miércoles, 17 de diciembre de 2008

FISIOTERAPIA ACUÁTICA. INDICACIONES Y TIEMPOS DE RECUPERACIÓN

La terapia acuática, o uso del agua como medio rehabilitador, está tomando cada vez un papel más importante dentro del campo de la rehabilitación. La terapia acuática se define como la realización de ejercicios terapéuticos en el agua utilizando una variedad de posicionamientos incluyendo decúbito supino, posiciones verticales y reclinadas. (Framroze 1995).El agua se convierte en un medio único para la rehabilitación debido a sus propiedades físicas: flotación, viscosidad y las presiones hidrostáticas e hidrodinámicas.Mediante la propiedad de flotación se disminuye hasta en un 90% el efecto de la gravedad. La flotación se explica mediante el principio de Arquímedes, el cual afirma que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado (Golland, 1981). En otras palabras, la fuerza de flotación del agua disminuye la carga axial de la columna y en las articulaciones de carga proporcionalmente al grado de inmersión. Por ejemplo, estando de pie con el agua a nivel del torax , el peso corporal se reduce un 60% en la articulaciones y la columna. (Prins J, 1999). Esencialmente, esto da al paciente y al terapeuta la habilidad de controlar las fuerzas de compresión sobre las articulaciones solamente con variar el grado de inmersión. La segunda propiedad física del agua, la viscosidad, se origina por la fricción de los fluidos. Debido a la viscosidad moverse en el agua es como levantar “una pesa líquida”: cuanta más fuerza se emplee, mayores son las fuerzas de resistencia que actúan contra uno. La “pesadez” del agua facilita el esfuerzo específico variable o adaptable. Este tipo de acondicionamiento “dinámico” del músculo para la resistencia no puede conseguirse de manera similar con máquinas de resistencia variable clásicamente utlizadas en los gimnasios convencionales. El entorno acuático permite fortalecer los músculos en una postura funcional/erguida, sobre todo dentro de la zona del tronco. El hecho de realizar ejercicios locomotores básicos (es decir, andar y correr) utilizando la resistencia del agua mejora la funcionalidad porque el cuerpo se estabiliza a sí mismo contra esa resistencia. Así, la auténtica ventaja del ejercicio en el agua radica en su capacidad de ofrecer resistencia específica en una postura funcional erecta (Sanders 2001).Por último, la presión hidrostática es explicada por la Ley de Pascal, la cual establece que la presión aplicada a un líquido encerrado y en reposo, se transmite integralmente a todas las partes del fluido y a las paredes del recipiente que lo contiene. Por lo tanto a mayor profundidad el agua ejerce más presión sobre el cuerpo lo que provoca una mayor retorno venoso. Con este motivo, la presión hidrostática del agua nos ayuda a controlar la inflamación durante los ejercicios acuáticos, favoreciendo el proceso recuperador (Konlian, 1999).

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