el placebo, la ingesta de carbohidratos (1 g glucose·kg_1 la masa de cuerpo) inmediatamente 1 hora después del entreno de ejercicio de fuerza provocó un aumento de la glucosa en plasma y la insulina, disminuyó la interrupción de proteína miofibrillar y la excreción de nitrógeno de urea, y ligeramente aumentó la proteína de músculo fraccionaria la tasa sintética (50).
Estos efectos favorables de la ingesta de carbohidratos en el balance proteico fueron atribuidos a una simple redistribución de la regularidad de la entrada de energía habitual dietética del sujeto. El consumo tanto de proteína como de carbohidrato causa aún mayores efectos sobre el equilibrio de proteína.
Cuando se da un suplemento de proteína y carbohidrato (6gr aminoácidos esenciales y 35gr de sacarosa) entre 1 y 3 horas después del entrenamiento de fuerza, la síntesis proteica del organismo alcanza unos valores que rondan el 400% por encima de su acción en la fase de preejercicio.
El consumo de esta misma proteína y el suplemento de carbohidrato inmediatamente antes del ejercicio causó la entrega de aminoácido aumentada al músculo y la mayor síntesis de proteína de músculo neta comparada con el consumo del suplemento en varias veces después del ejercicio (58). Estos efectos eran evidentes tanto en hombres como en mujeres. En el resumen, aparece una interacción entre la disponibilidad aumentada de aminoácidos y la insulina aumentada después del ejercicio y la regularidad de ingestión de suplemento (p. ej., inmediatamente antes de que el ejercicio) pueda ser importante para maximizar la respuesta anabólica (58).
El consumo de un suplemento de carbohidrato-proteína de vez en cuando alrededor del ejercicio (p. ej., inmediatamente antes e inmediatamente después del ejercicio) puede proporcionar la situación ideal anabólica para el crecimiento de músculo.
La composición de aminoácido es una consideración importante examinando los efectos de alimentación de proteína. Han mostrado aminoácidos esenciales para ser los reguladores primarios de síntesis de proteína de músculo con poca contribución de aminoácidos no esenciales (54,59,60).
Los aminoácidos de doble cadena, en particular leucina, parecen ser los estimuladores más importantes de síntesis de proteína del músculo esquelético (31). El trabajo reciente indicó que los aminoácidos esenciales a nivel extracelular en la sangre son los que regulan la síntesis de proteína de músculo a diferencia de aminoácidos intramusculares (8). Ciertos aminoácidos también pueden regular la interrupción de proteína (30); sin embargo, estos parecen ser menos importantes en la magnitud que aquellos controlando la síntesis de proteína en las concentraciones fisiológicas de aminoácidos.
Estos efectos favorables de la ingesta de carbohidratos en el balance proteico fueron atribuidos a una simple redistribución de la regularidad de la entrada de energía habitual dietética del sujeto. El consumo tanto de proteína como de carbohidrato causa aún mayores efectos sobre el equilibrio de proteína.
Cuando se da un suplemento de proteína y carbohidrato (6gr aminoácidos esenciales y 35gr de sacarosa) entre 1 y 3 horas después del entrenamiento de fuerza, la síntesis proteica del organismo alcanza unos valores que rondan el 400% por encima de su acción en la fase de preejercicio.
El consumo de esta misma proteína y el suplemento de carbohidrato inmediatamente antes del ejercicio causó la entrega de aminoácido aumentada al músculo y la mayor síntesis de proteína de músculo neta comparada con el consumo del suplemento en varias veces después del ejercicio (58). Estos efectos eran evidentes tanto en hombres como en mujeres. En el resumen, aparece una interacción entre la disponibilidad aumentada de aminoácidos y la insulina aumentada después del ejercicio y la regularidad de ingestión de suplemento (p. ej., inmediatamente antes de que el ejercicio) pueda ser importante para maximizar la respuesta anabólica (58).
El consumo de un suplemento de carbohidrato-proteína de vez en cuando alrededor del ejercicio (p. ej., inmediatamente antes e inmediatamente después del ejercicio) puede proporcionar la situación ideal anabólica para el crecimiento de músculo.
La composición de aminoácido es una consideración importante examinando los efectos de alimentación de proteína. Han mostrado aminoácidos esenciales para ser los reguladores primarios de síntesis de proteína de músculo con poca contribución de aminoácidos no esenciales (54,59,60).
Los aminoácidos de doble cadena, en particular leucina, parecen ser los estimuladores más importantes de síntesis de proteína del músculo esquelético (31). El trabajo reciente indicó que los aminoácidos esenciales a nivel extracelular en la sangre son los que regulan la síntesis de proteína de músculo a diferencia de aminoácidos intramusculares (8). Ciertos aminoácidos también pueden regular la interrupción de proteína (30); sin embargo, estos parecen ser menos importantes en la magnitud que aquellos controlando la síntesis de proteína en las concentraciones fisiológicas de aminoácidos.
martes, 25 de noviembre de 2008
Economía de la Carrera
Usted los ha visto anteriormente, la gracia de los corredores que parecen deslizarse sin esfuerzo sobre el pavimento, y comúnmente primeros en la línea de llegada. Siempre se preguntó ¿qué es lo que hace que estos corredores se vean tan bien?. La respuesta es la economía de carrera, o simplemente, una forma eficiente de correr. Para alcanzar esto se requiere un equilibrio armónico entre los brazos, el tronco, la musculatura central y las piernas. Cada grupo muscular debe realizar su trabajo apropiadamente ya que la descompensación podría provocar un gasto energético extra o una lesión. Mientras que la genética tiene un gran papel en la estructuración de su cuerpo, cualquiera puede mejorar lo que tiene con un poco de entrenamiento técnico y entrenamiento de la fuerza específico. En este artículo vamos a discutir acerca de la forma mas eficiente de carrera, de los errores en la forma, que significan y como corregirlos mediante el entrenamiento con ejercicios específicos para el fortalecimiento. El resultado final será una mejora en la economía de carrera lo cual llevará a una mejora en el rendimiento y a evitar lesiones.
LA FORMA PERFECTA DE CORRER
Para el propósito de este artículo no vamos a discutir sobre lo que es la forma perfecta de correr, sino que en cambio nos enfocaremos en hacer que su forma de correr sea mas eficiente. Su forma individual de correr es literalmente el reflejo de cómo su cuerpo está estructurado y de cuan bien trabaja en conjunto. Con respecto a esto dos personas nunca se verán exactamente iguales en su forma de correr. Sin embargo, dos formas eficientes de correr tendrán características básicas similares en cuanto a simetría y fuerza. Mientras que estas dos características están estrechamente unidas, la que tendrá mayor impacto sobre la forma de carrera es la fuerza. De esta manera la forma perfecta de la carrera es simplemente tener la suficiente fuerza como para controlar su cuerpo de la manera mas eficiente posible.
EL SOBRENTRENAMIENTO DE ORIGEN SIMPATICO Y PARASIMPATICO
Se han descrito dos tipos de sobrentrenamiento: el simpático y el parasimpático (10).
En el primer tipo de sobrentrenamiento la actividad simpática esta aumentada en reposo. Ejemplos de ésto son aumento de la frecuencia cardíaca, disminución del apetito y del peso corporal. Derevenko y colaboradores (5), sin embargo, no observaron un aumento de la frecuencia cardíaca de reposo en atletas con sobrentrenamiento. Los atletas sobrentrenados pueden presentar fatiga no sólo durante el ejercicio, sino también durante el reposo. Además, se recuperan más lentamente y pueden sentirse exhaustos durante varias horas después de un ejercicio. Síntomas adicionales de sobrentrenamiento simpático son un aumento de la irritabilidad, excitación, modificación de los patrones del sueño y labilidad emocional (11, 13, 19, 26).En muchos casos los atletas disminuyen el deseo de competencia y el entusiasmo por entrenar (9). La disminución de la frecuencia cardíaca después del ejercicio puede estar retardada (26).
La presión sanguínea de reposo está aumentada frecuentemente (18), pero en algunos casos puede estar disminuida. El retorno de la presión sanguínea a los niveles de reposo después del ejercicio está retrasada. Además, los atletas pueden sufrir de hipotensión postural exagerada y dolor muscular (21, 22, 23,26), y presentan un aumento en la incidencia de lesiones (18). Sin embargo, no está claro si este fenómeno es primariamente causado por cargas de entrenamiento demasiado altas o es debido a una lenta recuperación (o ambas a la vez).Además, algunas veces, el sobrentrenamiento se asocia con dolor de cabeza, fiebre, reacciones alérgicas e infecciones (4, 16).La Tabla 1 resume los principales síntomas y del sobrentrenamiento de origen simpático.
En el primer tipo de sobrentrenamiento la actividad simpática esta aumentada en reposo. Ejemplos de ésto son aumento de la frecuencia cardíaca, disminución del apetito y del peso corporal. Derevenko y colaboradores (5), sin embargo, no observaron un aumento de la frecuencia cardíaca de reposo en atletas con sobrentrenamiento. Los atletas sobrentrenados pueden presentar fatiga no sólo durante el ejercicio, sino también durante el reposo. Además, se recuperan más lentamente y pueden sentirse exhaustos durante varias horas después de un ejercicio. Síntomas adicionales de sobrentrenamiento simpático son un aumento de la irritabilidad, excitación, modificación de los patrones del sueño y labilidad emocional (11, 13, 19, 26).En muchos casos los atletas disminuyen el deseo de competencia y el entusiasmo por entrenar (9). La disminución de la frecuencia cardíaca después del ejercicio puede estar retardada (26).
La presión sanguínea de reposo está aumentada frecuentemente (18), pero en algunos casos puede estar disminuida. El retorno de la presión sanguínea a los niveles de reposo después del ejercicio está retrasada. Además, los atletas pueden sufrir de hipotensión postural exagerada y dolor muscular (21, 22, 23,26), y presentan un aumento en la incidencia de lesiones (18). Sin embargo, no está claro si este fenómeno es primariamente causado por cargas de entrenamiento demasiado altas o es debido a una lenta recuperación (o ambas a la vez).Además, algunas veces, el sobrentrenamiento se asocia con dolor de cabeza, fiebre, reacciones alérgicas e infecciones (4, 16).La Tabla 1 resume los principales síntomas y del sobrentrenamiento de origen simpático.
ALTERACIONES HORMONALES EN EL SOBRENTRENAMIENTO
Barron y colaboradores (1) reportaron una respuesta disminuida de la ACTH (adrenocorticotrofina), cortisol, hormona del crecimiento y prolactina a la hipoglicemia inducida por insulina en atletas sobrentrenados.
Kereszty (12) reportó bajos niveles de glucosa y una baja curva de tolerancia a la glucosa en el tipo de sobrentrenamiento parasimpático. Estos hallazgos demuestran un metabolismo glúcido alterado en deportistas sobrentrenados.
El sobrentrenamiento prolongado también se ha relacionado con hipofunción adrenocortical (27). La actividad simpatoadrenal disminuye por debajo de los niveles normales, mientras que la actividad del sistema colinérgico permanece disminuida (27).
En el tipo de sobrentrenamiento simpático la tasa metabólica basal está aumentada y existe un balance nitrogenado negativo, lo que se refleja en un estado catabólico.
Estos hallazgos indican que el sobrentrenamiento se asocia con una disfunción del sistema endocrino y del sistema nervioso autónomo (SNA).
Se ha sugerido que en el sobrentrenamiento, el desorden neuroendocrino es producto de una disfunción hipotalámica más que una mal función primaria de las glándulas hormonales periféricas (1). Sin embargo, Persson y colaboradores (25), reportaron una respuesta adrenal disminuida a la ACTH en caballos con sobrentrenamiento. Se atribuyó el sobrentrenamiento en caballos, a un estado de fatiga de glándulas adrenales. Sin embargo, en un estudio prospectivo realizado también en caballos, se encontró una respuesta adrenal normal en relación a la ACTH, en un estado avanzado de sobrentrenamiento (15).
Kereszty (12) reportó bajos niveles de glucosa y una baja curva de tolerancia a la glucosa en el tipo de sobrentrenamiento parasimpático. Estos hallazgos demuestran un metabolismo glúcido alterado en deportistas sobrentrenados.
El sobrentrenamiento prolongado también se ha relacionado con hipofunción adrenocortical (27). La actividad simpatoadrenal disminuye por debajo de los niveles normales, mientras que la actividad del sistema colinérgico permanece disminuida (27).
En el tipo de sobrentrenamiento simpático la tasa metabólica basal está aumentada y existe un balance nitrogenado negativo, lo que se refleja en un estado catabólico.
Estos hallazgos indican que el sobrentrenamiento se asocia con una disfunción del sistema endocrino y del sistema nervioso autónomo (SNA).
Se ha sugerido que en el sobrentrenamiento, el desorden neuroendocrino es producto de una disfunción hipotalámica más que una mal función primaria de las glándulas hormonales periféricas (1). Sin embargo, Persson y colaboradores (25), reportaron una respuesta adrenal disminuida a la ACTH en caballos con sobrentrenamiento. Se atribuyó el sobrentrenamiento en caballos, a un estado de fatiga de glándulas adrenales. Sin embargo, en un estudio prospectivo realizado también en caballos, se encontró una respuesta adrenal normal en relación a la ACTH, en un estado avanzado de sobrentrenamiento (15).
DIAGNOSTICO DEL SOBRENTRENAMIENTO
Desafortunadamente, en la actualidad no existen pruebas de diagnóstico específicas, sensibles y simples, disponibles para diagnosticar el sobrentrenamiento.
Como ya se mencionara, el sobrentrenamiento puede aparecer cuando disminuye el rendimiento debido a un aumento de la fatiga, a pesar de un entrenamiento normal. Además, el atleta puede demostrar otros cambios en las características físicas y/ o conductuales.
El monitoreo de variables como peso corporal, frecuencia cardíaca de reposo y rendimiento pueden ayudar a completar el diagnóstico del sobrentrenamiento.
Con el sobrentrenamiento las inmunoglobinas plasmáticas, hemoglobina, hematocrito y glóbulos rojos pueden estar disminuidos, mientras que la actividad de la fosfocreatina plasmática puede estar aumentada.
También las respuestas de ACTH, hormona del crecimiento, cortisol y prolactina, después de la hipoglicemia inducida por insulina, pueden estar afectadas (l).
Las pruebas de esfuerzo revelan una capacidad de trabajo físico máximo disminuida y menores niveles de lactato plasmático (13).
La cronaxia a la estimulación nerviosa puede estar reducida, indicando un estado excitatorio o disminuido. En conclusión, el diagnóstico de sobrentrenamiento está primariamente basado en la historia médica y en los síntomas físicos y psicológicos típicos.
Las pruebas de laboratorio de rutina, en general, no son capaces de demostrar cambios específicos y significativos (13).
Como ya se mencionara, el sobrentrenamiento puede aparecer cuando disminuye el rendimiento debido a un aumento de la fatiga, a pesar de un entrenamiento normal. Además, el atleta puede demostrar otros cambios en las características físicas y/ o conductuales.
El monitoreo de variables como peso corporal, frecuencia cardíaca de reposo y rendimiento pueden ayudar a completar el diagnóstico del sobrentrenamiento.
Con el sobrentrenamiento las inmunoglobinas plasmáticas, hemoglobina, hematocrito y glóbulos rojos pueden estar disminuidos, mientras que la actividad de la fosfocreatina plasmática puede estar aumentada.
También las respuestas de ACTH, hormona del crecimiento, cortisol y prolactina, después de la hipoglicemia inducida por insulina, pueden estar afectadas (l).
Las pruebas de esfuerzo revelan una capacidad de trabajo físico máximo disminuida y menores niveles de lactato plasmático (13).
La cronaxia a la estimulación nerviosa puede estar reducida, indicando un estado excitatorio o disminuido. En conclusión, el diagnóstico de sobrentrenamiento está primariamente basado en la historia médica y en los síntomas físicos y psicológicos típicos.
Las pruebas de laboratorio de rutina, en general, no son capaces de demostrar cambios específicos y significativos (13).
¿QUE FACTORES CONTRIBUYEN AL SOBRENTRENAMIENTO?
Diversos factores pueden contribuir a la susceptibilidad al sobrentrenamiento. Este estado puede generarse cuando se combinan stress del entrenamiento, medio ambiente, circunstancias profesionales y privadas que exceden la capacidad individual de adaptación. Así, el sobrentrenamiento no está restringido sólo a atletas. También puede encontrarse en situaciones con alto stress mental y/o físico.
El sobrentrenamiento puede resultar por aumento súbito en las cargas de entrenamiento y/o entrenamientos inadecuados, comprometiendo la recuperación y la supercompensación (26).
Al parecer, la susceptibilidad al sobrentrenamiento varía entre los individuos y depende de la capacidad de adaptación del sujeto y de factores exógenos tales como la dieta. Altos volúmenes e intensidades asociados a dieta hipohidrocarbonada generan vaciamiento glucogénico. Quizás ésta sea una importante fuente de estados de sobrentrenamiento; también el bajo nivel glucogénico explicaría los bajos niveles de lactato ante esfuerzos, durante los cuales, el atleta no puede alcanzar intensidades máximas (4).
Los atletas altamente motivados, presentan mayores riesgos de sobrentrenamiento, dado que tienden a entrenar más intensamente y durante mayor tiempo. Sin embargo, en general, la intensidad del entrenamiento (más que la duración) es dentro de las variables del entrenamiento, el principal agente inductor (13).
Una combinación de trabajo intenso excesivo durante períodos prolongados de tiempo, son muchos eventos competitivos y pequeña recuperación entre cada uno de ellos, puede inducir fácilmente estado de sobrentrenamiento.
Aumentos súbitos en la carga de entrenamiento, generalmente resultan en un sobrentrenamiento de tipo simpático (13). Sin embargo, también puede ocurrir un sobrentrenamiento leve en atletas que aumentan gradualmente el entrenamiento o han mantenido una carga constante de entrenamiento.
Los procesos infecciosos (9, 11, 13) pueden aumentar el riesgo de sobrentrenamiento. De hecho, se ha demostrado que las enfermedades infecciosas afectan la función muscular.
Otros factores que pueden aumentar el riesgo de sobrentrenamiento son la deficiencia calórica e insuficiente consumo de carbohidratos. Sin embargo, cuando el consumo de carbohidratos es adecuado, pero consiste en alimentos muy concentrados, puede estar disminuido el consumo de vitaminas, aumentando el riesgo de sobrentrenamiento.
Existen algunas evidencias que señalan que el stress de calor (especialmente el calor seco), puede aumentar la susceptibilidad al sobrentrenamiento y puede fatigar las glándulas suprarrenales (11, 12).
Los factores emocionales también pueden ser importantes en la inducción del sobrentrenamiento (11,13). La monotonía del entrenamiento, problemas personales y emocionales, o conflictos, demandas emocionales de exámenes o relativos a la profesión, frecuentemente propenden al sobrentrenamiento (9, 11,13).
El temor al fracaso, el fracaso competitivo, las excesivas expectativas del entrenador o del público y las demandas de la competencia "per se", son otras fuentes de stress emocional intolerable (9).
El sobrentrenamiento puede resultar por aumento súbito en las cargas de entrenamiento y/o entrenamientos inadecuados, comprometiendo la recuperación y la supercompensación (26).
Al parecer, la susceptibilidad al sobrentrenamiento varía entre los individuos y depende de la capacidad de adaptación del sujeto y de factores exógenos tales como la dieta. Altos volúmenes e intensidades asociados a dieta hipohidrocarbonada generan vaciamiento glucogénico. Quizás ésta sea una importante fuente de estados de sobrentrenamiento; también el bajo nivel glucogénico explicaría los bajos niveles de lactato ante esfuerzos, durante los cuales, el atleta no puede alcanzar intensidades máximas (4).
Los atletas altamente motivados, presentan mayores riesgos de sobrentrenamiento, dado que tienden a entrenar más intensamente y durante mayor tiempo. Sin embargo, en general, la intensidad del entrenamiento (más que la duración) es dentro de las variables del entrenamiento, el principal agente inductor (13).
Una combinación de trabajo intenso excesivo durante períodos prolongados de tiempo, son muchos eventos competitivos y pequeña recuperación entre cada uno de ellos, puede inducir fácilmente estado de sobrentrenamiento.
Aumentos súbitos en la carga de entrenamiento, generalmente resultan en un sobrentrenamiento de tipo simpático (13). Sin embargo, también puede ocurrir un sobrentrenamiento leve en atletas que aumentan gradualmente el entrenamiento o han mantenido una carga constante de entrenamiento.
Los procesos infecciosos (9, 11, 13) pueden aumentar el riesgo de sobrentrenamiento. De hecho, se ha demostrado que las enfermedades infecciosas afectan la función muscular.
Otros factores que pueden aumentar el riesgo de sobrentrenamiento son la deficiencia calórica e insuficiente consumo de carbohidratos. Sin embargo, cuando el consumo de carbohidratos es adecuado, pero consiste en alimentos muy concentrados, puede estar disminuido el consumo de vitaminas, aumentando el riesgo de sobrentrenamiento.
Existen algunas evidencias que señalan que el stress de calor (especialmente el calor seco), puede aumentar la susceptibilidad al sobrentrenamiento y puede fatigar las glándulas suprarrenales (11, 12).
Los factores emocionales también pueden ser importantes en la inducción del sobrentrenamiento (11,13). La monotonía del entrenamiento, problemas personales y emocionales, o conflictos, demandas emocionales de exámenes o relativos a la profesión, frecuentemente propenden al sobrentrenamiento (9, 11,13).
El temor al fracaso, el fracaso competitivo, las excesivas expectativas del entrenador o del público y las demandas de la competencia "per se", son otras fuentes de stress emocional intolerable (9).
¿COMO PREVENIR EL SOBRENTRENAMIENTO?
Una de las medidas más importantes para prevenir el sobrentrenamiento es la construcción de un programa balanceado y de aumento gradual de la carga de trabajo. Los aumentos súbitos del volúmen o intensidad del entrenamiento deberían ser evitados. Un programa de entrenamiento estructurado, en el que varíe el volúmen y la intensidad de entrenamiento en una forma ondulante, es un método recomendado para evitar el sobrentrenamiento.
En general, se recomienda alternar días de trabajo intenso con días de actividades de resistencia, a baja intensidad. Se debe evitar la monotonía del entrenamiento (18). Si el atleta presenta fatiga crónica, se sentirá mejor con un subentrenamiento que con un sobrentrenamiento (26). Pero ocurre, frecuentemente, que los atletas se inclinan por cargas extras de trabajo cuando se siente bien. En este caso, dicha práctica deberá ser evitada, dado que, al parecer, están sólo a un paso del sobrentrenamiento.
En el sobrentrenamiento los niveles plasmáticos de enzimas de origen muscular y la urea pueden estar elevados (9, 13, 21, 23). La determinación regular de hemoglobina, hematocrito y glóbulos rojos pueden detectar modificaciones. Una disminución de la hemoglobina puede ser un índice de sobrentrenamiento (26).
Dado que los niveles hormonales pueden ser alterados después de la sobreestimulación física (27), el monitoreo de niveles plasmáticos de cortisol y hormonas sexuales también pueden indicar sobredemanda.
Otros indicadores de aumento de susceptibilidad al sobrentrenamiento son: disminución del peso corporal, aumento de sed y consumo de fluídos en la tarde y en la noche, menor sueño que el normal y aumento de la frecuencia cardíaca normal en la mañana (26).
Por lo tanto, se recomienda registro de peso frecuente, control de la frecuencia cardíaca de reposo, chequeo del estado de salud general, supervisión de rendimiento y carga de entrenamiento de los deportistas. Las dificultades en completar el entrenamiento en días sucesivos, tensión, dolor muscular y fatiga aumentada se deben interpretar como recuperación insuficiente.
En general, se recomienda alternar días de trabajo intenso con días de actividades de resistencia, a baja intensidad. Se debe evitar la monotonía del entrenamiento (18). Si el atleta presenta fatiga crónica, se sentirá mejor con un subentrenamiento que con un sobrentrenamiento (26). Pero ocurre, frecuentemente, que los atletas se inclinan por cargas extras de trabajo cuando se siente bien. En este caso, dicha práctica deberá ser evitada, dado que, al parecer, están sólo a un paso del sobrentrenamiento.
En el sobrentrenamiento los niveles plasmáticos de enzimas de origen muscular y la urea pueden estar elevados (9, 13, 21, 23). La determinación regular de hemoglobina, hematocrito y glóbulos rojos pueden detectar modificaciones. Una disminución de la hemoglobina puede ser un índice de sobrentrenamiento (26).
Dado que los niveles hormonales pueden ser alterados después de la sobreestimulación física (27), el monitoreo de niveles plasmáticos de cortisol y hormonas sexuales también pueden indicar sobredemanda.
Otros indicadores de aumento de susceptibilidad al sobrentrenamiento son: disminución del peso corporal, aumento de sed y consumo de fluídos en la tarde y en la noche, menor sueño que el normal y aumento de la frecuencia cardíaca normal en la mañana (26).
Por lo tanto, se recomienda registro de peso frecuente, control de la frecuencia cardíaca de reposo, chequeo del estado de salud general, supervisión de rendimiento y carga de entrenamiento de los deportistas. Las dificultades en completar el entrenamiento en días sucesivos, tensión, dolor muscular y fatiga aumentada se deben interpretar como recuperación insuficiente.
¿COMO TRATAR EL SOBRENTRENAMIENTO?
La detección temprana del sobrentrenamiento es importante, dado que el tiempo necesario para la recuperación es proporcional al estado de sobrentrenamiento. Dado que los mecanismos fisiopatológicos involucrados en el sobrentrenamiento son ampliamente desconocidos, el tratamiento es de carácter empírico más que científico. En el sobrentrenamiento de corta duración, el entrenamiento debería ser interrumpido por tres a cinco días (4). Después de este período de reposo, el entrenamiento debe ser reducido, disminuyendo el volúmen total y manteniendo la intensidad para no perder las adaptaciones.
Cada sesión de entrenamiento debería ser alternada con un día de descanso.
Cuando el atleta está muy sobrentrenado, el entrenamiento debe ser disminuido drásticamente. Tampoco podrá participar en las competencias hasta que haya ocurrido la recuperación (18). Se recomiendan suficientes períodos de reposo, sueno, relajación y nutrición adecuada (11, 13, 18).
En el caso de desórdenes del sueño se ha considerado el apoyo de administración de sedantes (11, 18). También se han comunicado resultados favorables con la administración de esteroides anabolizantes en atletas sobrentrenados (12). No existen otros estudios que confirmen este tratamiento.
Cada sesión de entrenamiento debería ser alternada con un día de descanso.
Cuando el atleta está muy sobrentrenado, el entrenamiento debe ser disminuido drásticamente. Tampoco podrá participar en las competencias hasta que haya ocurrido la recuperación (18). Se recomiendan suficientes períodos de reposo, sueno, relajación y nutrición adecuada (11, 13, 18).
En el caso de desórdenes del sueño se ha considerado el apoyo de administración de sedantes (11, 18). También se han comunicado resultados favorables con la administración de esteroides anabolizantes en atletas sobrentrenados (12). No existen otros estudios que confirmen este tratamiento.
Suplementación de Carbohidratos durante el Ejercicio Eduard F. Coyle1
El glucógeno muscular y la glucosa del plasma son oxidados por el músculo esquelético para proveer la energía de los carbohidratos necesaria para realizar ejercicio enérgicamente durante varias horas (por ejemplo, al 70 % del consumo máximo de O2). Al incrementarse la duración del ejercicio hay un cambio progresivo del aporte de glucógeno muscular hacia la glucosa de la sangre. La concentración de glucosa en la sangre declina hasta niveles de hipoglicemia (por ejemplo, 2.5 mmol/1), en ciclistas bien entrenados después de ± 3 h de ejercicio y esto parece causar fatiga muscular al reducir la contribución de glucosa de la sangre al metabolismo de oxidación. La alimentación con carbohidratos durante el ejercicio retrasa la fatiga de 30 a 60 min, aparentemente al mantener la concentración de glucosa de la sangre y el porcentaje de oxidación de carbohidratos necesarios para ejercitarse enérgicamente. Los alimentos carbohidratados no ahorran la utilización de glucógeno muscular. Se usa muy poco glucógeno muscular para la producción de energía energía, durante un período de 3 - 4 hs de ejercicio prolongado, cuando se ingirieron carbohidratos, sugiriendo que la glucosa de la sangre es la fuente predominante de carbohidratos. En este momento, el suministro de glucosa exógena excede 1 g/min (por ejemplo, l6 mg/kg/min), como lo evidencia la observación de que una infusión intravenosa de glucosa a esta tasa, es requerida para mantener la glucosa de la sangre a 5 mmol/L. De todos modos, en ese momento, este grupo de ciclistas no pueden ejercitarse más intensamente que al 74 % de su consumo máximo de O2, sugiriendo un límite para la tasa a la cual la glucosa de la sangre puede ser usada para energía. Es importante darse cuenta que la suplementación carbohidratada durante el ejercicio retrasa la fatiga por 30-60 min, pero no previene la fatiga. En conclusión, la fatiga durante el ejercicio exhaustivo prolongado se debe, a menudo, a una inadecuada oxidación de carbohidratos. Esto es, en parte, el resultado de una hipoglicemia, lo cual limita la oxidación de carbohidratos y causa fatiga muscular. El suministro de carbohidratos durante el ejercicio exhaustivo mantiene la oxidación de glucosa de la sangre y retrasa la fatiga por 30-60 min, pero no previene la fatiga, la cual eventualmente resulta a causa de otros factores, hasta ahora desconocidos.
Entrenamientos a la medida de la sangre
La práctica de un buen entrenamiento, adecuado a las características físicas de cada jugador de fútbol, es una de las claves para que su respuesta en el terreno de juego sea óptima. Roberto Sassi, preparador físico del Chelsea inglés, ha participado en el Congreso Científico Internacional de Fútbol. El organismo de cada futbolista responde de una forma distinta al entrenamiento físico, de manera que se deben individualizar los ejercicios en función de los resultados de los análisis de sangre y no únicamente según los test de campo. Esta es la teoría que ha defendido el italiano Roberto Sassi, preparador físico del Chelsea inglés, durante el Congreso Científico Internacional de Fútbol celebrado en Salamanca. Sassi, que entre otros grandes del fútbol europeo ha trabajado con Claudio Ranieri en el Valencia y en el Atlético de Madrid, ha asegurado que "las variables hematológicas expresan la adaptación de cada jugador a los ejercicios físicos".Partiendo de esta premisa, el preparador italiano considera que no basta con la información que aportan los análisis de frecuencia cardíaca, ácido láctico, electroestimulación o velocidad en carrera, sino que es necesario someter a los jugadores de alta competición a unos controles hematológicos periódicos, y en función de sus resultados establecer un entrenamiento personalizado. Se sustituye por tanto el concepto de entrenamiento largo e intenso por una serie de ejercicios adaptados a la respuesta que el organismo tiene ante el trabajo físico, ya que "el mismo trabajo afecta de manera distinta a cada jugador".Con esta fórmula, según ha dicho Sassi, no sólo se consigue evitar la fatiga física, sino que se pueden prevenir otras complicaciones de tipo más subjetivo asociadas al agotamiento, como el nerviosismo o el insomnio.Este modelo de preparación física aplicado por Roberto Sassi desde que coincidió en España con Jorge Candel, jefe de los servicios médicos del Valencia, define la carga de entrenamiento que precisa cada futbolista en función de los niveles en sangre de urea, amonio, leucocitos, CPK, hierro, ferritina, glóbulos rojos, magnesio, ácido úrico, cortisona, testosterona, hematocrito, hemoglobina, LDH, triglicéridos, colesterol total, y de la relación testosterona/cortisona. Así se define el perfil fisiológico que resulta de la asimilación del entrenamiento y se indivualiza la preparación.Tres gruposEl preparador físico italiano divide todas esas variables en tres grupos que determinan la anemia, el volumen y la intensidad.En el primero se incluyen todos aquellos niveles que indican una modificación de la anemia: hierro, ferritina, glóbulos rojos, hematocrito, hemoglobina, transferrina, MCHC, CHCM, VCM.En el segundo, los que indican variaciones en la absorción del volumen del entrenamiento: urea, amonio, leucocitos, magnesio, hematocrito, hierro, ferritina, CPK, triglicéridos y colesterol total.En el tercero están los que indican la adaptación a la intensidad del entrenamiento: amonio, ácido úrico, CPK, cortisona, testosterona, testosterona/cortisona, noradrenalina, hemoglobina, glóbulos rojos y LDH.Cinco análisisRoberto Sassi, preparador físico del Chelsea inglés, propone realizar un total de cinco análisis de sangre a lo largo de la temporada, uno cada dos meses. Así lo ha aplicado durante los últimos cinco años en los equipos en los que ha estado y, los resultados han sido muy positivos: "Permite tener un control más exhaustivo de cada jugador". A pesar de sus beneficios, Sassi considera que este "modo racional de trabajo se está utilizando en pocos equipos".Según los resultados, los jugadores se dividen en tres grupos: los que presentan algún problema de anemia, los que precisan una reducción del volumen, y los que tengan problemas de intensidad. A cada grupo se le marcan ejercicios distintos y adaptados: a los del primer grupo se les reduce el trabajo de carrera larga, a los que presenten deficiencias de hierro se les reduce la intensidad del trabajo y, a los del tercer grupo se les disminuye el trabajo de sprint.
La toma de hierro es una buena medida profiláctica en deportistas
La administración de hierro por vía oral, junto con la toma de antioxidantes y vitaminas, es una buena medida profiláctica contra la anemia en deportistas de alto nivel. Así ha aconsejado José Calabuig, consultor del Departamento de Cardiología de la Clínica niversitaria de Navarra, que ha participado en el XIX Curso de la Asociación Navarra de Medicina del Deporte, que se ha celebrado en Pamplona. Administrar hierro por vía oral para conseguir un aumento de la hemoglobina, hematocrito y de los hematíes, tiene su efecto a los cuatro meses; por esta razón, José Calabuig, consultor del Departamento de Cardiología de la Clínica Universitaria de Navarra, recomienda la administración de hierro por vía endovenosa, junto con vitamina C, ácido fólico y complejo B1, B6 y B12. En general, aconseja a todos los deportistas de alto nivel que practican ejercicio intenso la toma de antioxidantes. Así lo ha afirmado en una conferencia sobre la anemia en el deporte en el XIX Curso Anamede (Asociación Navarra de Medicina del Deporte) que se ha celebrado en Pamplona.Menos hemoglobina La anemia se ha definido como la disminución de la cantidad total de hemoglobina, que en varones estaría por debajo de 12 gr y en mujeres por debajo de 11. Además de la hemoglobina, es importante tener en cuenta las cifras de hierro en sangre (transferrina ferritina) y de hematocrito -volumen corpuscular medio y hemoglobina corpuscular.- "Los hematólogos no se suelen sentirse sensibilizados ante este tipo de alteraciones hasta que no aparecen hemogramas con hemoglobinas de 9 o de 8". Para el experto, "los especialistas no suelen tener ningún cuidado especial por las personas que practican deporte.En estos casos el único tratamiento que recomiendan es la administración de hierro por vía oral".Según ha afirmado Calabuig, "para valorar cambios en los deportistas es interesante monitorizar desde edades tempranas todos los parámetros relacionados con el hierro -hemogramas, ferritinas, hierros, volúmenes corpusculares medios-, cada dos meses, porque cada deportista va a responder de una manera diferente al ejercicio".Es importante tratar los valores bajos de ferritina, aunque no haya síntomas de anemia. "El hierro se utiliza para, a largo plazo, sintetizar hematíes y a corto plazo, para realizar un esfuerzo físico potente. De hecho, los ciclistas se ponen hierro endovenoso diariamente en etapas muy duras.PseudoanemiaExisten autores que no creen en la existencia de la anemia del deportista y describen el fenómeno de la pseudoanemia. "El ejercicio físico regular provoca un incremento del volumen sanguíneo, es decir un aumento del volumen plasmático entre un 10 y 20 por ciento, y un aumento del volumen de glóbulos rojos. Los dos cambios suponen una mejoría en la capacidad funcional aeróbica máxima.También se ha visto que exposiciones repetidas al calor incrementan el volumen plasmático; en contraposición, la deshidratación reduce el volumen plasmático y la resistencia física"."La pseudoanemia conlleva descensos de la hemoglobina por debajo de los valores normales porque se diluye, pero con niveles de ferritina normales, mientras que la deficiencia de hierro moderada se produce con una ferritina descendida y, sin embargo, la hemoglobina se mantiene normal. Si el volumen sanguíneo permanece constante, se produce una reducción de hemoglobina -lo que sería la anemia-, que provocaría una reducción del rendimiento. Si manteniendo el volumen sanguíneo constante se produce un aumento de la hemoglobina -por ejemplo mediante el doping- También se origina un incremento del consumo de oxígeno y de la potencia aeróbica"."La pseudoanemia -según los autores-, es más frecuente que la pérdida de sangre y se normaliza entre tres y cincos días después de cesar el ejercicio. Además, es importante diferenciarla de la hemólisis mecánica, de los déficits de hierro, de pérdidas gastrointestinales y de pérdidas debidas al sudor o a una pobre absorción del hierro. De cualquier forma, es difícil diagnosticar la anemia y evaluar el tratamiento más adecuado".
La toma de hierro es una buena medida profiláctica en deportistas
La administración de hierro por vía oral, junto con la toma de antioxidantes y vitaminas, es una buena medida profiláctica contra la anemia en deportistas de alto nivel. Así ha aconsejado José Calabuig, consultor del Departamento de Cardiología de la Clínica niversitaria de Navarra, que ha participado en el XIX Curso de la Asociación Navarra de Medicina del Deporte, que se ha celebrado en Pamplona. Administrar hierro por vía oral para conseguir un aumento de la hemoglobina, hematocrito y de los hematíes, tiene su efecto a los cuatro meses; por esta razón, José Calabuig, consultor del Departamento de Cardiología de la Clínica Universitaria de Navarra, recomienda la administración de hierro por vía endovenosa, junto con vitamina C, ácido fólico y complejo B1, B6 y B12. En general, aconseja a todos los deportistas de alto nivel que practican ejercicio intenso la toma de antioxidantes. Así lo ha afirmado en una conferencia sobre la anemia en el deporte en el XIX Curso Anamede (Asociación Navarra de Medicina del Deporte) que se ha celebrado en Pamplona.Menos hemoglobina La anemia se ha definido como la disminución de la cantidad total de hemoglobina, que en varones estaría por debajo de 12 gr y en mujeres por debajo de 11. Además de la hemoglobina, es importante tener en cuenta las cifras de hierro en sangre (transferrina ferritina) y de hematocrito -volumen corpuscular medio y hemoglobina corpuscular.- "Los hematólogos no se suelen sentirse sensibilizados ante este tipo de alteraciones hasta que no aparecen hemogramas con hemoglobinas de 9 o de 8". Para el experto, "los especialistas no suelen tener ningún cuidado especial por las personas que practican deporte.En estos casos el único tratamiento que recomiendan es la administración de hierro por vía oral".Según ha afirmado Calabuig, "para valorar cambios en los deportistas es interesante monitorizar desde edades tempranas todos los parámetros relacionados con el hierro -hemogramas, ferritinas, hierros, volúmenes corpusculares medios-, cada dos meses, porque cada deportista va a responder de una manera diferente al ejercicio".Es importante tratar los valores bajos de ferritina, aunque no haya síntomas de anemia. "El hierro se utiliza para, a largo plazo, sintetizar hematíes y a corto plazo, para realizar un esfuerzo físico potente. De hecho, los ciclistas se ponen hierro endovenoso diariamente en etapas muy duras.PseudoanemiaExisten autores que no creen en la existencia de la anemia del deportista y describen el fenómeno de la pseudoanemia. "El ejercicio físico regular provoca un incremento del volumen sanguíneo, es decir un aumento del volumen plasmático entre un 10 y 20 por ciento, y un aumento del volumen de glóbulos rojos. Los dos cambios suponen una mejoría en la capacidad funcional aeróbica máxima.También se ha visto que exposiciones repetidas al calor incrementan el volumen plasmático; en contraposición, la deshidratación reduce el volumen plasmático y la resistencia física"."La pseudoanemia conlleva descensos de la hemoglobina por debajo de los valores normales porque se diluye, pero con niveles de ferritina normales, mientras que la deficiencia de hierro moderada se produce con una ferritina descendida y, sin embargo, la hemoglobina se mantiene normal. Si el volumen sanguíneo permanece constante, se produce una reducción de hemoglobina -lo que sería la anemia-, que provocaría una reducción del rendimiento. Si manteniendo el volumen sanguíneo constante se produce un aumento de la hemoglobina -por ejemplo mediante el doping- También se origina un incremento del consumo de oxígeno y de la potencia aeróbica"."La pseudoanemia -según los autores-, es más frecuente que la pérdida de sangre y se normaliza entre tres y cincos días después de cesar el ejercicio. Además, es importante diferenciarla de la hemólisis mecánica, de los déficits de hierro, de pérdidas gastrointestinales y de pérdidas debidas al sudor o a una pobre absorción del hierro. De cualquier forma, es difícil diagnosticar la anemia y evaluar el tratamiento más adecuado".
Sarcopenia: Algo más que la disminución de la masa muscular
Durante mucho tiempo los profesionales de la actividad física hemos estado abocados a la tarea de mejorar el perfil muscular, con el afán de aumentar la performance de distintas variables de esfuerzo. Los más diversos métodos han sido puestos en práctica con la intención de diagnosticar, analizar y mejorar las diferentes capacidades físicas para cualificar el rendimiento en cualquiera de sus formas, sea este deportivo o no. Sin embargo, pocas veces reparamos que el tejido muscular, de facto, está íntimamente vinculado a la salud y por ello su conveniente atención podría ayudar grandemente a mejorar la calidad de vida.
En nuestro día a día profesional, es común depositar los objetivos en la atención de los músculos para optimizar las diferentes potencialidades físicas. Sin embargo generalmente no se dimensiona acabadamente lo que representa la masa muscular para la salud en general.
Desde no hace mucho tiempo se viene poniendo un especial énfasis en el análisis de la cantidad de músculo que una persona tiene y su asociación directa o indirecta con diferentes patologías. En este punto justamente, un natural detrimento del tejido muscular ha comenzado a ser visto desde otros aspectos en razón de los intrínsecos vínculos que ello tiene con ciertas patologías en las cuales los músculos son de alguna forma controladores de la homeostasis para que ellas no aparezcan o, si se presentan, su impacto en el organismo sea menor.
En nuestro día a día profesional, es común depositar los objetivos en la atención de los músculos para optimizar las diferentes potencialidades físicas. Sin embargo generalmente no se dimensiona acabadamente lo que representa la masa muscular para la salud en general.
Desde no hace mucho tiempo se viene poniendo un especial énfasis en el análisis de la cantidad de músculo que una persona tiene y su asociación directa o indirecta con diferentes patologías. En este punto justamente, un natural detrimento del tejido muscular ha comenzado a ser visto desde otros aspectos en razón de los intrínsecos vínculos que ello tiene con ciertas patologías en las cuales los músculos son de alguna forma controladores de la homeostasis para que ellas no aparezcan o, si se presentan, su impacto en el organismo sea menor.
La Relevancia del Lactato para el Entrenamiento
Para ganar una medalla en un evento internacional, se requiere en el nadador una capacidad de performance muy alta. Por lo tanto, no sólo es necesario completar una cantidad de trabajo de entrenamiento sino también esforzarse por lograr la más alta efectividad en la preparación. El lactato (La) es, actualmente, la medida más común que nos permite, primero evaluar la performance atlética, y segundo, monitorear el trabajo de entrenamiento. Aunque algunos estudios mostraron las diferentes formas de utilización de los tests de lactato en el campo de la supervisión científica del entrenamiento, la interpretación de los resultados y sus aplicaciones en el entrenamiento son, a menudo, discutibles. En este artículo hemos reunido resultados experimentales de supervisión de entrenamientos de acuerdo al significado de VO2 máximo, tests de lactato y frecuencia cardíaca. Consideraremos la aplicación de estos parámetros para analizar la capacidad de performance del nadador, para predecir óptimas intensidades de entrenamiento, y finalmente, no menos importante, el periodo de entrenamiento entre dos tests. El objeto de este artículo es buscar la aplicación de métodos basados y probados en estudios experimentales. Sólo este camino garantizará un registro objetivo de qué esta pasando durante el entrenamiento y por lo tanto proveerá una asistencia confiable y exitosa al evaluar y ajustar el programa de cada nadador, individualmente.
PASE, TIRO Y HABILIDAD CON BALÓN
Consideramos pase como la acción técnica que permite establecer una relación entre dos o más componentes de un equipo mediante la transmisión del balón por un toque. Es el principio del juego colectivo y nos permite llegar al objetivo previsto en el menor tiempo posible.
El tiro es la acción técnica consistente en todo envío de balón sobre la portería contraria. Acción suprema del fútbol y último golpeo del balón que realiza un atacante sobre la portería adversaria.
Habilidad es la capacidad de dominar el balón por el jugador por suelo o aire mediante más de dos contactos. Puede ser habilidad estática (jugador y balón en el sitio) o habilidad dinámica (jugador y balón en movimiento).
El tiro es la acción técnica consistente en todo envío de balón sobre la portería contraria. Acción suprema del fútbol y último golpeo del balón que realiza un atacante sobre la portería adversaria.
Habilidad es la capacidad de dominar el balón por el jugador por suelo o aire mediante más de dos contactos. Puede ser habilidad estática (jugador y balón en el sitio) o habilidad dinámica (jugador y balón en movimiento).
viernes, 21 de noviembre de 2008
La Fuerza Muscular del Futbolista. Demanda y Respuesta sobre la Fuerza en el Jugador de Fútbol
Milán, Italia.
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Entre los requisitos fisiológicos para practicar el deporte del fútbol, está presente la fuerza; es decir, la posesión de una musculatura de las piernas bien desarrollada, apta para la producción de una alta potencia explosiva y capaz de esfuerzos cortos y muy intensos, utilizando mecanismos energéticos de tipo anaeróbicos. En primer lugar, se necesita definir de qué tipo es la fuerza expresada por el futbolista, y en cual unidad de medida hay que considerarla. Se analizan los momentos de fuerza desarrollados por varios grupos musculares durante el remate del balón, y considerando un examen de la velocidad del balón en relación a la fuerza ejercitada por la pierna. Por lo tanto, se consideran los «tests» que miden el traslado en vuelo del centro de gravedad como índice de evaluación de la fuerza desarrollada por los músculos extensores de las piernas.
Luego se proponen las funciones extraídas de las relaciones de estos parámetros con la edad; ya sea en deportistas de equipos profesionales o aficionados. Se añaden en fin, medidas de fuerza de grupos musculares agonistas, antagonistas y contra laterales de la pierna, aun en relación al entrenamiento.
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Entre los requisitos fisiológicos para practicar el deporte del fútbol, está presente la fuerza; es decir, la posesión de una musculatura de las piernas bien desarrollada, apta para la producción de una alta potencia explosiva y capaz de esfuerzos cortos y muy intensos, utilizando mecanismos energéticos de tipo anaeróbicos. En primer lugar, se necesita definir de qué tipo es la fuerza expresada por el futbolista, y en cual unidad de medida hay que considerarla. Se analizan los momentos de fuerza desarrollados por varios grupos musculares durante el remate del balón, y considerando un examen de la velocidad del balón en relación a la fuerza ejercitada por la pierna. Por lo tanto, se consideran los «tests» que miden el traslado en vuelo del centro de gravedad como índice de evaluación de la fuerza desarrollada por los músculos extensores de las piernas.
Luego se proponen las funciones extraídas de las relaciones de estos parámetros con la edad; ya sea en deportistas de equipos profesionales o aficionados. Se añaden en fin, medidas de fuerza de grupos musculares agonistas, antagonistas y contra laterales de la pierna, aun en relación al entrenamiento.
LA VELOCIDAD DE REACCIÓN EN EL FÚTBOL
Si en algo coinciden la mayoría de las personas que viven por y para el fútbol, a la hora de analizar los factores en los que ha evolucionado este deporte en los últimos 30-40 años, es en la velocidad a la que se realizan las acciones. Es evidente, que no sólo se ha producido una mejora en las condiciones físicas del jugador, también observamos que los sistemas de juego han evolucionado hacia la reducción de los espacios de juego y, en consecuencia, los jugadores disponen de menos tiempo para pensar sus acciones. Además, considero que la metodología de entrenamiento ha sufrido un sustancial cambio en la aplicación de los diferentes ejercicios, así como en la cuantificación o medición de los esfuerzos que se realizan.
Nadie puede poner en duda que el fútbol es la especialidad deportiva con mayor repercusión social. Sus características en relación al espacio, nº de jugadores, utilización de los segmentos corporales con menor grado de habilidad y destreza y otros componentes son el condimento para que las destrezas específicas supongan una serie de interacciones motrices muy complejas entre compañeros y adversarios, lo que proporciona una notable incertidumbre al juego. Veamos a continuación algunos conceptos básicos de esta cualidad.
Nadie puede poner en duda que el fútbol es la especialidad deportiva con mayor repercusión social. Sus características en relación al espacio, nº de jugadores, utilización de los segmentos corporales con menor grado de habilidad y destreza y otros componentes son el condimento para que las destrezas específicas supongan una serie de interacciones motrices muy complejas entre compañeros y adversarios, lo que proporciona una notable incertidumbre al juego. Veamos a continuación algunos conceptos básicos de esta cualidad.
ANALISIS SISTEMICO, INTEGRADO, MULTIDIMENSIONAL Y ESPECIFICO DEL ENTRENAMIENTO MODERNO DEL FUTBOLISTA.
" ... la Preparación Física, es un medio que desarrollado con precisión le permitirá al jugador tener el combustible suficiente para expresar todo su potencial de creatividad, talento y entrega durante los noventa minutos que dura el juego.
La misma debe estar subordinada a la IDEA de juego, la que será determinada por el Director Técnico.
... la preparación Física no puede estar segmentada del entrenamiento Técnico-Táctico en los niveles profesionales.
... he observado jugadores con altos valores de expresión de Potencia Aeróbica y Anaeróbica, pero lo que va a permitir que esos valores sean puestos al servicio del juego es el tipo de entrenamiento que realicen para obtener la transferencia deseada. "
Prof. Alejandro Kohan
La misma debe estar subordinada a la IDEA de juego, la que será determinada por el Director Técnico.
... la preparación Física no puede estar segmentada del entrenamiento Técnico-Táctico en los niveles profesionales.
... he observado jugadores con altos valores de expresión de Potencia Aeróbica y Anaeróbica, pero lo que va a permitir que esos valores sean puestos al servicio del juego es el tipo de entrenamiento que realicen para obtener la transferencia deseada. "
Prof. Alejandro Kohan
martes, 18 de noviembre de 2008
Biomecánica de los Músculos Abdominales y Flexores de Cadera. Revisión y Aportes para la Interpretación de Ejercicios Específicos
El objetivo del presente trabajo es analizar, desde el punto de vista biomecánico, con el apoyo de estudios electromiográficos, la acción de los músculos de la pared abdominal y los flexores de cadera, para interpretar dicha acción en diferentes ejercicios. Se ha realizado una profunda revisión bibliográfica, en especial de trabajos con aportes de electromiografías de superficie e intramusculares. En los ejercicios estudiados de levantamiento del tronco hasta los 30° y flexión inversa del tronco se ha demostrado que el grado de participación del músculo recto mayor del abdomen es mayor con respecto a los demás músculos de la pared abdominal en ambos movimientos. En la flexión inversa del tronco puede afirmarse que la participación de la porción superior del recto mayor del abdomen es mayor con respecto a la inferior, mientras que la acción de los flexores de cadera es prácticamente nula con el mantenimiento del aplanamiento de la columna lumbar en la realización del levantamiento del tronco a 30º.
Palabras Clave: electromiografía, músculos abdominales, músculos flexores de cadera, levantamiento, flexión inversa del tronco.
Palabras Clave: electromiografía, músculos abdominales, músculos flexores de cadera, levantamiento, flexión inversa del tronco.
NUTRICIÓN PARA PLANIFICAR EL ENTRENAMIENTO
El entrenamiento de fuerza es una parte incorporada de casi cada régimen de entrenamiento atlético y se ha hecho muy popular en el ejercicio de tipo recreacional para muchos individuos físicamente activos. Varios procesos experimentales se han basado en estudiar los efectos de nutrición sobre respuestas agudas y crónicas al ejercicio de fuerza. Recientemente, ha habido un mayor foco de atención sobre estrategias específicas alimenticias para realzar respuestas agudas al ejercicio de fuerza (por ejemplo, el equilibrio de proteína, el consumo del glucógeno, y su nueva síntesis), pero pocos trabajos han aunado estas perturbaciones agudas fisiológicas a adaptaciones crónicas al entrenamiento de fuerza (por ejemplo, el tamaño de músculo y la fuerza).
Esta revisión examina las interacciones entre el ejercicio de fuerza y la dieta en función de las descripciones que se han dado en las investigaciones. El papel de la nutrición sobre respuestas inducidas a nivel endocrino es acentuado porque las hormonas juegan papeles significativos en la regulación del equilibrio metabólico. Proponen a un modelo, el proceso de adaptación, asistir en asimilar conclusiones de investigación de estudios diversos y proporcionar un marco para construir sobre para los futuros estudios que examinan respuestas fisiológicas para entrenarse e intervenciones alimenticias.
Desde un punto de vista práctico, tres conceptos importantes tienen que ser considerados examinando cualquier dieta. Primero, es la cantidad de entrada nutritiva. En otras palabras, ¿qué cantidad de una sustancia nutritiva en particular debería ser consumida? Segundo, ¿cuál es la calidad de entrada nutritiva?; es decir que tipo de sustancias nutritivas deberían ser consumidas (p. ej., alto contra carbohidratos bajos glycemic, saturadas contra la grasa insaturada, la proteína animal o la proteína vegetal,…). Tercero, es la regularidad de entrada nutritiva. ¿Deberían ciertas sustancias nutritivas ser consumidas en veces exactas durante el día? Estas decisiones en última instancia marcarán el proceso de adaptación y, según la magnitud, tendrán algún efecto observable o mensurable sobre adaptaciones al entrenamiento.
El proceso de adaptación representa un modelo que describe pasos fundamentales complicados en el mediar respuestas agudas al ejercicio de fuerza con la entrada nutritiva y adaptaciones crónicas al entrenamiento de fuerza. La secuencia de acontecimientos comienza con los estímulos de ejercicio de fuerza agudos y finales con la fuerza que entrena variables de resultado (por ejemplo, la fuerza de músculo aumentada y el tamaño). Los estímulos de ejercicio agudos solo (p. ej., sin la entrada nutritiva) crean un modelo de respuesta específico hormonal que refleja las demandas fisiológicas del entrenamiento. Varios factores, en conjunto mencionaron las variables de programa agudas (p. ej., la carga, los números de series y repeticiones, períodos de resto), el impacto la respuesta hormonal al ejercicio de fuerza y las adaptaciones específicas al entrenamiento.
Así, la decisión aparentemente simple de emplear los estímulos de ejercicio de fuerza es de hecho una opción que repercutirá en el proceso de adaptación.
La cantidad, la calidad, y la regularidad de entrada dietética alrededor del entrenamiento también influyen en la disponibilidad nutritiva y hormonal en receptores específicos sobre tejidos específicos (p. ej., el músculo esquelético) (10,58). Los acontecimientos inducidos por contracción mecánicos y químicos en el músculo actúan recíprocamente con la sustancia nutritiva y señales hormonales para regular enzimas (por ejemplo, la síntesis de glucógeno) y mediar la transcripción de nivel génica y la traducción de proteínas (29,52,61). El ejercicio también activa el flujo de sangre aumentando en los músculos activos esqueléticos, que tiene el potencial para realzar interacciones hormonales y la entrega de sustancias nutritivas a receptores objetivo.
El efecto combinado de contracción muscular y la disponibilidad aumentada de hormonas y sustancias nutritivas tiene el potencial para realzar la tasa de aminoácido y la respuesta de glucosa, y promover un ambiente anabólico. La disponibilidad nutritiva es crítica durante este tiempo como evidencian estudios mostrando a poca nueva síntesis glucogénica (43,51) y un equilibrio de proteína negativo (4,5) en ausencia de la entrada alimenticia después del ejercicio. Un entorno anabólico alimenticio y hormonal favorable afecta al equilibrio de síntesis y degradación de proteína, que pone la etapa para el mayor aumento de proteína y la hipertrofia de fibra de músculo con el entrenamiento de fuerza a largo plazo.
El pasar aumentó las capacidades de producción de fuerza pueden mejorar la intensidad de entrenamientos subsecuentes y más lejos realzar los estímulos de ejercicio de fuerza en una manera anticipativa. Generalmente, las exposiciones repetidas a entrenamientos de fuerza conducirán a aumentos mensurables de la fuerza de músculo y de su tamaño, que representa las adaptaciones crónicas del entrenamiento. Debería ser notado que adaptaciones de los nervios (la unidad motora) aumentado de los nervios al músculo, la sincronización aumentada de las unidades motoras, la activación aumentada del aparato contráctil, y la inhibición de órganos de tendón Golgi puede contribuirse considerablemente a beneficios de fuerza, sobre todo durante las tempranas fases de un programa de entrenamiento de la fuerza.
Esta revisión enfocará los estudios que han examinado como la dieta y el ejercicio de fuerza participan en el proceso de adaptación.
Ningún estudio ha documentado una opinión completa de las adaptaciones longitudinales en el proceso de adaptación, pero varios estudios han proporcionado importante información relacionada con la interacción de dieta y el ejercicio de fuerza sobre los segmentos del proceso. Muchos de los estudios repasados se han concentrado en la proteína que provee y/o el carbohidrato antes o después del ejercicio.
LOS EFECTOS AGUDOS DE LA INGESTA DE CARBOHIDRATOS Y PROTEÍNA SOBRE EL METABOLISMO DE LAS PROTEÍNAS
El ejercicio de fuerza estimula el anabolismo y catabolismo de las proteínas, el equilibrio que determina la respuesta anabólica de músculo al ejercicio de fuerza. Se ha demostrado que la alimentación pasa a ser un método simple y eficaz para cambiar las tasas de síntesis de proteína (55). La ingesta de aminoácidos o la administración exógena de aminoácidos con o sin el carbohidrato estimuló la síntesis de proteína después del ejercicio (2,4,45,59). Comparado con el placebo, la ingesta de carbohidratos (1 g glucose·kg_1 la masa de cuerpo) inmediatamente 1 hora después del entreno de ejercicio de fuerza provocó un aumento de la glucosa en plasma y la insulina, disminuyó la interrupción de proteína miofibrillar y la excreción de nitrógeno de urea, y ligeramente aumentó la proteína de músculo fraccionaria la tasa sintética (50).
Estos efectos favorables de la ingesta de carbohidratos en el balance proteico fueron atribuidos a una simple redistribución de la regularidad de la entrada de energía habitual dietética del sujeto. El consumo tanto de proteína como de carbohidrato causa aún mayores efectos sobre el equilibrio de proteína.
Cuando se da un suplemento de proteína y carbohidrato (6gr aminoácidos esenciales y 35gr de sacarosa) entre 1 y 3 horas después del entrenamiento de fuerza, la síntesis proteica del organismo alcanza unos valores que rondan el 400% por encima de su acción en la fase de preejercicio.
El consumo de esta misma proteína y el suplemento de carbohidrato inmediatamente antes del ejercicio causó la entrega de aminoácido aumentada al músculo y la mayor síntesis de proteína de músculo neta comparada con el consumo del suplemento en varias veces después del ejercicio (58). Estos efectos eran evidentes tanto en hombres como en mujeres. En el resumen, aparece una interacción entre la disponibilidad aumentada de aminoácidos y la insulina aumentada después del ejercicio y la regularidad de ingestión de suplemento (p. ej., inmediatamente antes de que el ejercicio) pueda ser importante para maximizar la respuesta anabólica (58).
El consumo de un suplemento de carbohidrato-proteína de vez en cuando alrededor del ejercicio (p. ej., inmediatamente antes e inmediatamente después del ejercicio) puede proporcionar la situación ideal anabólica para el crecimiento de músculo.
La composición de aminoácido es una consideración importante examinando los efectos de alimentación de proteína. Han mostrado aminoácidos esenciales para ser los reguladores primarios de síntesis de proteína de músculo con poca contribución de aminoácidos no esenciales (54,59,60).
Los aminoácidos de doble cadena, en particular leucina, parecen ser los estimuladores más importantes de síntesis de proteína del músculo esquelético (31). El trabajo reciente indicó que los aminoácidos esenciales a nivel extracelular en la sangre son los que regulan la síntesis de proteína de músculo a diferencia de aminoácidos intramusculares (8). Ciertos aminoácidos también pueden regular la interrupción de proteína (30); sin embargo, estos parecen ser menos importantes en la magnitud que aquellos controlando la síntesis de proteína en las concentraciones fisiológicas de aminoácidos.
LOS EFECTOS AGUDOS DE PROTEÍNA Y ENTRADA DE HIDRATO DE CARBONO SOBRE METABOLISMO DE HIDRATO DE CARBONO
Varios estudios han mostrado que el glucógeno muscular para ser agotado se debe trabajar en el 30-40 % después del ejercicio de fuerza (43,49,51), sobre todo en las fibras de tipo II. En las fibras de tipo II, el agotamiento de glucógeno puede limitar el funcionamiento durante el volumen grande y/o entrenamientos de intensidad o cuando múltiples entrenamientos son realizados en un día solo. La nueva síntesis de glucógeno es lenta a no ser que se proporcionen hidratos de carbono después del ejercicio. Sujeta quien recibió un suplemento de hidrato de carbono (1.5 g·kg 1 masa de cuerpo) inmediatamente y 1 h después de un entreno fuerza tenía las tasas considerablemente mayores de nueva síntesis de glucógeno durante la inicial 2 h de recuperación comparada con el placebo (el agua). Después de 6 h, el glucógeno muscular fue restaurado al 91 % y el 75 % de preejercicio con el hidrato de carbono y pruebas de agua, respectivamente (43).
Nada más lejos, la tasa de nueva síntesis de glucógeno después del ejercicio de fuerza era similar cuando eran consumidos hidratos de carbono o una bebida surtida (hidrato de carbono, la proteína, y la grasa). Así, la proteína y la grasa no aparecen interferir con la nueva síntesis glucogénica y pueden ayudar en otros procesos como el suministro de aminoácidos necesarios para la incorporación en proteínas de músculo o realzar el balance hormonal.
Comparado con el placebo (agua), la ingesta de hidratos de carbono (1 g·kg 1 masa de cuerpo) antes y cada 10 minutos durante el ejercicio de fuerza atenuó la disminución en el glucógeno muscular. Haff et al. (23) examinó los efectos de suplementación de hidratos de carbono (0.3 g·kg 1 masa de cuerpo) o el placebo sobre la capacidad de realizar múltiples series de sentadilla durante una segunda sesión de entrenamiento en un mismo día. Una sesión de ejercicio de fuerza de glycogen-agotamiento (15 repeticiones de varias series de sentadilla) fue realizada por la mañana y luego 4 h más tarde se requirió a los sujetos realizar sentadillas hasta el agotamiento (las series de 10 repeticiones en el 55 % de 1RM con la recuperación de 3 minutos entre series).
Comparado con el placebo, la suplementación de carbohidratos mejoró considerablemente el número de series (18.7± 4.8 contra 11.3±2.7), el número de repeticiones (199±47 contra 131±27), y la duración (78±19 contra 46±9 minutos). En resumen, la suplementación de carbohidratos (antes, durante, y después de un entreno de fuerza) pueda retrasar la tasa de agotamiento del glucógeno muscular durante el ejercicio (22) y apresurar la tasa de resíntesis de glucógeno después del ejercicio (43,51), que puede acrecentar la ejecución.
Esta afectación sobre el glucógeno es alcanzado probablemente por el aumento de la disponibilidad de glucosa y por la afectación a hormonas como la insulina, que puede apresurar procesos importantes relacionados con al resíntesis de glucógeno (p. ej., glycogen synthase).
LOS EFECTOS A LARGO PLAZO EN LA INGESTIÓN DE PROTEÍNA Y DE CARBOHIDRATOS SOBRE LAS ADAPTACIONES AL ENTRENAMIENTO.
El hecho de que la ingesta de proteína y de carbohidratos pueda cambiar la respuesta de forma aguda en el entrenamiento de fuerza a favor del anabolismo es intrigante; sin embargo, una pregunta más pertinente es si estas alteraciones metabólicas son de magnitud suficiente como para provocar adaptaciones a largo plazo en el entrenamiento de fuerza. Aunque exista una buena base teórica como para esperar un efecto beneficioso por la suplementación de proteína y de carbohidratos durante el entrenamiento de fuerza, ningún estudio sistemáticamente han dirigido la regularidad de suplementación y ha unido respuestas fisiológicas firmes para adaptaciones a largo plazo en ese mismo estudio.
Burke et al. (9) recientemente divulgó que hombres que complementaron con proteína en suero (1.2 g por 1kg de masa corporal) tenían mayores aumentos de la masa magra corporal comparada con un grupo de placebo después de 6 semanas de entrenamiento de fuerza. La proteína total era casi doble más alto en la proteína de suero contra el grupo de placebo (2.1 contra 1.2 g·kg 1 masa de cuerpo, respectivamente), indicando que la proteína adicional promueve anabolismo durante el entrenamiento de fuerza. La suplementación de aminoácidos también afecta favorablemente al aumento muscular. Nuestro laboratorio recientemente examinó el efecto de un suplemento de aminoácidos (rico en aminoácidos de doble cadena) sobre la fuerza muscular durante un periodo de entrenamiento de la fuerza a corto plazo (cada grupo muscular entrenado 5 días por semana (46). A los sujetos (hombres) que realizaron el entrenamiento de la fuerza se les asignó aleatoriamente una suplementación de aminoácidos o de placebo a razón de 0,4g por 1kg de masa corporal. Como estaba previsto, en la sentadilla profunda y el press de banca la fuerza descendió considerablemente en el grupo de placebo después de 1 semana (5.2 y el 3.4 %, respectivamente), mientras que el funcionamiento con la suplementación de aminoácidos se encontró estadísticamente inalterado (0.4 y el 1.2 %, respectivamente, P 0.05), indicando que la provisión de aminoácidos adicionales esenciales puede prevenir la respuesta de tensión aguda asociada con la acción de rebasar el entrenamiento de fuerza a corto plazo.
El suministro de la proteína adicional o aminoácidos puede mejorar las adaptaciones al entrenamiento pero la regularidad exacta de ingesta de proteína puede realzar la respuesta más tarde. Un estudio reciente en hombres ancianos analizó el efecto de regular la suplementación de carbohidratos-proteína sobre el tamaño de músculo y respuestas de fuerza en 12 semanas de entrenamiento de fuerza (14). El suplemento (10gr de proteína , 7gr de carbohidrato) fue consumido inmediatamente o 2 h después de cada sesión de entrenamiento. El grupo que ingirió el suplemento inmediatamente después del ejercicio tenía considerablemente mayores aumentos de la masa magra (el 1.8±0.7 % contra el 1.5±0.7 %), del área de fibra muscular (el 22±6 % contra el 5±6 %), y del área del cuadriceps-femoral (el 7±1 % contra ningún cambio).
Estos datos indican que el cambio de regularidad de calorías, sin cambiar la cantidad consumida, puede cambiar la adaptación a largo plazo del entrenamiento. Especialmente, la ingesta temprana de proteína y carbohidratos después de un entrenamiento es más eficaz en el aumento del músculo esquelético y la masa magra corporal que con un suplemento consumido más tarde. Estas conclusiones están en el conflicto con un estudio que no mostró diferencias de las medidas agudas de equilibrio de proteína cuando la proteína fue ingerida 1 o 3 h después del ejercicio en sujetos sanos jóvenes (45).
En esta aparente discrepancia entre la regularidad en la ingestión de proteína destaca la importancia de unir estudios agudos que miden la cinética de proteína a los estudios de entrenamiento a largo plazo que evalúan medidas de resultado relacionadas con el tamaño de músculo.
NUTRICIÓN Y RESPUESTAS HORMONALES
Las hormonas regulan casi cada proceso fisiológico en el cuerpo. Metabólicamente, las hormonas regulan la síntesis y la interrupción de proteínas, carbohidratos y lípidos. Así, las hormonas juegan un papel integral en la regulación de genes, coordinación de la selección de combustible y la división de sustancias nutritivas, que con el tiempo se convierten en tejido magro y adiposo. El impacto de hormonas en el mediar de los efectos de nutrición sobre respuestas agudas y crónicas al ejercicio de fuerza mal es entendido y requiere la remota investigación en el nivel celular donde la señal en el receptor y el nivel génico inicia la cascada de acontecimientos que conducen al aumento de proteína. Un primer punto de entendimiento es como la entrada alimenticia afecta en general y en particular la resistencia hormonas inducidas por ejercicio como la insulina, la hormona de crecimiento (GH), el factor-I de crecimiento parecido a una insulina (IGF-I), testosterona, y cortisol porque estas hormonas tienen papeles principales en la regulación de proteína, carbohidratos y en el metabolismo de los lípidos.
RESUMEN
La dieta puede influir favorablemente en el proceso de adaptación, ya que puede optimizar adaptaciones al entrenamiento de fuerza. Un mecanismo primario via el cual la dieta puede ejercer estos efectos es por la suministración de sustratos de energía claves (por ejemplo, la glucosa, aminoácidos, sustratos de lípido, etc.) en cantidades exactas y por los cambios hormonales para favorecer anabolismo.
El ejercicio de fuerza eleva considerablemente el volumen de volcado de proteína y la ingestión de aminoácidos esenciales antes y después de que el ejercicio estimula el transporte de aminoácidos en el músculo esquelético y la síntesis de proteína.
Aunque hay pocos estudios que ilustren sobre el papel de insulina en el mediar de respuestas para hacer dieta y ejercer intervenciones, la influencia de otras hormonas (por ejemplo, GH, IGF-I, testosterona, cortisol) que tiene efectos potentes sobre el carbohidratos, la proteína, y el equilibrio de lípido permanecen confusos.
Futuros estudios deberían considerar como el entorno entero hormonal responde a la dieta diferente y configuraciones de ejercicio con un énfasis sobre efectos de tejido objetivo.
Como la mayor parte de estudios van enfocados a un solo resultado (por ejemplo, el equilibrio de proteína, la resíntesis glucolítica, la composición de cuerpo, etc.), un desafío en el futuro deberá integrar las conclusiones de estas perspectivas de variación en un modelo unificado. El proceso de adaptación presentado en este artículo es un ejemplo de tal modelo. Otro desafío en el futuro deberá emparejar las demandas alimenticias que varían asociadas con programas de adiestramiento de fuerza periodizada con estrategias de dieta periodizada.
Esta revisión examina las interacciones entre el ejercicio de fuerza y la dieta en función de las descripciones que se han dado en las investigaciones. El papel de la nutrición sobre respuestas inducidas a nivel endocrino es acentuado porque las hormonas juegan papeles significativos en la regulación del equilibrio metabólico. Proponen a un modelo, el proceso de adaptación, asistir en asimilar conclusiones de investigación de estudios diversos y proporcionar un marco para construir sobre para los futuros estudios que examinan respuestas fisiológicas para entrenarse e intervenciones alimenticias.
Desde un punto de vista práctico, tres conceptos importantes tienen que ser considerados examinando cualquier dieta. Primero, es la cantidad de entrada nutritiva. En otras palabras, ¿qué cantidad de una sustancia nutritiva en particular debería ser consumida? Segundo, ¿cuál es la calidad de entrada nutritiva?; es decir que tipo de sustancias nutritivas deberían ser consumidas (p. ej., alto contra carbohidratos bajos glycemic, saturadas contra la grasa insaturada, la proteína animal o la proteína vegetal,…). Tercero, es la regularidad de entrada nutritiva. ¿Deberían ciertas sustancias nutritivas ser consumidas en veces exactas durante el día? Estas decisiones en última instancia marcarán el proceso de adaptación y, según la magnitud, tendrán algún efecto observable o mensurable sobre adaptaciones al entrenamiento.
El proceso de adaptación representa un modelo que describe pasos fundamentales complicados en el mediar respuestas agudas al ejercicio de fuerza con la entrada nutritiva y adaptaciones crónicas al entrenamiento de fuerza. La secuencia de acontecimientos comienza con los estímulos de ejercicio de fuerza agudos y finales con la fuerza que entrena variables de resultado (por ejemplo, la fuerza de músculo aumentada y el tamaño). Los estímulos de ejercicio agudos solo (p. ej., sin la entrada nutritiva) crean un modelo de respuesta específico hormonal que refleja las demandas fisiológicas del entrenamiento. Varios factores, en conjunto mencionaron las variables de programa agudas (p. ej., la carga, los números de series y repeticiones, períodos de resto), el impacto la respuesta hormonal al ejercicio de fuerza y las adaptaciones específicas al entrenamiento.
Así, la decisión aparentemente simple de emplear los estímulos de ejercicio de fuerza es de hecho una opción que repercutirá en el proceso de adaptación.
La cantidad, la calidad, y la regularidad de entrada dietética alrededor del entrenamiento también influyen en la disponibilidad nutritiva y hormonal en receptores específicos sobre tejidos específicos (p. ej., el músculo esquelético) (10,58). Los acontecimientos inducidos por contracción mecánicos y químicos en el músculo actúan recíprocamente con la sustancia nutritiva y señales hormonales para regular enzimas (por ejemplo, la síntesis de glucógeno) y mediar la transcripción de nivel génica y la traducción de proteínas (29,52,61). El ejercicio también activa el flujo de sangre aumentando en los músculos activos esqueléticos, que tiene el potencial para realzar interacciones hormonales y la entrega de sustancias nutritivas a receptores objetivo.
El efecto combinado de contracción muscular y la disponibilidad aumentada de hormonas y sustancias nutritivas tiene el potencial para realzar la tasa de aminoácido y la respuesta de glucosa, y promover un ambiente anabólico. La disponibilidad nutritiva es crítica durante este tiempo como evidencian estudios mostrando a poca nueva síntesis glucogénica (43,51) y un equilibrio de proteína negativo (4,5) en ausencia de la entrada alimenticia después del ejercicio. Un entorno anabólico alimenticio y hormonal favorable afecta al equilibrio de síntesis y degradación de proteína, que pone la etapa para el mayor aumento de proteína y la hipertrofia de fibra de músculo con el entrenamiento de fuerza a largo plazo.
El pasar aumentó las capacidades de producción de fuerza pueden mejorar la intensidad de entrenamientos subsecuentes y más lejos realzar los estímulos de ejercicio de fuerza en una manera anticipativa. Generalmente, las exposiciones repetidas a entrenamientos de fuerza conducirán a aumentos mensurables de la fuerza de músculo y de su tamaño, que representa las adaptaciones crónicas del entrenamiento. Debería ser notado que adaptaciones de los nervios (la unidad motora) aumentado de los nervios al músculo, la sincronización aumentada de las unidades motoras, la activación aumentada del aparato contráctil, y la inhibición de órganos de tendón Golgi puede contribuirse considerablemente a beneficios de fuerza, sobre todo durante las tempranas fases de un programa de entrenamiento de la fuerza.
Esta revisión enfocará los estudios que han examinado como la dieta y el ejercicio de fuerza participan en el proceso de adaptación.
Ningún estudio ha documentado una opinión completa de las adaptaciones longitudinales en el proceso de adaptación, pero varios estudios han proporcionado importante información relacionada con la interacción de dieta y el ejercicio de fuerza sobre los segmentos del proceso. Muchos de los estudios repasados se han concentrado en la proteína que provee y/o el carbohidrato antes o después del ejercicio.
LOS EFECTOS AGUDOS DE LA INGESTA DE CARBOHIDRATOS Y PROTEÍNA SOBRE EL METABOLISMO DE LAS PROTEÍNAS
El ejercicio de fuerza estimula el anabolismo y catabolismo de las proteínas, el equilibrio que determina la respuesta anabólica de músculo al ejercicio de fuerza. Se ha demostrado que la alimentación pasa a ser un método simple y eficaz para cambiar las tasas de síntesis de proteína (55). La ingesta de aminoácidos o la administración exógena de aminoácidos con o sin el carbohidrato estimuló la síntesis de proteína después del ejercicio (2,4,45,59). Comparado con el placebo, la ingesta de carbohidratos (1 g glucose·kg_1 la masa de cuerpo) inmediatamente 1 hora después del entreno de ejercicio de fuerza provocó un aumento de la glucosa en plasma y la insulina, disminuyó la interrupción de proteína miofibrillar y la excreción de nitrógeno de urea, y ligeramente aumentó la proteína de músculo fraccionaria la tasa sintética (50).
Estos efectos favorables de la ingesta de carbohidratos en el balance proteico fueron atribuidos a una simple redistribución de la regularidad de la entrada de energía habitual dietética del sujeto. El consumo tanto de proteína como de carbohidrato causa aún mayores efectos sobre el equilibrio de proteína.
Cuando se da un suplemento de proteína y carbohidrato (6gr aminoácidos esenciales y 35gr de sacarosa) entre 1 y 3 horas después del entrenamiento de fuerza, la síntesis proteica del organismo alcanza unos valores que rondan el 400% por encima de su acción en la fase de preejercicio.
El consumo de esta misma proteína y el suplemento de carbohidrato inmediatamente antes del ejercicio causó la entrega de aminoácido aumentada al músculo y la mayor síntesis de proteína de músculo neta comparada con el consumo del suplemento en varias veces después del ejercicio (58). Estos efectos eran evidentes tanto en hombres como en mujeres. En el resumen, aparece una interacción entre la disponibilidad aumentada de aminoácidos y la insulina aumentada después del ejercicio y la regularidad de ingestión de suplemento (p. ej., inmediatamente antes de que el ejercicio) pueda ser importante para maximizar la respuesta anabólica (58).
El consumo de un suplemento de carbohidrato-proteína de vez en cuando alrededor del ejercicio (p. ej., inmediatamente antes e inmediatamente después del ejercicio) puede proporcionar la situación ideal anabólica para el crecimiento de músculo.
La composición de aminoácido es una consideración importante examinando los efectos de alimentación de proteína. Han mostrado aminoácidos esenciales para ser los reguladores primarios de síntesis de proteína de músculo con poca contribución de aminoácidos no esenciales (54,59,60).
Los aminoácidos de doble cadena, en particular leucina, parecen ser los estimuladores más importantes de síntesis de proteína del músculo esquelético (31). El trabajo reciente indicó que los aminoácidos esenciales a nivel extracelular en la sangre son los que regulan la síntesis de proteína de músculo a diferencia de aminoácidos intramusculares (8). Ciertos aminoácidos también pueden regular la interrupción de proteína (30); sin embargo, estos parecen ser menos importantes en la magnitud que aquellos controlando la síntesis de proteína en las concentraciones fisiológicas de aminoácidos.
LOS EFECTOS AGUDOS DE PROTEÍNA Y ENTRADA DE HIDRATO DE CARBONO SOBRE METABOLISMO DE HIDRATO DE CARBONO
Varios estudios han mostrado que el glucógeno muscular para ser agotado se debe trabajar en el 30-40 % después del ejercicio de fuerza (43,49,51), sobre todo en las fibras de tipo II. En las fibras de tipo II, el agotamiento de glucógeno puede limitar el funcionamiento durante el volumen grande y/o entrenamientos de intensidad o cuando múltiples entrenamientos son realizados en un día solo. La nueva síntesis de glucógeno es lenta a no ser que se proporcionen hidratos de carbono después del ejercicio. Sujeta quien recibió un suplemento de hidrato de carbono (1.5 g·kg 1 masa de cuerpo) inmediatamente y 1 h después de un entreno fuerza tenía las tasas considerablemente mayores de nueva síntesis de glucógeno durante la inicial 2 h de recuperación comparada con el placebo (el agua). Después de 6 h, el glucógeno muscular fue restaurado al 91 % y el 75 % de preejercicio con el hidrato de carbono y pruebas de agua, respectivamente (43).
Nada más lejos, la tasa de nueva síntesis de glucógeno después del ejercicio de fuerza era similar cuando eran consumidos hidratos de carbono o una bebida surtida (hidrato de carbono, la proteína, y la grasa). Así, la proteína y la grasa no aparecen interferir con la nueva síntesis glucogénica y pueden ayudar en otros procesos como el suministro de aminoácidos necesarios para la incorporación en proteínas de músculo o realzar el balance hormonal.
Comparado con el placebo (agua), la ingesta de hidratos de carbono (1 g·kg 1 masa de cuerpo) antes y cada 10 minutos durante el ejercicio de fuerza atenuó la disminución en el glucógeno muscular. Haff et al. (23) examinó los efectos de suplementación de hidratos de carbono (0.3 g·kg 1 masa de cuerpo) o el placebo sobre la capacidad de realizar múltiples series de sentadilla durante una segunda sesión de entrenamiento en un mismo día. Una sesión de ejercicio de fuerza de glycogen-agotamiento (15 repeticiones de varias series de sentadilla) fue realizada por la mañana y luego 4 h más tarde se requirió a los sujetos realizar sentadillas hasta el agotamiento (las series de 10 repeticiones en el 55 % de 1RM con la recuperación de 3 minutos entre series).
Comparado con el placebo, la suplementación de carbohidratos mejoró considerablemente el número de series (18.7± 4.8 contra 11.3±2.7), el número de repeticiones (199±47 contra 131±27), y la duración (78±19 contra 46±9 minutos). En resumen, la suplementación de carbohidratos (antes, durante, y después de un entreno de fuerza) pueda retrasar la tasa de agotamiento del glucógeno muscular durante el ejercicio (22) y apresurar la tasa de resíntesis de glucógeno después del ejercicio (43,51), que puede acrecentar la ejecución.
Esta afectación sobre el glucógeno es alcanzado probablemente por el aumento de la disponibilidad de glucosa y por la afectación a hormonas como la insulina, que puede apresurar procesos importantes relacionados con al resíntesis de glucógeno (p. ej., glycogen synthase).
LOS EFECTOS A LARGO PLAZO EN LA INGESTIÓN DE PROTEÍNA Y DE CARBOHIDRATOS SOBRE LAS ADAPTACIONES AL ENTRENAMIENTO.
El hecho de que la ingesta de proteína y de carbohidratos pueda cambiar la respuesta de forma aguda en el entrenamiento de fuerza a favor del anabolismo es intrigante; sin embargo, una pregunta más pertinente es si estas alteraciones metabólicas son de magnitud suficiente como para provocar adaptaciones a largo plazo en el entrenamiento de fuerza. Aunque exista una buena base teórica como para esperar un efecto beneficioso por la suplementación de proteína y de carbohidratos durante el entrenamiento de fuerza, ningún estudio sistemáticamente han dirigido la regularidad de suplementación y ha unido respuestas fisiológicas firmes para adaptaciones a largo plazo en ese mismo estudio.
Burke et al. (9) recientemente divulgó que hombres que complementaron con proteína en suero (1.2 g por 1kg de masa corporal) tenían mayores aumentos de la masa magra corporal comparada con un grupo de placebo después de 6 semanas de entrenamiento de fuerza. La proteína total era casi doble más alto en la proteína de suero contra el grupo de placebo (2.1 contra 1.2 g·kg 1 masa de cuerpo, respectivamente), indicando que la proteína adicional promueve anabolismo durante el entrenamiento de fuerza. La suplementación de aminoácidos también afecta favorablemente al aumento muscular. Nuestro laboratorio recientemente examinó el efecto de un suplemento de aminoácidos (rico en aminoácidos de doble cadena) sobre la fuerza muscular durante un periodo de entrenamiento de la fuerza a corto plazo (cada grupo muscular entrenado 5 días por semana (46). A los sujetos (hombres) que realizaron el entrenamiento de la fuerza se les asignó aleatoriamente una suplementación de aminoácidos o de placebo a razón de 0,4g por 1kg de masa corporal. Como estaba previsto, en la sentadilla profunda y el press de banca la fuerza descendió considerablemente en el grupo de placebo después de 1 semana (5.2 y el 3.4 %, respectivamente), mientras que el funcionamiento con la suplementación de aminoácidos se encontró estadísticamente inalterado (0.4 y el 1.2 %, respectivamente, P 0.05), indicando que la provisión de aminoácidos adicionales esenciales puede prevenir la respuesta de tensión aguda asociada con la acción de rebasar el entrenamiento de fuerza a corto plazo.
El suministro de la proteína adicional o aminoácidos puede mejorar las adaptaciones al entrenamiento pero la regularidad exacta de ingesta de proteína puede realzar la respuesta más tarde. Un estudio reciente en hombres ancianos analizó el efecto de regular la suplementación de carbohidratos-proteína sobre el tamaño de músculo y respuestas de fuerza en 12 semanas de entrenamiento de fuerza (14). El suplemento (10gr de proteína , 7gr de carbohidrato) fue consumido inmediatamente o 2 h después de cada sesión de entrenamiento. El grupo que ingirió el suplemento inmediatamente después del ejercicio tenía considerablemente mayores aumentos de la masa magra (el 1.8±0.7 % contra el 1.5±0.7 %), del área de fibra muscular (el 22±6 % contra el 5±6 %), y del área del cuadriceps-femoral (el 7±1 % contra ningún cambio).
Estos datos indican que el cambio de regularidad de calorías, sin cambiar la cantidad consumida, puede cambiar la adaptación a largo plazo del entrenamiento. Especialmente, la ingesta temprana de proteína y carbohidratos después de un entrenamiento es más eficaz en el aumento del músculo esquelético y la masa magra corporal que con un suplemento consumido más tarde. Estas conclusiones están en el conflicto con un estudio que no mostró diferencias de las medidas agudas de equilibrio de proteína cuando la proteína fue ingerida 1 o 3 h después del ejercicio en sujetos sanos jóvenes (45).
En esta aparente discrepancia entre la regularidad en la ingestión de proteína destaca la importancia de unir estudios agudos que miden la cinética de proteína a los estudios de entrenamiento a largo plazo que evalúan medidas de resultado relacionadas con el tamaño de músculo.
NUTRICIÓN Y RESPUESTAS HORMONALES
Las hormonas regulan casi cada proceso fisiológico en el cuerpo. Metabólicamente, las hormonas regulan la síntesis y la interrupción de proteínas, carbohidratos y lípidos. Así, las hormonas juegan un papel integral en la regulación de genes, coordinación de la selección de combustible y la división de sustancias nutritivas, que con el tiempo se convierten en tejido magro y adiposo. El impacto de hormonas en el mediar de los efectos de nutrición sobre respuestas agudas y crónicas al ejercicio de fuerza mal es entendido y requiere la remota investigación en el nivel celular donde la señal en el receptor y el nivel génico inicia la cascada de acontecimientos que conducen al aumento de proteína. Un primer punto de entendimiento es como la entrada alimenticia afecta en general y en particular la resistencia hormonas inducidas por ejercicio como la insulina, la hormona de crecimiento (GH), el factor-I de crecimiento parecido a una insulina (IGF-I), testosterona, y cortisol porque estas hormonas tienen papeles principales en la regulación de proteína, carbohidratos y en el metabolismo de los lípidos.
RESUMEN
La dieta puede influir favorablemente en el proceso de adaptación, ya que puede optimizar adaptaciones al entrenamiento de fuerza. Un mecanismo primario via el cual la dieta puede ejercer estos efectos es por la suministración de sustratos de energía claves (por ejemplo, la glucosa, aminoácidos, sustratos de lípido, etc.) en cantidades exactas y por los cambios hormonales para favorecer anabolismo.
El ejercicio de fuerza eleva considerablemente el volumen de volcado de proteína y la ingestión de aminoácidos esenciales antes y después de que el ejercicio estimula el transporte de aminoácidos en el músculo esquelético y la síntesis de proteína.
Aunque hay pocos estudios que ilustren sobre el papel de insulina en el mediar de respuestas para hacer dieta y ejercer intervenciones, la influencia de otras hormonas (por ejemplo, GH, IGF-I, testosterona, cortisol) que tiene efectos potentes sobre el carbohidratos, la proteína, y el equilibrio de lípido permanecen confusos.
Futuros estudios deberían considerar como el entorno entero hormonal responde a la dieta diferente y configuraciones de ejercicio con un énfasis sobre efectos de tejido objetivo.
Como la mayor parte de estudios van enfocados a un solo resultado (por ejemplo, el equilibrio de proteína, la resíntesis glucolítica, la composición de cuerpo, etc.), un desafío en el futuro deberá integrar las conclusiones de estas perspectivas de variación en un modelo unificado. El proceso de adaptación presentado en este artículo es un ejemplo de tal modelo. Otro desafío en el futuro deberá emparejar las demandas alimenticias que varían asociadas con programas de adiestramiento de fuerza periodizada con estrategias de dieta periodizada.
Demandas fisiológicas del juego y valoración de la condición física del jugador de fútbol(Mario Ibáñez Mancebo, PF Rayo Majadahonda Juvenil Nacional)
1). Práctica de observación y registro de un indicador, a elegir, de la carga física externa, de un futbolista en un partido de competición; descripción de la metodología utilizada y discusión de los resultados obtenidos.
Comienzo la introducción, comentando el método que he seguido. Para realizar esta actividad, he seguido el procedimiento expuesto en los apuntes. He hecho un seguimiento durante los 90’ de partido a un jugador del equipo donde actualmente me encuentro desempeñando las labores de preparador físico. Se trata del C.F. Boadilla de la Preferente madrileña, en su partido contra Ciudad los Ángeles, disputado en el Municipal de Boadilla, actuando como equipo local. En el desarrollo y análisis del objeto de estudio he de estimar imposibles a mi alcance algunos de los procedimientos expuestos en clase, por tanto opté por coger mi cámara, grabar en todo momento al mismo jugador, para luego ver el partido con más detenimiento en el DVD de casa. El trabajo consistió en medir la duración de los distintos tipos de esfuerzo que hemos seleccionado y contar el número de acciones explosivas que se le presentaron al jugador durante el partido. Tanto los tipos de carreras y como las acciones explosivas seleccionadas para ser medidas, las he escogido de forma libre y a partir de una reflexión propia basándome en otros estudios sobre estos contenidos citados en los apuntes.
El jugador que tenía pensado jugar lo escogí primeramente porque tenía la certeza de que iba a jugar los 90 minutos, sgundamente porque es el capitán, y se trata de un jugador carismático, y por último porque actuaba de mediocentro, que era la posición que quería analizar, atendiendo a las premisas de las que partimos en los apuntes de que dependiendo de cada posición del jugador, hará unos metros, tras ver las comparativas de diversos estudios. Lo peor, es que en el calentamiento, un central de nuestro equipo que arrastraba molestias, se lesionó, y éste actuó de central. Aún así, decidí seguirlo a él.
Seguidamente, muestro las cargas explosivas que realiza el sujeto seleccionado tras la recogida de datos, una vez analizado el partido detenidamente. (Diferencio entre primera y segunda parte en todas las clasificaciones, para obtener más conclusiones).
Jugadas explosivas:
- Tiros a puerta: 1ªP: 0 2ª P: 2
- Pases realizados: 1ªP: 19 2ª P: 13
- Deslizamientos: 1ªP: 5 2ª P: 2
- Uno contra uno (tanto defendiendo como atacando): 1ªP: 9 2ª P: 9
- Giros: 1ªP: 12 2ª P: 14
- Disputas de cabeza (con salto): 1ªP: 14 2ª P: 8
Mientras que ahora, presento otra clasificación, teniendo en cuenta la clase de desplazamiento que mi sujeto seleccionado hacía:
Clases de desplazamiento:
- Estático: 1ªP: 27’51”(61%) 2ª P:29’17”(61%)TT(1ªP.)= 46’
- Trote medio: 1ªP: 15’ 5” (34%) 2ª P: 16’ 06” (33%)
- Sprint (jugada máxima intensidad): 1ªP: 2’ 34” (5%) 2ª P: 3’ 37” (6%) TT (2ªP.)= 49’
Dirección del desplazamiento:
- Lateralmente: 1ªP: 4’ 04” (8,78 %) 2ª P: 5’ 10” (10,41%)
- Hacia delante: 1ªP: 32’ 46” (70,56%) 2ª P: 34’ 21” (69,81%)
- Hacia atrás: 1ªP: 9’10” (19,78%) 2ª P: 9’ 29” (18,95%)
Tras llevar a cabo la recogida de datos, me dispongo a sacar las conclusiones a las que me ha llevado el estudio. Tal y como hemos visto en clase y en los apuntes, es un debate muy amplio, pero en el que tengo que señalar que realizar esta práctica me ha servido para acercarme a la realidad de lo que se da (en un marco puramente físico) en un partido para uno de mis jugadores en nuestra competición. Hay libros, estudios, investigaciones (como las que están plasmadas en los apuntes por ejemplo) que nos delimitan y nos especifican las acciones de los jugadores de fútbol durante un partido, pero ni son todos los partidos iguales ni es lo mismo un partido en una categoría profesional que en una categoría amateur o semiprofesional ni tampoco son todos los campos iguales (tierra, césped natural, artificial, dimensiones, etc.).
Y esto, sin comentar la dificultad que presenta el hecho de establecer los criterios de evaluación, porque lo que para un investigador puede ser carrera a trote medio, para otro lo toma como sprint. En cualquier caso, ésta es la clasificación que yo he notado más justa.
Al hilo de lo que estoy comentando, y como nos encontramos en el momento de conclusiones, me gustaría resaltar lo que dijo Asier Zubillaga en la última presencial de Febrero, en la que nos animó para que fuésemos nosotros desde nuestra posición de preparadores físicos, los que investigásemos, y no les dejásemos esta papeleta a externos, provocando un intrusismo laboral.
Mientras que extrapolando el trabajo a mi contexto particular, me gustaría diferir primeramente entre los objetivos que presenta al equipo al que perteneces. En estos momentos, a parte de entrenar al preferente, también entreno a niños desde prebenjamines a infantiles, a los cuáles he de dotar de un componente más educativo. Con los grandes, aunque sea un nivel semiprofesional y todos tengan aparte un trabajo para vivir, y esto sólo lo usamos como sobresueldo, pues se nos exigen resultados, entonces es complicado hacer “experimentos”. Si nos centramos más en los resultados del análisis, vamos a comparar los resultados obtenidos en cada apartado con estudios del fútbol profesional, donde se dan otras características y circunstancias. Son datos de varios estudios de jugadores de diferentes posiciones, que aunque incluyan jugadores de distintas demarcaciones a la de nuestro jugador, nos puede servir para hacernos una idea.
Si nos centramos en las jugadas explosivas, respeto al fútbol profesional observamos algunas diferencias: giros (20-40 partido profesional / 25 partido no profesional), 1 contra 1 (38 partido profesional / 37 partido no profesional), tiros a puerta (4-8 partido profesional- 5-6 partido no profesional), pases realizados (48-81 partido profesional – 10-20 partido no profesional), deslizamientos (12-16 partido profesional / 2-4 partido no profesional), y disputas de cabeza -saltando- (5-14 partido profesional- 28 partido no profesional).
Señalar que los datos que expongo, son de los diferentes estudios que he revisado, y los intervalos que pongo, por ejemplo: pasesà 10-20, es sencillamente, porque no he hecho diferenciación de la demarcación que juega el sujeto expuesto. Por eso, suele haber oscilaciones tan grandes. Señalar también, que no veo ninguna diferencia significativa, en cuanto al rendimiento del jugador, debido a la posible presencia de la fatiga entre la primera y segunda mitad del encuentro. Por lo observado en el video, las acciones del jugador son muy cortas y explosivas (como máximo 6-7´´ que dura un srint o una situación de 1x1), donde no vuelve a intervenir hasta dentro de un largo periodo de tiempo, debido a una interrupción en el juego (habitualmente falta, balón fuera…) y por consecuencia le da tiempo a recuperarse completamente de esa acción. Esto puede venir causado, a que el resultado no se definió hasta el final. Quizás en un partido definido en el 60’, el jugador los últimos 30’ no son igual de intensos que la primera hora de partido.
En cualquier caso, y más en particular en mi trabajo, observo que radican algunas diferencias. Por ejemplo, mi sujeto, realizó en total 2 tiros a puerta, por los 4 a 8 que oscila en los estudios (aunque mi sujeto era defensa central, aspecto que influye directamente). Otro aspecto a resaltar, es la diferencia entre los estudios de pases realizados en un partido no profesional, y en un partido profesional. Vemos que la diferencia es abismal. Esto en mi equipo (categoría semiprofesional), ocurre en una medida intermedia. Vemos que mi sujeto realiza 31 pases en total. Aquí podemos señalar como hipótesis, que a mayor nivel profesional, mayor número de pases realizados hay. Esto viene relacionado, que a mayor categoría, más se elaboran las jugadas, porque hay mayor calidad técnico-táctica, y lo del “patadón pálante” se ve menos. En este sentido, mi equipo, presenta carencias, que he querido limar desde que entré en el equipo. Meter en la cabeza a los futbolistas, que con una mayor elaboración, se llega con más claridad a posiciones de finalización. Por ejemplo, en unos contra uno, veo una diferencia significativa, que puede ser causa de unos diferentes criterios de evaluación, y es que al igual que nos hizo ver Asier Zubillaga en la clase presencial, lo primero que hay que hacer, es definir bien los criterios (por ejemplo en este caso concreto: definir bien lo que es el 1 contra 1 para que no haya discrepancias entre los investigadores). En las demás jugadas explosivas, no encuentro diferencias significativas como para resaltar entre los estudios revisados y el mío.
En cuanto a clases de desplazamiento, en los tres tipos de desplazamiento se está cerca de los límites que señalaban distintos autores en el glosario de apuntes: estático (57% partido profesional / 66% partido no profesional), Trote medio (40% partido profesional / 32% partido no profesional), Sprint-jugada intensidad máxima- (3,5% partido profesional / 2,5 % partido no profesional).
Observo ciertas diferencias primeramente entre el fútbol profesional y el no profesional, y opino estas diferencias pueden deberse a lo que citábamos anteriormente, el nivel técnico de los jugadores es menor que los estudios realizados por los autores del texto (ya que sus estudios los han hecho con jugadores profesionales), es un juego más parado, brusco (donde hay muchas faltas, perdidas de tiempo, salidas del balón…), las características del terreno, estilo de juego que es más directo, y teniendo en cuenta que la demarcación que ocupa el jugador analizado. Y más en particular, comparándolo con mi estudio (equipo semirpofesional), curiosamente, los valores porcentuales se encuentran en un punto intermedio, como ocurría en las jugadas explosivas, siempre yo en mi estudio presentando más tiempo en sprint de mi sujeto que los estudios observados, debido a la diferencia en definición de los criterios de observación.
Para finalizar, comparamos nuestro estudio, en cuanto a dirección de desplazamiento, con el de los estudios expuestos. Se observan pequeñas diferencias en comparación con estudios de jugadores y competiciones profesionales: hacia delante (69% partido profesional/72% partido no profesional), hacia atrás (17% partido profesional/19% partido no profesional) lateralmente (12% partido profesional/8% partido no profesional. Estas pequeñas diferencias se deben a las mismas causas que anteriormente mencionábamos. En el partido que se analizó había mucha tensión, ambos equipos se jugaban mucho, pues eran rivales directos, y además en estas categorías muy pocos equipos juegan al toque, raseando y con transiciones rápidas de balón de una banda a otra, si no mas bien buscan un juego directo, brusco y con muchas interrupciones. De ahí podemos sacar la conclusión de que se dan tan pocos desplazamientos laterales, y también que aumenten los desplazamientos hacia atrás, debido al “pelotazo” y el hecho de colgar balones, que obliga al jugador a recular y achicar espacios.
CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:
· Hemos corroborado el hecho de que hay que tener bien definidos los criterios de observación, para que la recogida de datos no salga muy dispar.
· Por lo visto en otros estudios de fútbol profesional y fútbol no profesional, y lo deducido de mi estudio (categoría semiprofesional), vemos que a mayor categoría más jugadas explosivas hay. Es normal, porque hay más intereses económicos y deportivos. Por ejemplo, aparecen más número de pases a medida que hay más nivel. También se muestran más tiros a portería, pero la gran diferencia radica en la posesión de balón. Los jugadores con más calidad técnico-táctica, en mayor categoría, en mayor nivel/división, dotan a los equipos de más elaboración de la jugada, mientras que los equipos que no disponen de esos recursos, optan más por el juego directo, por lo que no realizan tanto número de pases, y van más a la disputa (por eso se observan también más saltos de cabeza en fútbol amateur que en el profesional).
· La demarcación del futbolista, va a concluir en diferentes resultados a nivel de jugadas explosivos y clases y dirección de desplazamientos. Así, no hará los mismos sprintes un central que un mediocentro, ni los mismos saltos de cabeza un jugador de banda que un delanterocentro.
· Estos estudios son muy válidos, para después poder extrapolar las adaptaciones producidas en el entrenamiento, a una transferencia lo más cercana posible al día de competición.
2). Administración parte de un alumno de un test físico para la evaluación de una cualidad en un equipo de fútbol y valoración de los resultados.
Para la introducción de la actividad a realizar es medir una capacidad física a un equipo de fútbol siguiendo alguno de los procedimientos que nos señalan en los apuntes o que nos señalaron en la ponencia presencial los profesores del módulo. En el club en el cuál me encuentro desempeñando las labores de Preparador físico, así como 1 día a la semana (1 hora cada semana en total), para los equipos de la cantera, se les hace una sesión diseñada por mí. Se trata del C. F. Boadilla, y hasta este año, nunca habían realizado tests físicos. Para el equipo con el que trabajo a diario (el 2º equipo), y en relación con el preparador físico del 1º equipo, hemos realizado las pruebas en Agosto, Navidad, y tenemos previsto pasarlas en Junio, una vez finalizada la temporada. El año próximo, tenemos pensado comenzar también con la cantera (al menos, cadetes y juveniles). La causa de por qué realizamos las pruebas en estos momentos de la temporada, se debe a que lo que nos interesa medir en nuestros jugadores es con el nivel físico que empiezan y con el nivel que llevan en Diciembre, y a su vez compararlo con el nivel que terminan para ver cuál ha sido su progreso, más que para obtener datos para el preparador físico que le revelen el resultado del trabajo realizado.
El desarrollo, ejecución de la prueba y exposición de resultados, lo voy a hacer sobre una prueba extraordinaria que hice de “la coursse navette” para este trabajo (y ya en Navidad no la tuve que repetir. Esos datos mismos me valieron para compararlos con el nivel inicial de Agosto de los sujetos). Con esta prueba queremos obtener el VO2 máx aproximado de cada jugador. La prueba consiste en recorrer la distancia de 20 metros, que está señalada en la instalación, al ritmo que marca una grabación que se escucha en los altavoces del pabellón (tenemos unos altavoces conectados al ordenador que reproduce la grabación de esta prueba y que marca el ritmo de carrera). El ritmo va creciendo progresivamente. En el ordenador tenemos un programa en el que metemos los datos obtenidos y nos da la frecuencia cardiaca máxima (FCM), la frecuencia cardiaca media (FCX), el VO2 máx, la velocidad media en kilómetros/hora y el tiempo que tardan en correr un kilómetro (Tº1km). Además nos señala los minutos que ha durado el jugador realizando la prueba, según en el periodo que se haya retirado (P) y la recuperación a los treinta segundos (30”), al minuto (60´´) y a los dos minutos (2´), aunque estos datos se los metemos nosotros con la ayuda de los pulsómetros. Los jugadores realizan solamente una vez esta prueba. La quise realizar en miércoles, tras un día de descanso absoluto, y un entrenamiento muy suave de recuperación para los titulares del domingo, y un entrenamiento algo más intenso, pero sin llegar a mucha carga para los que no jugaron de inicio. Ya que este test es de desgaste máximo. El jueves lo planteé entero con balón (fútbol-tenis, rondos), finalizando con un partido de 20’, y viernes lo dedicamos a disposición táctica y a ensayar unas jugadas a balón parado. Sábado descanso, y domingo de nuevo partido. Expongo esta información, para resaltar, que la carga que supone esta prueba, sugiere que no se haga en periodo de competición (aprovechar los periodos de descanso para hacerla). Y yo, al haberla hecho entre un partido y otro, propuse una semana de entrenamientos más suaves de lo normal.
Comparando los resultados de esta prueba, con las de Agosto, noté bastantes mejoras en cuanto al nivel que presentaba el sujeto en VO2 máx. Se trata de un 100% de sujetos que mejoran. Todos obtuvieron mejores resultados que en Agosto. Algunos mejoraron notablemente, y otros menos, pero quedé muy satisfecho de que todos se superaran.
La causa de esta mejoría viene dada, a que esta prueba se la hice exactamente el 4º día de entrenamiento de pretemporada, tras las 3 primeras sesiones de acondicionamiento físico general. Los jugadores, y encima en una categoría preferente como la nuestra, venían “rotos” de verano. Aparte, en la anterior campaña no había preparador físico, y no tenían ningún plan de entrenamiento, ni siquiera para las 2 semanas anteriores de inicio de temporada. Los que venían de otros clubes, les pasaba similar. “Entre unos y otros la casa sin barrer”. Por consecuente, ha sido tarea ligeramente sencilla el que los chicos mejoren su FCX (frecuencia cardiaca media), FCM (máxima) y su VO2 máx. (consumo de oxígeno), al efectuar esta prueba. Mi reto es que estos valores, se mejoren también en el 100% de los componentes para Junio, en mayor o menor medida, fruto de buenos entrenamientos y de la competición, que harán que el sujeto tenga a medida que avanza la temporada mayores depósitos. También destaco sobre “la coursse navette”, que muchos sujetos no sabían ni lo que era, y era la primera vez que la hacían, factor éste, que también influye a la hora de conseguir mejores resultados (el hecho de conocer la mecánica de la prueba), aunque les quedó bien explicada, y se les expuso un ejemplo práctico de la dinámica de la misma, para que no hubiese dudas de ejecución, así que todos obtuvieron la suficiente información para realizarla al máximo nivel cognitivo y de esfuerzo.
Lo peor, es que no pueda comparar los datos recogidos, con los de otras temporadas, al ser éste el primer año que se realizaba la prueba, pero sí comparé los datos en cuanto a demarcación del futbolista, entre los componentes del equipo (2º equipo C.F. Boadilla) y el primer equipo (que hizo las pruebas la misma semana que yo).
En la comparativa de mi lateral derecho (Genaro-32 años, raza negra-) sacamos algunas conclusiones como que es un jugador muy rápido y explosivo, mientras que en acciones de larga duración tiene carencias.
En la comparativa de mi centrocampista (Jaime-21 años-) observé en los resultados, que posee un gran potencial físico, ya que durante años anteriores ha trabajado bien. Solo en velocidad es inferior a jugador tipo juvenil. Este jugador es a su vez estudiante de INEF, por lo que presenta una condición física general mejor que el resto, y esto se transmite en los partidos (es el que más km hace), y es que aparte de lo que entrenamos, tiene muchas sesiones prácticas en su día a día.
También he observado, que mi delantero (Marcos, paraguayo) no ha presentado muchas mejoras, pero lleva entrenando y jugando con el grupo 2 semanas, tras un parón por una lesión muscular de mes y medio.
CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:
· Es importante obtener datos de mis jugadores y sus capacidades físicas básicas para poder enfocar mi entrenamiento, e individualizarlo más, compensando las carencias presentadas.
· En un deporte tan acíclico y complejo como el fútbol, hemos de tener claro, que la preparación física es de vital importancia, pero no es “la panacea”. Un equilibrio entre lo técnico-táctico y psicológico también es importante, y aún así a veces falla el sistema. Por tanto, no es directamente relacionable una mejora en estas pruebas con una mejora en la clasificación, ya que juegan su papel gran número de factores aquí no evaluados.
3). Consulta bibliográfica, vaciado y confrontación de la información proveniente de un artículo relacionado con uno o varios apartados del índice de contenidos.
Comienzo esta tercera y última actividad para el trabajo fin de módulo, haciendo una introducción sobre el artículo que voy a analizar. Se trata de la revista Abfútbol en su nº 21, de Mayo 2006. El artículo en particular que está relacionado con alguno de los apartados del índice de contenidos, es “Perfil condicional del futbolista y su transferencia al entrenamiento” (comienza en Pág. 31 de la revista), cuyo autor es Romá Cunillera.
En el artículo, Romá nos muestra que la única capacidad que puede ser medida de forma minuciosa, es la resistencia. Ni la velocidad, medida en m/s, ni la fuerza (N) requerida para un partido, pueden ser medidas con exactitud. Sin embargo, la resistencia expresada en valores de FC que el sujeto presenta durante el partido, sí puede ser medida.
Muestra diferentes estudios: por ejemplo, en el de Nogués Martínez, R. (1997), es de futbolistas no profesionales. En este estudio, vemos que la F.C. de éstos varía entre 130 y 188ppm, obtenidas gracias a la utilización de pulsómetros. Así mismo, nos muestra que los sujetos están casi el 50% del partido en valores inferiores al 80% de su FCM, el 35% entre el 80 y el 90%, y sólo el 15% por encima del 90% de la FCM.
En otro estudio, Smodlaka (1978) concluyó, que en 2/3 partes del partido, el sujeto se encontraba en torno al 85% de su FCM.
Y en otro estudio, de Bangsbo, J. sobre jugadores daneses profesionales, expuso que los jugadores oscilaban todo el partido entre 150 y 190ppm.
Por lo comparado en otros estudios, y lo leído hasta el momento, estoy en disposición de definir el fútbol, como: un deporte acíclico, con movimientos cortos y de gran intensidad, realizados intermitentemente.
Teniendo vista esta definición, es posible plantear las tareas de entrenamiento, a partir de movimientos cortos y explosivos, para que tenga similitud al día de competición.
En este sentido, de entrenamientos, en cuanto a resistencia, el sujeto sobre todo ha de tener trabajadas la potencia aeróbica (como base, para poder realizar esfuerzos durante mucho tiempo sin fatiga), la potencia anaeróbica láctica y aláctica (para que el sujeto muestre depósitos, y en momentos de ausencia de oxígeno, no se vea deteriorado su rendimiento).
Aparte, de la resistencia, en el apartado físico, también deberemos trabajar la flexibilidad (como método de prevención de lesiones), y otras 2 que sí, presenta Romá en su estudio: la velocidad y la fuerza.
La fuerza, se manifiesta en fútbol como fuerza explosiva. Apoyándonos en Bosco, vemos cómo los saltos, son de gran aporte a la base que el sujeto debe tener de fuerza para resistir los constantes cambios de ritmo y dirección que hay, así como las disputas de cabeza, o los deslizamientos. También se puede trabajar en un gimnasio de forma más analítica, la fuerza en el tren inferior.
Según Domínguez, el incremento de fuerza máxima va a repercutir en el incremento de la fuerza explosiva, así como el incremento de fuerza explosiva, hará mejorar nuestra fuerza máxima. En esto estoy de acuerdo, por lo que es otro componente que deberemos entrenar en el sujeto (máxima fuerza que pueda soportar en 2 ó 3 repeticiones, y así acabar en agotamiento).
Por último, en el apartado de fuerza, trabajaremos la fuerza resistencia, entendida como el desarrollo muscular general en periodos preparatorios y de mantenimiento o compensatorio en periodos competitivos.
En cuanto, a la velocidad, el trabajo de coordinación, sobre todo en etapas de iniciación, será de vital importancia, para mejorar la técnica de carrera. Y Romá, apoyado en Cometti, G., aboga por 4 niveles de entrenamiento y mejora de la velocidad.
- Velocidad simple: trabajo en cuestas.
- Aceleración sobre 10 metros: (velocidad de reacción, partiendo de diferentes posiciones, realizar una salida de 10 metros. Desde sentado, tumbado, etc).
- Inicio con skipping: técnica de carrera, realizando skipping, en diferentes direcciones: lateralmente, hacia atrás, hacia delante…
- Frecuencia: por ejemplo, elevando rodillas, sin apenas avanzar en amplitud. Muchos apoyos, muy intensos en poco espacio.
A estas 4, yo les añadiría la amplitud, ya que en mis entrenamientos, acompañando con un movimiento coordinado de brazos, me gusta entrenar frecuencia y amplitud, por las diversas situaciones de juego que se dan durante el partido.
Para finalizar, algo que resalta Romá, y que también entreno yo, y más con jugadores lesionados, los ejercicios de propiocepción, para fortalecer las articulaciones de las extremidades inferiores, para evitar lesiones ligamentosas, tan abundantes en esta modalidad deportiva.
CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:
· Es importante no descuidar ninguna capacidad física básica. Por ejemplo, descompensar en exceso el trabajo de fuerza, nos hará ser menos ágiles. Así, realizaremos movimientos más lentos. Y si sólo entrenásemos resistencia, haríamos a los jugadores demasiado débiles para las jugadas de choque.
· La preparación física es muy importante en nuestros equipos. Pero no nos debemos confundir, porque no es la panacea. Como preparadores físicos nos tenemos que centrar en nuestra función, que obviamente, ayudará a optimizar el rendimiento de nuestros sujetos. Pero no nos debemos obsesionar si los resultados no salen. Ya que, aparte del apartado físico, juegan muchos factores (psicológicos, técnico-tácticos, etc). Por tanto, no relacionar de forma directa mejores condiciones físicas del sujeto, con mejor puesto en la clasificación.
Comienzo la introducción, comentando el método que he seguido. Para realizar esta actividad, he seguido el procedimiento expuesto en los apuntes. He hecho un seguimiento durante los 90’ de partido a un jugador del equipo donde actualmente me encuentro desempeñando las labores de preparador físico. Se trata del C.F. Boadilla de la Preferente madrileña, en su partido contra Ciudad los Ángeles, disputado en el Municipal de Boadilla, actuando como equipo local. En el desarrollo y análisis del objeto de estudio he de estimar imposibles a mi alcance algunos de los procedimientos expuestos en clase, por tanto opté por coger mi cámara, grabar en todo momento al mismo jugador, para luego ver el partido con más detenimiento en el DVD de casa. El trabajo consistió en medir la duración de los distintos tipos de esfuerzo que hemos seleccionado y contar el número de acciones explosivas que se le presentaron al jugador durante el partido. Tanto los tipos de carreras y como las acciones explosivas seleccionadas para ser medidas, las he escogido de forma libre y a partir de una reflexión propia basándome en otros estudios sobre estos contenidos citados en los apuntes.
El jugador que tenía pensado jugar lo escogí primeramente porque tenía la certeza de que iba a jugar los 90 minutos, sgundamente porque es el capitán, y se trata de un jugador carismático, y por último porque actuaba de mediocentro, que era la posición que quería analizar, atendiendo a las premisas de las que partimos en los apuntes de que dependiendo de cada posición del jugador, hará unos metros, tras ver las comparativas de diversos estudios. Lo peor, es que en el calentamiento, un central de nuestro equipo que arrastraba molestias, se lesionó, y éste actuó de central. Aún así, decidí seguirlo a él.
Seguidamente, muestro las cargas explosivas que realiza el sujeto seleccionado tras la recogida de datos, una vez analizado el partido detenidamente. (Diferencio entre primera y segunda parte en todas las clasificaciones, para obtener más conclusiones).
Jugadas explosivas:
- Tiros a puerta: 1ªP: 0 2ª P: 2
- Pases realizados: 1ªP: 19 2ª P: 13
- Deslizamientos: 1ªP: 5 2ª P: 2
- Uno contra uno (tanto defendiendo como atacando): 1ªP: 9 2ª P: 9
- Giros: 1ªP: 12 2ª P: 14
- Disputas de cabeza (con salto): 1ªP: 14 2ª P: 8
Mientras que ahora, presento otra clasificación, teniendo en cuenta la clase de desplazamiento que mi sujeto seleccionado hacía:
Clases de desplazamiento:
- Estático: 1ªP: 27’51”(61%) 2ª P:29’17”(61%)TT(1ªP.)= 46’
- Trote medio: 1ªP: 15’ 5” (34%) 2ª P: 16’ 06” (33%)
- Sprint (jugada máxima intensidad): 1ªP: 2’ 34” (5%) 2ª P: 3’ 37” (6%) TT (2ªP.)= 49’
Dirección del desplazamiento:
- Lateralmente: 1ªP: 4’ 04” (8,78 %) 2ª P: 5’ 10” (10,41%)
- Hacia delante: 1ªP: 32’ 46” (70,56%) 2ª P: 34’ 21” (69,81%)
- Hacia atrás: 1ªP: 9’10” (19,78%) 2ª P: 9’ 29” (18,95%)
Tras llevar a cabo la recogida de datos, me dispongo a sacar las conclusiones a las que me ha llevado el estudio. Tal y como hemos visto en clase y en los apuntes, es un debate muy amplio, pero en el que tengo que señalar que realizar esta práctica me ha servido para acercarme a la realidad de lo que se da (en un marco puramente físico) en un partido para uno de mis jugadores en nuestra competición. Hay libros, estudios, investigaciones (como las que están plasmadas en los apuntes por ejemplo) que nos delimitan y nos especifican las acciones de los jugadores de fútbol durante un partido, pero ni son todos los partidos iguales ni es lo mismo un partido en una categoría profesional que en una categoría amateur o semiprofesional ni tampoco son todos los campos iguales (tierra, césped natural, artificial, dimensiones, etc.).
Y esto, sin comentar la dificultad que presenta el hecho de establecer los criterios de evaluación, porque lo que para un investigador puede ser carrera a trote medio, para otro lo toma como sprint. En cualquier caso, ésta es la clasificación que yo he notado más justa.
Al hilo de lo que estoy comentando, y como nos encontramos en el momento de conclusiones, me gustaría resaltar lo que dijo Asier Zubillaga en la última presencial de Febrero, en la que nos animó para que fuésemos nosotros desde nuestra posición de preparadores físicos, los que investigásemos, y no les dejásemos esta papeleta a externos, provocando un intrusismo laboral.
Mientras que extrapolando el trabajo a mi contexto particular, me gustaría diferir primeramente entre los objetivos que presenta al equipo al que perteneces. En estos momentos, a parte de entrenar al preferente, también entreno a niños desde prebenjamines a infantiles, a los cuáles he de dotar de un componente más educativo. Con los grandes, aunque sea un nivel semiprofesional y todos tengan aparte un trabajo para vivir, y esto sólo lo usamos como sobresueldo, pues se nos exigen resultados, entonces es complicado hacer “experimentos”. Si nos centramos más en los resultados del análisis, vamos a comparar los resultados obtenidos en cada apartado con estudios del fútbol profesional, donde se dan otras características y circunstancias. Son datos de varios estudios de jugadores de diferentes posiciones, que aunque incluyan jugadores de distintas demarcaciones a la de nuestro jugador, nos puede servir para hacernos una idea.
Si nos centramos en las jugadas explosivas, respeto al fútbol profesional observamos algunas diferencias: giros (20-40 partido profesional / 25 partido no profesional), 1 contra 1 (38 partido profesional / 37 partido no profesional), tiros a puerta (4-8 partido profesional- 5-6 partido no profesional), pases realizados (48-81 partido profesional – 10-20 partido no profesional), deslizamientos (12-16 partido profesional / 2-4 partido no profesional), y disputas de cabeza -saltando- (5-14 partido profesional- 28 partido no profesional).
Señalar que los datos que expongo, son de los diferentes estudios que he revisado, y los intervalos que pongo, por ejemplo: pasesà 10-20, es sencillamente, porque no he hecho diferenciación de la demarcación que juega el sujeto expuesto. Por eso, suele haber oscilaciones tan grandes. Señalar también, que no veo ninguna diferencia significativa, en cuanto al rendimiento del jugador, debido a la posible presencia de la fatiga entre la primera y segunda mitad del encuentro. Por lo observado en el video, las acciones del jugador son muy cortas y explosivas (como máximo 6-7´´ que dura un srint o una situación de 1x1), donde no vuelve a intervenir hasta dentro de un largo periodo de tiempo, debido a una interrupción en el juego (habitualmente falta, balón fuera…) y por consecuencia le da tiempo a recuperarse completamente de esa acción. Esto puede venir causado, a que el resultado no se definió hasta el final. Quizás en un partido definido en el 60’, el jugador los últimos 30’ no son igual de intensos que la primera hora de partido.
En cualquier caso, y más en particular en mi trabajo, observo que radican algunas diferencias. Por ejemplo, mi sujeto, realizó en total 2 tiros a puerta, por los 4 a 8 que oscila en los estudios (aunque mi sujeto era defensa central, aspecto que influye directamente). Otro aspecto a resaltar, es la diferencia entre los estudios de pases realizados en un partido no profesional, y en un partido profesional. Vemos que la diferencia es abismal. Esto en mi equipo (categoría semiprofesional), ocurre en una medida intermedia. Vemos que mi sujeto realiza 31 pases en total. Aquí podemos señalar como hipótesis, que a mayor nivel profesional, mayor número de pases realizados hay. Esto viene relacionado, que a mayor categoría, más se elaboran las jugadas, porque hay mayor calidad técnico-táctica, y lo del “patadón pálante” se ve menos. En este sentido, mi equipo, presenta carencias, que he querido limar desde que entré en el equipo. Meter en la cabeza a los futbolistas, que con una mayor elaboración, se llega con más claridad a posiciones de finalización. Por ejemplo, en unos contra uno, veo una diferencia significativa, que puede ser causa de unos diferentes criterios de evaluación, y es que al igual que nos hizo ver Asier Zubillaga en la clase presencial, lo primero que hay que hacer, es definir bien los criterios (por ejemplo en este caso concreto: definir bien lo que es el 1 contra 1 para que no haya discrepancias entre los investigadores). En las demás jugadas explosivas, no encuentro diferencias significativas como para resaltar entre los estudios revisados y el mío.
En cuanto a clases de desplazamiento, en los tres tipos de desplazamiento se está cerca de los límites que señalaban distintos autores en el glosario de apuntes: estático (57% partido profesional / 66% partido no profesional), Trote medio (40% partido profesional / 32% partido no profesional), Sprint-jugada intensidad máxima- (3,5% partido profesional / 2,5 % partido no profesional).
Observo ciertas diferencias primeramente entre el fútbol profesional y el no profesional, y opino estas diferencias pueden deberse a lo que citábamos anteriormente, el nivel técnico de los jugadores es menor que los estudios realizados por los autores del texto (ya que sus estudios los han hecho con jugadores profesionales), es un juego más parado, brusco (donde hay muchas faltas, perdidas de tiempo, salidas del balón…), las características del terreno, estilo de juego que es más directo, y teniendo en cuenta que la demarcación que ocupa el jugador analizado. Y más en particular, comparándolo con mi estudio (equipo semirpofesional), curiosamente, los valores porcentuales se encuentran en un punto intermedio, como ocurría en las jugadas explosivas, siempre yo en mi estudio presentando más tiempo en sprint de mi sujeto que los estudios observados, debido a la diferencia en definición de los criterios de observación.
Para finalizar, comparamos nuestro estudio, en cuanto a dirección de desplazamiento, con el de los estudios expuestos. Se observan pequeñas diferencias en comparación con estudios de jugadores y competiciones profesionales: hacia delante (69% partido profesional/72% partido no profesional), hacia atrás (17% partido profesional/19% partido no profesional) lateralmente (12% partido profesional/8% partido no profesional. Estas pequeñas diferencias se deben a las mismas causas que anteriormente mencionábamos. En el partido que se analizó había mucha tensión, ambos equipos se jugaban mucho, pues eran rivales directos, y además en estas categorías muy pocos equipos juegan al toque, raseando y con transiciones rápidas de balón de una banda a otra, si no mas bien buscan un juego directo, brusco y con muchas interrupciones. De ahí podemos sacar la conclusión de que se dan tan pocos desplazamientos laterales, y también que aumenten los desplazamientos hacia atrás, debido al “pelotazo” y el hecho de colgar balones, que obliga al jugador a recular y achicar espacios.
CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:
· Hemos corroborado el hecho de que hay que tener bien definidos los criterios de observación, para que la recogida de datos no salga muy dispar.
· Por lo visto en otros estudios de fútbol profesional y fútbol no profesional, y lo deducido de mi estudio (categoría semiprofesional), vemos que a mayor categoría más jugadas explosivas hay. Es normal, porque hay más intereses económicos y deportivos. Por ejemplo, aparecen más número de pases a medida que hay más nivel. También se muestran más tiros a portería, pero la gran diferencia radica en la posesión de balón. Los jugadores con más calidad técnico-táctica, en mayor categoría, en mayor nivel/división, dotan a los equipos de más elaboración de la jugada, mientras que los equipos que no disponen de esos recursos, optan más por el juego directo, por lo que no realizan tanto número de pases, y van más a la disputa (por eso se observan también más saltos de cabeza en fútbol amateur que en el profesional).
· La demarcación del futbolista, va a concluir en diferentes resultados a nivel de jugadas explosivos y clases y dirección de desplazamientos. Así, no hará los mismos sprintes un central que un mediocentro, ni los mismos saltos de cabeza un jugador de banda que un delanterocentro.
· Estos estudios son muy válidos, para después poder extrapolar las adaptaciones producidas en el entrenamiento, a una transferencia lo más cercana posible al día de competición.
2). Administración parte de un alumno de un test físico para la evaluación de una cualidad en un equipo de fútbol y valoración de los resultados.
Para la introducción de la actividad a realizar es medir una capacidad física a un equipo de fútbol siguiendo alguno de los procedimientos que nos señalan en los apuntes o que nos señalaron en la ponencia presencial los profesores del módulo. En el club en el cuál me encuentro desempeñando las labores de Preparador físico, así como 1 día a la semana (1 hora cada semana en total), para los equipos de la cantera, se les hace una sesión diseñada por mí. Se trata del C. F. Boadilla, y hasta este año, nunca habían realizado tests físicos. Para el equipo con el que trabajo a diario (el 2º equipo), y en relación con el preparador físico del 1º equipo, hemos realizado las pruebas en Agosto, Navidad, y tenemos previsto pasarlas en Junio, una vez finalizada la temporada. El año próximo, tenemos pensado comenzar también con la cantera (al menos, cadetes y juveniles). La causa de por qué realizamos las pruebas en estos momentos de la temporada, se debe a que lo que nos interesa medir en nuestros jugadores es con el nivel físico que empiezan y con el nivel que llevan en Diciembre, y a su vez compararlo con el nivel que terminan para ver cuál ha sido su progreso, más que para obtener datos para el preparador físico que le revelen el resultado del trabajo realizado.
El desarrollo, ejecución de la prueba y exposición de resultados, lo voy a hacer sobre una prueba extraordinaria que hice de “la coursse navette” para este trabajo (y ya en Navidad no la tuve que repetir. Esos datos mismos me valieron para compararlos con el nivel inicial de Agosto de los sujetos). Con esta prueba queremos obtener el VO2 máx aproximado de cada jugador. La prueba consiste en recorrer la distancia de 20 metros, que está señalada en la instalación, al ritmo que marca una grabación que se escucha en los altavoces del pabellón (tenemos unos altavoces conectados al ordenador que reproduce la grabación de esta prueba y que marca el ritmo de carrera). El ritmo va creciendo progresivamente. En el ordenador tenemos un programa en el que metemos los datos obtenidos y nos da la frecuencia cardiaca máxima (FCM), la frecuencia cardiaca media (FCX), el VO2 máx, la velocidad media en kilómetros/hora y el tiempo que tardan en correr un kilómetro (Tº1km). Además nos señala los minutos que ha durado el jugador realizando la prueba, según en el periodo que se haya retirado (P) y la recuperación a los treinta segundos (30”), al minuto (60´´) y a los dos minutos (2´), aunque estos datos se los metemos nosotros con la ayuda de los pulsómetros. Los jugadores realizan solamente una vez esta prueba. La quise realizar en miércoles, tras un día de descanso absoluto, y un entrenamiento muy suave de recuperación para los titulares del domingo, y un entrenamiento algo más intenso, pero sin llegar a mucha carga para los que no jugaron de inicio. Ya que este test es de desgaste máximo. El jueves lo planteé entero con balón (fútbol-tenis, rondos), finalizando con un partido de 20’, y viernes lo dedicamos a disposición táctica y a ensayar unas jugadas a balón parado. Sábado descanso, y domingo de nuevo partido. Expongo esta información, para resaltar, que la carga que supone esta prueba, sugiere que no se haga en periodo de competición (aprovechar los periodos de descanso para hacerla). Y yo, al haberla hecho entre un partido y otro, propuse una semana de entrenamientos más suaves de lo normal.
Comparando los resultados de esta prueba, con las de Agosto, noté bastantes mejoras en cuanto al nivel que presentaba el sujeto en VO2 máx. Se trata de un 100% de sujetos que mejoran. Todos obtuvieron mejores resultados que en Agosto. Algunos mejoraron notablemente, y otros menos, pero quedé muy satisfecho de que todos se superaran.
La causa de esta mejoría viene dada, a que esta prueba se la hice exactamente el 4º día de entrenamiento de pretemporada, tras las 3 primeras sesiones de acondicionamiento físico general. Los jugadores, y encima en una categoría preferente como la nuestra, venían “rotos” de verano. Aparte, en la anterior campaña no había preparador físico, y no tenían ningún plan de entrenamiento, ni siquiera para las 2 semanas anteriores de inicio de temporada. Los que venían de otros clubes, les pasaba similar. “Entre unos y otros la casa sin barrer”. Por consecuente, ha sido tarea ligeramente sencilla el que los chicos mejoren su FCX (frecuencia cardiaca media), FCM (máxima) y su VO2 máx. (consumo de oxígeno), al efectuar esta prueba. Mi reto es que estos valores, se mejoren también en el 100% de los componentes para Junio, en mayor o menor medida, fruto de buenos entrenamientos y de la competición, que harán que el sujeto tenga a medida que avanza la temporada mayores depósitos. También destaco sobre “la coursse navette”, que muchos sujetos no sabían ni lo que era, y era la primera vez que la hacían, factor éste, que también influye a la hora de conseguir mejores resultados (el hecho de conocer la mecánica de la prueba), aunque les quedó bien explicada, y se les expuso un ejemplo práctico de la dinámica de la misma, para que no hubiese dudas de ejecución, así que todos obtuvieron la suficiente información para realizarla al máximo nivel cognitivo y de esfuerzo.
Lo peor, es que no pueda comparar los datos recogidos, con los de otras temporadas, al ser éste el primer año que se realizaba la prueba, pero sí comparé los datos en cuanto a demarcación del futbolista, entre los componentes del equipo (2º equipo C.F. Boadilla) y el primer equipo (que hizo las pruebas la misma semana que yo).
En la comparativa de mi lateral derecho (Genaro-32 años, raza negra-) sacamos algunas conclusiones como que es un jugador muy rápido y explosivo, mientras que en acciones de larga duración tiene carencias.
En la comparativa de mi centrocampista (Jaime-21 años-) observé en los resultados, que posee un gran potencial físico, ya que durante años anteriores ha trabajado bien. Solo en velocidad es inferior a jugador tipo juvenil. Este jugador es a su vez estudiante de INEF, por lo que presenta una condición física general mejor que el resto, y esto se transmite en los partidos (es el que más km hace), y es que aparte de lo que entrenamos, tiene muchas sesiones prácticas en su día a día.
También he observado, que mi delantero (Marcos, paraguayo) no ha presentado muchas mejoras, pero lleva entrenando y jugando con el grupo 2 semanas, tras un parón por una lesión muscular de mes y medio.
CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:
· Es importante obtener datos de mis jugadores y sus capacidades físicas básicas para poder enfocar mi entrenamiento, e individualizarlo más, compensando las carencias presentadas.
· En un deporte tan acíclico y complejo como el fútbol, hemos de tener claro, que la preparación física es de vital importancia, pero no es “la panacea”. Un equilibrio entre lo técnico-táctico y psicológico también es importante, y aún así a veces falla el sistema. Por tanto, no es directamente relacionable una mejora en estas pruebas con una mejora en la clasificación, ya que juegan su papel gran número de factores aquí no evaluados.
3). Consulta bibliográfica, vaciado y confrontación de la información proveniente de un artículo relacionado con uno o varios apartados del índice de contenidos.
Comienzo esta tercera y última actividad para el trabajo fin de módulo, haciendo una introducción sobre el artículo que voy a analizar. Se trata de la revista Abfútbol en su nº 21, de Mayo 2006. El artículo en particular que está relacionado con alguno de los apartados del índice de contenidos, es “Perfil condicional del futbolista y su transferencia al entrenamiento” (comienza en Pág. 31 de la revista), cuyo autor es Romá Cunillera.
En el artículo, Romá nos muestra que la única capacidad que puede ser medida de forma minuciosa, es la resistencia. Ni la velocidad, medida en m/s, ni la fuerza (N) requerida para un partido, pueden ser medidas con exactitud. Sin embargo, la resistencia expresada en valores de FC que el sujeto presenta durante el partido, sí puede ser medida.
Muestra diferentes estudios: por ejemplo, en el de Nogués Martínez, R. (1997), es de futbolistas no profesionales. En este estudio, vemos que la F.C. de éstos varía entre 130 y 188ppm, obtenidas gracias a la utilización de pulsómetros. Así mismo, nos muestra que los sujetos están casi el 50% del partido en valores inferiores al 80% de su FCM, el 35% entre el 80 y el 90%, y sólo el 15% por encima del 90% de la FCM.
En otro estudio, Smodlaka (1978) concluyó, que en 2/3 partes del partido, el sujeto se encontraba en torno al 85% de su FCM.
Y en otro estudio, de Bangsbo, J. sobre jugadores daneses profesionales, expuso que los jugadores oscilaban todo el partido entre 150 y 190ppm.
Por lo comparado en otros estudios, y lo leído hasta el momento, estoy en disposición de definir el fútbol, como: un deporte acíclico, con movimientos cortos y de gran intensidad, realizados intermitentemente.
Teniendo vista esta definición, es posible plantear las tareas de entrenamiento, a partir de movimientos cortos y explosivos, para que tenga similitud al día de competición.
En este sentido, de entrenamientos, en cuanto a resistencia, el sujeto sobre todo ha de tener trabajadas la potencia aeróbica (como base, para poder realizar esfuerzos durante mucho tiempo sin fatiga), la potencia anaeróbica láctica y aláctica (para que el sujeto muestre depósitos, y en momentos de ausencia de oxígeno, no se vea deteriorado su rendimiento).
Aparte, de la resistencia, en el apartado físico, también deberemos trabajar la flexibilidad (como método de prevención de lesiones), y otras 2 que sí, presenta Romá en su estudio: la velocidad y la fuerza.
La fuerza, se manifiesta en fútbol como fuerza explosiva. Apoyándonos en Bosco, vemos cómo los saltos, son de gran aporte a la base que el sujeto debe tener de fuerza para resistir los constantes cambios de ritmo y dirección que hay, así como las disputas de cabeza, o los deslizamientos. También se puede trabajar en un gimnasio de forma más analítica, la fuerza en el tren inferior.
Según Domínguez, el incremento de fuerza máxima va a repercutir en el incremento de la fuerza explosiva, así como el incremento de fuerza explosiva, hará mejorar nuestra fuerza máxima. En esto estoy de acuerdo, por lo que es otro componente que deberemos entrenar en el sujeto (máxima fuerza que pueda soportar en 2 ó 3 repeticiones, y así acabar en agotamiento).
Por último, en el apartado de fuerza, trabajaremos la fuerza resistencia, entendida como el desarrollo muscular general en periodos preparatorios y de mantenimiento o compensatorio en periodos competitivos.
En cuanto, a la velocidad, el trabajo de coordinación, sobre todo en etapas de iniciación, será de vital importancia, para mejorar la técnica de carrera. Y Romá, apoyado en Cometti, G., aboga por 4 niveles de entrenamiento y mejora de la velocidad.
- Velocidad simple: trabajo en cuestas.
- Aceleración sobre 10 metros: (velocidad de reacción, partiendo de diferentes posiciones, realizar una salida de 10 metros. Desde sentado, tumbado, etc).
- Inicio con skipping: técnica de carrera, realizando skipping, en diferentes direcciones: lateralmente, hacia atrás, hacia delante…
- Frecuencia: por ejemplo, elevando rodillas, sin apenas avanzar en amplitud. Muchos apoyos, muy intensos en poco espacio.
A estas 4, yo les añadiría la amplitud, ya que en mis entrenamientos, acompañando con un movimiento coordinado de brazos, me gusta entrenar frecuencia y amplitud, por las diversas situaciones de juego que se dan durante el partido.
Para finalizar, algo que resalta Romá, y que también entreno yo, y más con jugadores lesionados, los ejercicios de propiocepción, para fortalecer las articulaciones de las extremidades inferiores, para evitar lesiones ligamentosas, tan abundantes en esta modalidad deportiva.
CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:
· Es importante no descuidar ninguna capacidad física básica. Por ejemplo, descompensar en exceso el trabajo de fuerza, nos hará ser menos ágiles. Así, realizaremos movimientos más lentos. Y si sólo entrenásemos resistencia, haríamos a los jugadores demasiado débiles para las jugadas de choque.
· La preparación física es muy importante en nuestros equipos. Pero no nos debemos confundir, porque no es la panacea. Como preparadores físicos nos tenemos que centrar en nuestra función, que obviamente, ayudará a optimizar el rendimiento de nuestros sujetos. Pero no nos debemos obsesionar si los resultados no salen. Ya que, aparte del apartado físico, juegan muchos factores (psicológicos, técnico-tácticos, etc). Por tanto, no relacionar de forma directa mejores condiciones físicas del sujeto, con mejor puesto en la clasificación.
Observación y registro de la carga física externa de un futbolista en un partido de competición, by Mario Ibáñez
Comienzo la introducción, comentando que he elegido este tema de investigación porque es el campo en el cuál me encuentro más cómodo. El fútbol desde un punto de vista científico es una disciplina muy interesante de investigar, alejándonos del “fútbol bar” o de los periódicos deportivos sensacionalistas que sólo buscan generar polémica. Y gracias a que la asignatura va relacionada con este tema de las cargas que sufre un jugador en un partido, para a raíz de ahí, poder entrenar al sujeto para maximizar su rendimiento, he escogido un tema que me inquietaba, para que me fuera ameno desempeñar el trabajo.
Al ser preparador físico, leo mucho sobre el tema, y concretamente para este trabajo de la asignatura escogí unos apuntes de un Master de Preparación Física especialista en Fútbol realizado por la RFEF y la UCLM (en concreto del área II del primer curso titulado metodología para el desarrollo de la condición física, impartido por el profesor y ex preparador físico de Real Sociedad y Valencia C.F. Julen Masach Urrestilla), y que me gustaría realizar una vez acabada la carrera para continuar mi formación.
El método que he seguido es el siguiente. He hecho un seguimiento durante los 90’ de partido a un jugador del equipo donde actualmente me encuentro desempeñando las labores de preparador físico. Se trata del C.F. Boadilla de la Preferente madrileña, en su partido contra Ciudad los Ángeles, disputado en el Municipal de Boadilla, actuando como equipo local.
También me ha ayudado para la elaboración del texto, y más tarde para la planificación de mis entrenamientos la literatura encontrada en la biblioteca sobre la asignatura, así como revistas en internet en las que cuelgan documentos muy ricos para clarificar ideas. En concreto recojo: “los procesos de adaptación del organismo del atleta son determinantes por la naturaleza, la magnitud y la orientación de las cargas” (Pág. 21 “El entrenamiento deportivo-teoría y metodología- Vladimir Nicolaievitch Platanov”).
Y por último, antes de comenzar con el desarrollo y análisis del objeto de estudio, también me apoyo en un texto de autores españoles (Luis Miguel Ruiz Pérez y Fernando Sánchez Bañuelos), “Rendimiento deportivo-claves para la optimización de los aprendizajes-”, que recoge en su Pág. 230 algo que intento llevar a rajatabla cuando planteo mis tareas de entrenamiento (las características para llegar a la excelencia deportiva: condición física, concentración, anticipación, control de la ansiedad y percepción de control).
En el desarrollo y análisis del objeto de estudio he de estimar imposibles a mi alcance algunos de los procedimientos que se llevan a cabo para contabilizar los esfuerzos que tiene un futbolista en un partido (por ejemplo, con el sistema amisco, o el sistema castrol, que hacen un seguimiento exhaustivo, el primero -lo usan clubes de 1ª- con 8 cámaras y el segundo-el que se va a usar en la Eurocopa- con 16 cámaras), por tanto opté por coger mi cámara, grabar en todo momento al mismo jugador, para luego ver el partido con más detenimiento en el DVD de casa. El trabajo consistió en medir la duración de los distintos tipos de esfuerzo que he seleccionado y contar el número de acciones explosivas que se le presentaron al jugador durante el partido. Tanto los tipos de carreras y como las acciones explosivas seleccionadas para ser medidas, las he escogido de forma libre y a partir de una reflexión propia basándome en otros estudios sobre estos contenidos obtenidos de la literatura existente sobre esto.
El jugador que tenía pensado hacerle el seguimiento lo escogí primeramente porque tenía la certeza de que iba a jugar los 90 minutos, segundamente porque es el capitán, y se trata de un jugador carismático, y por último porque actuaba de mediocentro, que era la posición que quería analizar, teniendo en cuenta que dependiendo de cada posición del jugador, hará unos metros, tras ver las comparativas de diversos estudios. Lo peor, es que en el calentamiento, un central de nuestro equipo que arrastraba molestias, se lesionó, y éste actuó de central. Aún así, decidí seguirlo a él.
Seguidamente, tras ver grabar el partido con mi cámara y verlo más tarde en mi casa, muestro las cargas explosivas que realiza el sujeto seleccionado tras la recogida de datos, una vez analizado el partido detenidamente. (Diferencio entre primera y segunda parte en todas las clasificaciones, para obtener más conclusiones).
Jugadas explosivas:
- Tiros a puerta: 1ªP: 0 2ª P: 2
- Pases realizados: 1ªP: 19 2ª P: 13
- Deslizamientos: 1ªP: 5 2ª P: 2
- Uno contra uno (tanto defendiendo como atacando): 1ªP: 9 2ª P: 9
- Giros: 1ªP: 12 2ª P: 14
- Disputas de cabeza (con salto): 1ªP: 14 2ª P: 8
Mientras que ahora, presento otra clasificación, teniendo en cuenta la clase de desplazamiento que mi sujeto seleccionado hacía:
Clases de desplazamiento:
- Estático (andando): 1ªP: 27’51”(61%) 2ª P:29’17”(61%)
- Trote medio: 1ªP: 15’ 5” (34%) 2ª P: 16’ 06” (33%)
- Sprint (jugada máxima intensidad): 1ªP: 2’ 34” (5%) 2ª P: 3’ 37” (6%)
TT(1ªP.)= 46’ TT (2ªP.)= 49’
Dirección del desplazamiento:
- Lateralmente: 1ªP: 4’ 04” (8,78 %) 2ª P: 5’ 10” (10,41%)
- Hacia delante: 1ªP: 32’ 46” (70,56%) 2ª P: 34’ 21” (69,81%)
- Hacia atrás: 1ªP: 9’10” (19,78%) 2ª P: 9’ 29” (18,95%)
Tras llevar a cabo la recogida de datos, me dispongo a sacar las conclusiones a las que me ha llevado el estudio. Tal y como he podido leer, es un debate muy amplio, pero en el que tengo que señalar que realizar esta práctica me ha servido para acercarme a la realidad de lo que se da (en un marco puramente físico) en un partido de fútbol para uno de mis jugadores en nuestra competición. Hay libros, estudios, investigaciones que nos delimitan y nos especifican las acciones de los jugadores de fútbol durante un partido, pero ni son todos los partidos iguales ni es lo mismo un partido en una categoría profesional que en una categoría amateur o semiprofesional ni tampoco son todos los campos iguales (tierra, césped natural, artificial, dimensiones, etc.).
Y esto, sin comentar la dificultad que presenta el hecho de establecer los criterios de evaluación, porque lo que para un investigador puede ser carrera a trote medio, para otro lo toma como sprint. En cualquier caso, ésta es la clasificación que yo he notado más justa.
Extrapolando el trabajo a mi contexto particular, me gustaría diferir primeramente entre los objetivos que presenta al equipo al que perteneces. En estos momentos, a parte de entrenar al preferente, también entreno a niños desde prebenjamines a infantiles, a los cuáles he de dotar de un componente más educativo. Con los grandes, aunque sea un nivel semiprofesional y todos tengan aparte un trabajo para vivir, y esto sólo lo usamos como sobresueldo, pues se nos exigen resultados, entonces es complicado hacer “experimentos”. Si nos centramos más en los resultados del análisis, vamos a comparar los resultados obtenidos en cada apartado con estudios del fútbol profesional, donde se dan otras características y circunstancias. Son datos de varios estudios de jugadores de diferentes posiciones, que aunque incluyan jugadores de distintas demarcaciones a la de nuestro jugador, nos puede servir para hacernos una idea.
Si nos centramos en las jugadas explosivas, respeto al fútbol profesional observamos algunas diferencias: giros (20-40 partido profesional / 25 partido no profesional), 1 contra 1 (38 partido profesional / 37 partido no profesional), tiros a puerta (4-8 partido profesional- 5-6 partido no profesional), pases realizados (48-81 partido profesional – 10-20 partido no profesional), deslizamientos (12-16 partido profesional / 2-4 partido no profesional), y disputas de cabeza -saltando- (5-14 partido profesional- 28 partido no profesional).
Señalar que los datos que expongo, son de los diferentes estudios (apuntes primer curso Master Preparador Físico especialista en Fútbol, área II: metodología para el desarrollo de la condición física. Julen Masach Urrestilla –expreparador físico de Real Sociedad y Valencia C.F.-Pág. 20) que he revisado, y los intervalos que pongo, por ejemplo: pasesà 10-20, es sencillamente, porque no he hecho diferenciación de la demarcación que juega el sujeto expuesto. Por eso, suele haber oscilaciones tan grandes. Señalar también, que no veo ninguna diferencia significativa, en cuanto al rendimiento del jugador, debido a la posible presencia de la fatiga entre la primera y segunda mitad del encuentro. Por lo observado en el video, las acciones del jugador son muy cortas y explosivas (como máximo 6-7´´ que dura un sprint o una situación de 1x1), donde no vuelve a intervenir hasta dentro de un largo periodo de tiempo, debido a una interrupción en el juego (habitualmente falta, balón fuera…) y por consecuencia le da tiempo a recuperarse completamente de esa acción. Esto puede venir causado, a que el resultado no se definió hasta el final. Quizás en un partido definido en el 60’, el jugador los últimos 30’ no son igual de intensos que la primera hora de partido.
En cualquier caso, y más en particular en mi trabajo, observo que radican algunas diferencias. Por ejemplo, mi sujeto, realizó en total 2 tiros a puerta, por los 4 a 8 que oscila en los estudios (aunque mi sujeto era defensa central, aspecto que influye directamente). Otro aspecto a resaltar, es la diferencia entre los estudios de pases realizados en un partido no profesional, y en un partido profesional. Vemos que la diferencia es abismal. Esto en mi equipo (categoría semiprofesional), ocurre en una medida intermedia. Vemos que mi sujeto realiza 31 pases en total. Aquí podemos señalar como hipótesis, que a mayor nivel profesional, mayor número de pases realizados hay. Esto viene relacionado, que a mayor categoría, más se elaboran las jugadas, porque hay mayor calidad técnico-táctica, y lo del “patadón pálante” se ve menos. En este sentido, mi equipo, presenta carencias, que he querido limar desde que entré en el equipo. Meter en la cabeza a los futbolistas, que con una mayor elaboración, se llega con más claridad a posiciones de finalización. Por ejemplo, en unos contra uno, veo una diferencia significativa, que puede ser causa de unos diferentes criterios de evaluación, y es que lo primero que hay que hacer, es definir bien los criterios (por ejemplo en este caso concreto: definir bien lo que es el 1 contra 1 para que no haya discrepancias entre los investigadores). En las demás jugadas explosivas, no encuentro diferencias significativas como para resaltar entre los estudios revisados y el mío.
En cuanto a clases de desplazamiento, en los tres tipos de desplazamiento se está cerca de los límites que he encontrado en los apuntes que he cogido para hacer el trabajo: estático (57% partido profesional / 66% partido no profesional), Trote medio (40% partido profesional / 32% partido no profesional), Sprint-jugada intensidad máxima- (3,5% partido profesional / 2,5 % partido no profesional).
Observo ciertas diferencias primeramente entre el fútbol profesional y el no profesional, y opino que estas diferencias pueden deberse a lo que citábamos anteriormente, el nivel técnico de los jugadores es menor que los estudios realizados por los autores del texto (ya que sus estudios los han hecho con jugadores profesionales), es un juego más parado, brusco (donde hay muchas faltas, pérdidas de tiempo, salidas del balón…), las características del terreno, estilo de juego que es más directo, y teniendo en cuenta que la demarcación que ocupa el jugador analizado. Y más en particular, comparándolo con mi estudio (equipo semirpofesional), curiosamente, los valores porcentuales se encuentran en un punto intermedio, como ocurría en las jugadas explosivas, siempre yo en mi estudio presentando más tiempo en sprint de mi sujeto que los estudios observados, debido a la diferencia en definición de los criterios de observación.
Para finalizar, comparo mi estudio, en cuanto a dirección de desplazamiento, con el de los estudios expuestos. Se observan pequeñas diferencias en comparación con estudios de jugadores y competiciones profesionales: hacia delante (69% partido profesional/72% partido no profesional), hacia atrás (17% partido profesional/19% partido no profesional) lateralmente (12% partido profesional/8% partido no profesional. Estas pequeñas diferencias se deben a las mismas causas que anteriormente mencionábamos. En el partido que se analizó había mucha tensión, ambos equipos se jugaban mucho, pues eran rivales directos, y además en estas categorías muy pocos equipos juegan al toque, raseando y con transiciones rápidas de balón de una banda a otra, si no más bien buscan un juego directo, brusco y con muchas interrupciones. De ahí podemos sacar la conclusión de que se dan tan pocos desplazamientos laterales, y también que aumenten los desplazamientos hacia atrás, debido al “pelotazo” y el hecho de colgar balones, que obliga al jugador a recular y achicar espacios.
CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:
· He corroborado el hecho de que hay que tener bien definidos los criterios de observación, para que la recogida de datos no salga muy dispar.
· Estos estudios son muy válidos, para después poder extrapolar las adaptaciones producidas en el entrenamiento, a una transferencia lo más cercana posible al día de competición. Siguiendo los principios de entrenamiento vistos en clase, y tras ver las cargas exigidas en un partido, podremos elaborar sesiones de entrenamiento que produzcan adaptaciones que nos vayan a hacer optimizar nuestro rendimiento el día de la competición. Pero para presentar un entrenamiento no podemos dejar de lado las características biomecánicas del sistema locomotor del deportista, las cuáles tendremos que valorar para saber cómo cuándo y por qué el entrenamiento va a tener un efecto positivo en el futuro. (Pág. 29, Teoría y metodología del Entrenamiento Deportivo, Yuri Verkhoshansky).
· Por lo visto en otros estudios de fútbol profesional y fútbol no profesional, y lo deducido de mi estudio (categoría semiprofesional), vemos que a mayor categoría más jugadas explosivas hay. Es normal, porque hay más intereses económicos y deportivos. Por ejemplo, aparecen más número de pases a medida que hay más nivel. También se muestran más tiros a portería, pero la gran diferencia radica en la posesión de balón. Los jugadores con más calidad técnico-táctica, en mayor categoría, en mayor nivel/división, dotan a los equipos de más elaboración de la jugada, mientras que los equipos que no disponen de esos recursos, optan más por el juego directo, por lo que no realizan tanto número de pases, y van más a la disputa (por eso se observan también más saltos de cabeza en fútbol amateur que en el profesional).
· La demarcación del futbolista, va a concluir en diferentes resultados a nivel de jugadas explosivos y clases y dirección de desplazamientos. Así, no hará los mismos sprintes un central que un mediocentro, ni los mismos saltos de cabeza un jugador de banda que un delanterocentro.
Al ser preparador físico, leo mucho sobre el tema, y concretamente para este trabajo de la asignatura escogí unos apuntes de un Master de Preparación Física especialista en Fútbol realizado por la RFEF y la UCLM (en concreto del área II del primer curso titulado metodología para el desarrollo de la condición física, impartido por el profesor y ex preparador físico de Real Sociedad y Valencia C.F. Julen Masach Urrestilla), y que me gustaría realizar una vez acabada la carrera para continuar mi formación.
El método que he seguido es el siguiente. He hecho un seguimiento durante los 90’ de partido a un jugador del equipo donde actualmente me encuentro desempeñando las labores de preparador físico. Se trata del C.F. Boadilla de la Preferente madrileña, en su partido contra Ciudad los Ángeles, disputado en el Municipal de Boadilla, actuando como equipo local.
También me ha ayudado para la elaboración del texto, y más tarde para la planificación de mis entrenamientos la literatura encontrada en la biblioteca sobre la asignatura, así como revistas en internet en las que cuelgan documentos muy ricos para clarificar ideas. En concreto recojo: “los procesos de adaptación del organismo del atleta son determinantes por la naturaleza, la magnitud y la orientación de las cargas” (Pág. 21 “El entrenamiento deportivo-teoría y metodología- Vladimir Nicolaievitch Platanov”).
Y por último, antes de comenzar con el desarrollo y análisis del objeto de estudio, también me apoyo en un texto de autores españoles (Luis Miguel Ruiz Pérez y Fernando Sánchez Bañuelos), “Rendimiento deportivo-claves para la optimización de los aprendizajes-”, que recoge en su Pág. 230 algo que intento llevar a rajatabla cuando planteo mis tareas de entrenamiento (las características para llegar a la excelencia deportiva: condición física, concentración, anticipación, control de la ansiedad y percepción de control).
En el desarrollo y análisis del objeto de estudio he de estimar imposibles a mi alcance algunos de los procedimientos que se llevan a cabo para contabilizar los esfuerzos que tiene un futbolista en un partido (por ejemplo, con el sistema amisco, o el sistema castrol, que hacen un seguimiento exhaustivo, el primero -lo usan clubes de 1ª- con 8 cámaras y el segundo-el que se va a usar en la Eurocopa- con 16 cámaras), por tanto opté por coger mi cámara, grabar en todo momento al mismo jugador, para luego ver el partido con más detenimiento en el DVD de casa. El trabajo consistió en medir la duración de los distintos tipos de esfuerzo que he seleccionado y contar el número de acciones explosivas que se le presentaron al jugador durante el partido. Tanto los tipos de carreras y como las acciones explosivas seleccionadas para ser medidas, las he escogido de forma libre y a partir de una reflexión propia basándome en otros estudios sobre estos contenidos obtenidos de la literatura existente sobre esto.
El jugador que tenía pensado hacerle el seguimiento lo escogí primeramente porque tenía la certeza de que iba a jugar los 90 minutos, segundamente porque es el capitán, y se trata de un jugador carismático, y por último porque actuaba de mediocentro, que era la posición que quería analizar, teniendo en cuenta que dependiendo de cada posición del jugador, hará unos metros, tras ver las comparativas de diversos estudios. Lo peor, es que en el calentamiento, un central de nuestro equipo que arrastraba molestias, se lesionó, y éste actuó de central. Aún así, decidí seguirlo a él.
Seguidamente, tras ver grabar el partido con mi cámara y verlo más tarde en mi casa, muestro las cargas explosivas que realiza el sujeto seleccionado tras la recogida de datos, una vez analizado el partido detenidamente. (Diferencio entre primera y segunda parte en todas las clasificaciones, para obtener más conclusiones).
Jugadas explosivas:
- Tiros a puerta: 1ªP: 0 2ª P: 2
- Pases realizados: 1ªP: 19 2ª P: 13
- Deslizamientos: 1ªP: 5 2ª P: 2
- Uno contra uno (tanto defendiendo como atacando): 1ªP: 9 2ª P: 9
- Giros: 1ªP: 12 2ª P: 14
- Disputas de cabeza (con salto): 1ªP: 14 2ª P: 8
Mientras que ahora, presento otra clasificación, teniendo en cuenta la clase de desplazamiento que mi sujeto seleccionado hacía:
Clases de desplazamiento:
- Estático (andando): 1ªP: 27’51”(61%) 2ª P:29’17”(61%)
- Trote medio: 1ªP: 15’ 5” (34%) 2ª P: 16’ 06” (33%)
- Sprint (jugada máxima intensidad): 1ªP: 2’ 34” (5%) 2ª P: 3’ 37” (6%)
TT(1ªP.)= 46’ TT (2ªP.)= 49’
Dirección del desplazamiento:
- Lateralmente: 1ªP: 4’ 04” (8,78 %) 2ª P: 5’ 10” (10,41%)
- Hacia delante: 1ªP: 32’ 46” (70,56%) 2ª P: 34’ 21” (69,81%)
- Hacia atrás: 1ªP: 9’10” (19,78%) 2ª P: 9’ 29” (18,95%)
Tras llevar a cabo la recogida de datos, me dispongo a sacar las conclusiones a las que me ha llevado el estudio. Tal y como he podido leer, es un debate muy amplio, pero en el que tengo que señalar que realizar esta práctica me ha servido para acercarme a la realidad de lo que se da (en un marco puramente físico) en un partido de fútbol para uno de mis jugadores en nuestra competición. Hay libros, estudios, investigaciones que nos delimitan y nos especifican las acciones de los jugadores de fútbol durante un partido, pero ni son todos los partidos iguales ni es lo mismo un partido en una categoría profesional que en una categoría amateur o semiprofesional ni tampoco son todos los campos iguales (tierra, césped natural, artificial, dimensiones, etc.).
Y esto, sin comentar la dificultad que presenta el hecho de establecer los criterios de evaluación, porque lo que para un investigador puede ser carrera a trote medio, para otro lo toma como sprint. En cualquier caso, ésta es la clasificación que yo he notado más justa.
Extrapolando el trabajo a mi contexto particular, me gustaría diferir primeramente entre los objetivos que presenta al equipo al que perteneces. En estos momentos, a parte de entrenar al preferente, también entreno a niños desde prebenjamines a infantiles, a los cuáles he de dotar de un componente más educativo. Con los grandes, aunque sea un nivel semiprofesional y todos tengan aparte un trabajo para vivir, y esto sólo lo usamos como sobresueldo, pues se nos exigen resultados, entonces es complicado hacer “experimentos”. Si nos centramos más en los resultados del análisis, vamos a comparar los resultados obtenidos en cada apartado con estudios del fútbol profesional, donde se dan otras características y circunstancias. Son datos de varios estudios de jugadores de diferentes posiciones, que aunque incluyan jugadores de distintas demarcaciones a la de nuestro jugador, nos puede servir para hacernos una idea.
Si nos centramos en las jugadas explosivas, respeto al fútbol profesional observamos algunas diferencias: giros (20-40 partido profesional / 25 partido no profesional), 1 contra 1 (38 partido profesional / 37 partido no profesional), tiros a puerta (4-8 partido profesional- 5-6 partido no profesional), pases realizados (48-81 partido profesional – 10-20 partido no profesional), deslizamientos (12-16 partido profesional / 2-4 partido no profesional), y disputas de cabeza -saltando- (5-14 partido profesional- 28 partido no profesional).
Señalar que los datos que expongo, son de los diferentes estudios (apuntes primer curso Master Preparador Físico especialista en Fútbol, área II: metodología para el desarrollo de la condición física. Julen Masach Urrestilla –expreparador físico de Real Sociedad y Valencia C.F.-Pág. 20) que he revisado, y los intervalos que pongo, por ejemplo: pasesà 10-20, es sencillamente, porque no he hecho diferenciación de la demarcación que juega el sujeto expuesto. Por eso, suele haber oscilaciones tan grandes. Señalar también, que no veo ninguna diferencia significativa, en cuanto al rendimiento del jugador, debido a la posible presencia de la fatiga entre la primera y segunda mitad del encuentro. Por lo observado en el video, las acciones del jugador son muy cortas y explosivas (como máximo 6-7´´ que dura un sprint o una situación de 1x1), donde no vuelve a intervenir hasta dentro de un largo periodo de tiempo, debido a una interrupción en el juego (habitualmente falta, balón fuera…) y por consecuencia le da tiempo a recuperarse completamente de esa acción. Esto puede venir causado, a que el resultado no se definió hasta el final. Quizás en un partido definido en el 60’, el jugador los últimos 30’ no son igual de intensos que la primera hora de partido.
En cualquier caso, y más en particular en mi trabajo, observo que radican algunas diferencias. Por ejemplo, mi sujeto, realizó en total 2 tiros a puerta, por los 4 a 8 que oscila en los estudios (aunque mi sujeto era defensa central, aspecto que influye directamente). Otro aspecto a resaltar, es la diferencia entre los estudios de pases realizados en un partido no profesional, y en un partido profesional. Vemos que la diferencia es abismal. Esto en mi equipo (categoría semiprofesional), ocurre en una medida intermedia. Vemos que mi sujeto realiza 31 pases en total. Aquí podemos señalar como hipótesis, que a mayor nivel profesional, mayor número de pases realizados hay. Esto viene relacionado, que a mayor categoría, más se elaboran las jugadas, porque hay mayor calidad técnico-táctica, y lo del “patadón pálante” se ve menos. En este sentido, mi equipo, presenta carencias, que he querido limar desde que entré en el equipo. Meter en la cabeza a los futbolistas, que con una mayor elaboración, se llega con más claridad a posiciones de finalización. Por ejemplo, en unos contra uno, veo una diferencia significativa, que puede ser causa de unos diferentes criterios de evaluación, y es que lo primero que hay que hacer, es definir bien los criterios (por ejemplo en este caso concreto: definir bien lo que es el 1 contra 1 para que no haya discrepancias entre los investigadores). En las demás jugadas explosivas, no encuentro diferencias significativas como para resaltar entre los estudios revisados y el mío.
En cuanto a clases de desplazamiento, en los tres tipos de desplazamiento se está cerca de los límites que he encontrado en los apuntes que he cogido para hacer el trabajo: estático (57% partido profesional / 66% partido no profesional), Trote medio (40% partido profesional / 32% partido no profesional), Sprint-jugada intensidad máxima- (3,5% partido profesional / 2,5 % partido no profesional).
Observo ciertas diferencias primeramente entre el fútbol profesional y el no profesional, y opino que estas diferencias pueden deberse a lo que citábamos anteriormente, el nivel técnico de los jugadores es menor que los estudios realizados por los autores del texto (ya que sus estudios los han hecho con jugadores profesionales), es un juego más parado, brusco (donde hay muchas faltas, pérdidas de tiempo, salidas del balón…), las características del terreno, estilo de juego que es más directo, y teniendo en cuenta que la demarcación que ocupa el jugador analizado. Y más en particular, comparándolo con mi estudio (equipo semirpofesional), curiosamente, los valores porcentuales se encuentran en un punto intermedio, como ocurría en las jugadas explosivas, siempre yo en mi estudio presentando más tiempo en sprint de mi sujeto que los estudios observados, debido a la diferencia en definición de los criterios de observación.
Para finalizar, comparo mi estudio, en cuanto a dirección de desplazamiento, con el de los estudios expuestos. Se observan pequeñas diferencias en comparación con estudios de jugadores y competiciones profesionales: hacia delante (69% partido profesional/72% partido no profesional), hacia atrás (17% partido profesional/19% partido no profesional) lateralmente (12% partido profesional/8% partido no profesional. Estas pequeñas diferencias se deben a las mismas causas que anteriormente mencionábamos. En el partido que se analizó había mucha tensión, ambos equipos se jugaban mucho, pues eran rivales directos, y además en estas categorías muy pocos equipos juegan al toque, raseando y con transiciones rápidas de balón de una banda a otra, si no más bien buscan un juego directo, brusco y con muchas interrupciones. De ahí podemos sacar la conclusión de que se dan tan pocos desplazamientos laterales, y también que aumenten los desplazamientos hacia atrás, debido al “pelotazo” y el hecho de colgar balones, que obliga al jugador a recular y achicar espacios.
CONCLUSIONES GENERALES DE LA ACTIVIDAD:
· He corroborado el hecho de que hay que tener bien definidos los criterios de observación, para que la recogida de datos no salga muy dispar.
· Estos estudios son muy válidos, para después poder extrapolar las adaptaciones producidas en el entrenamiento, a una transferencia lo más cercana posible al día de competición. Siguiendo los principios de entrenamiento vistos en clase, y tras ver las cargas exigidas en un partido, podremos elaborar sesiones de entrenamiento que produzcan adaptaciones que nos vayan a hacer optimizar nuestro rendimiento el día de la competición. Pero para presentar un entrenamiento no podemos dejar de lado las características biomecánicas del sistema locomotor del deportista, las cuáles tendremos que valorar para saber cómo cuándo y por qué el entrenamiento va a tener un efecto positivo en el futuro. (Pág. 29, Teoría y metodología del Entrenamiento Deportivo, Yuri Verkhoshansky).
· Por lo visto en otros estudios de fútbol profesional y fútbol no profesional, y lo deducido de mi estudio (categoría semiprofesional), vemos que a mayor categoría más jugadas explosivas hay. Es normal, porque hay más intereses económicos y deportivos. Por ejemplo, aparecen más número de pases a medida que hay más nivel. También se muestran más tiros a portería, pero la gran diferencia radica en la posesión de balón. Los jugadores con más calidad técnico-táctica, en mayor categoría, en mayor nivel/división, dotan a los equipos de más elaboración de la jugada, mientras que los equipos que no disponen de esos recursos, optan más por el juego directo, por lo que no realizan tanto número de pases, y van más a la disputa (por eso se observan también más saltos de cabeza en fútbol amateur que en el profesional).
· La demarcación del futbolista, va a concluir en diferentes resultados a nivel de jugadas explosivos y clases y dirección de desplazamientos. Así, no hará los mismos sprintes un central que un mediocentro, ni los mismos saltos de cabeza un jugador de banda que un delanterocentro.
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